capitulo 34

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Esto están malditamente incómodo, no sé como tratar a estas dos personas, sus miradas me causan diferentes cosas y eso es molesto. No sé si les tengo lástima o es otra cosa.

Se nota que ellos dos tratan de ir a mi ritmo, no quieren apresurarme con respecto a que acepte su existencia de un día para otro. Quieren ganarse mi confianza poco a poco, demostrarme que son merecedores de estár en mi vida.

No sé si voy a poder un día tenerles confianza o aceptarlos como mis verdaderos padres, ellos no tienen la culpa pero yo también estoy obligado aceptarlos en mi vida solo porque compartimos la misma sangre.

También falta ver como reaccionan al enterarse de las atrocidades de su amado segundo hijo, ¿lo miran con desprecio? ¿Tratarán de castigar sus crímenes?

Si reaccionan como si no les importara y crucifican rápido a Vadim eso los volvería irresponsable e hipócritas, porque haría eso solo para estar del lado del hijo, que no había visto por largos años. Eso no lo hace un buen padre que ama a sus hijos por igual.

Es mi punto de vista, ellos tendrán que entrar en negación, tratar de razonar con Vadim, sin embargo si eso no funciona y ningún otro de sus métodos solo quedara la resignación, hacer lo mejor que ellos creerán para su familia.

Si su respuesta es como lo pienso y lo espero entonces pueda que, ellos si tenga la oportunidad de entrar a mi vida. No quiero unos padres que sacrifiquen a su otro mal hijo solo para quedar bien conmigo, no. Quiero unos padres que a pesar de tener alguien así de malo lo sigan queriendo, pero que también lo castiguen sin importar el dolor.

Solo toca ver y esperar como se desarrolla todo a partir de hoy, hoy se dará inicio y crecerá la desesperación de Vadim, desesperación que no podrá ocultar por más que lo intente y el procesó se moverá descuidadamente.

Él les suplico a los señores Kant, que le dieran la dirección del hospital o el laboratorio. Qué esperarán su llegada, sin embargo, yo sutilmente les hice saber que no me sentía cómodo con su presencia.

Puedo imaginarme lo que quería hacer, comprar el lugar o a los médicos para que los resultados sean negativos. Quién lo manda de idiota el no aceptar a un hermano falso en su familia en aquel entonces.

—Mientras esperamos el resultado.—Sostiene con fuerza la taza de té en sus manos.—¿Podemos presentarnos como es debió?—Sugiere el padre de Valentín.

En el transcurso de camino al hospital, él no quiso decir ninguna palabra más allá de aceptar hacerse la prueba, pero siento que hoy es el momento de acercarnos antes de que se cierre por completo.

—Está bien.—Ya se sus nombres pero no está demás que ellos, se presente.

—Me llamó Reny y tengo casi 50 años.—Sonríe melancólico.

Melancólico de no haber tenido la oportunidad y la dicha de ver crecer a su hijo mayor, mientras iba envejeciendo Con el pasar de los años.

Lo único que recuerdas es tenerlo por míseros segundos en sus brazos, ese ruidoso llanto. Pero, con el tiempo ese llanto se volvió una melodía de anhelo. Anhelo de volver a escuchar a ese pequeño en sus brazos.

—Soy Saraí, cuando te tuve tenía entre veintitantos ahora tengo 49 años.—Desea poder sostener la mano de Valentín.— Naciste un 20 de noviembre a las 10 de la noche.

¿Todos esos años estuve celebrando un cumpleaños verdadero? Creí que sería un día y mes diferente pero resulta que no. ¿Cómo sabían mis padres adoptivos eso?

—El siguiente año de ese mismo día fuistes arrebatado de nuestros brazos.—Sus ojos se cristalizan.—Ere tu primer cumpleaños y no pudimos celebrarlo.—Apoya su peso en su Reny.

¡Ese contrato no es válido, me niego aceptarlo!Where stories live. Discover now