18.ochenta y ocho

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El sirviente arañó la mano de Ning jie estirando y desgarrando su piel, en lugar de tomar represalias, Ning jie simplemente la arroja más profundamente.

Jianyu estaba listo para levantarse cuando Xi Xi y Yanlin lo detuvieron.

"Ahora no, joven maestro"

"La madre imperial está muy enojada"

Pronto, cuando el cuerpo dejó de moverse, Ning jie levantó a la persona en el aire que todavía respiraba bien, hizo que Jin le diera una poción, luego se la metió en la garganta y la arrojó al suelo.

La concubina se estremeció cuando la atención de Ning jie se volvió hacia ella, inmediatamente cae al suelo suplicando.

"Por favor, su majestad imperial, perdone a esta concubina, por favor"

Ning jie no dijo nada y la miró.

"88"

Eso fue todo lo que salió de la boca de Ning jie. Todos en el área se miraron desconcertados.

"¿88?"

"¿Cuánto es 88?"

Los consortes charlan entre sí,

"Hermano mayor, ¿qué es 88?"

"No lo sé, Xi Xi"

El león celestial sacudido él tampoco sabía a qué se refería la emperatriz.

"¿88?" La concubina pregunta aterrorizada.

"88" respondió Ning jie.

Todos estaban desconcertados de qué se trata 88, es un número, sí, pero a qué se refería. Jin sabía a qué se refería y sabía el hecho de que la ignorancia de la concubina solo enoja mucho más a Ning jie.

"88 esa es la cantidad de heridas cicatriciales profundas que encontré en el cuerpo de Wei Jianyu, aquellas donde la cantidad de profundas y superficiales fueron abundantes", dijo Ning jie.

La mano de la concubina temblaba incontrolablemente y ya no podía quedarse quieta.

"5 años él no tenía ni cerca de 6 y lo golpeaste tan sin piedad y querías que esta emperatriz te mostrara misericordia cuando no podías mostrarle a un niño, un bebé inocente que solo estaba tratando de proteger a su madre, misericordia, ¿debería darte misericordia? ?" Preguntó Ning Jie.

A pesar de que la piel de Jianyu era blanca e impecable ahora, eso no cambió el hecho de que cuando Ning jie vio por primera vez al niño después de despertar, le dolió el corazón con ira y lágrimas. Ning jie no era una buena madre, no era una buena madre para hacer que su hijo sea intimidado de esta manera.

La concubina sostuvo su hanfu.

"Por favor por favor te lo suplico"

Ning jie estaba disgustado y enojado, le dio una patada a la concubina en la cara y le desmembró la barbilla.

"Consígueme, roba, derrite, sujeta a esa perra", gritó la emperatriz.

"¡No! No me toques ¿sabes quién soy? Soy la concubina del emperador y él te matará a ti y a tu familia"

La concubina fanfarronea.

Todos sabían la verdad en el harén, la única que tenía la verdadera palabra era la emperatriz y al emperador no le importaba, ni siquiera se molestó en visitarlos, ninguno de ellos ha sido tocado y debido a la aterradora autoridad de la emperatriz, ninguna consorte. Se atrevía a planear o causar problemas, la gente decía que el harén de este emperador era el más tranquilo de todos los tiempos y todo era gracias a la diablesa a la que llamaban emperatriz.

Todos la sujetaron mientras ella luchaba por que Ning jie sostuviera el acero ardiente que casi parece como si se estuviera derritiendo.

"A mamá le duele la mano"

"No se preocupe, joven maestro, mi maestro está bien entrenado y puede resistir el dolor, esto es solo un asunto pequeño para él, estará bien", dijo Xi Xi con orgullo.

"Hermanito, deberías taparte los oídos. Yo te taparé los ojos. Esto no será agradable para ti presenciar", dijo Yanlin.

Cubrió los ojos de su hermanito mientras se tapaba los oídos.

Ning jie la golpeó con el robo caliente, ella gritó tan fuerte que suena como si sus cuerdas vocales se hubieran roto. El calor del robo quemó arrojó su ropa revelando su belleza, pero ahora tenía una marca de quemadura, Ning jie la golpeó de nuevo. no dejó de gritar más fuerte y con cada golpe sus gritos aún no se calmaban, su sangre salpicaba por todas partes el suelo mientras la niñera presenciaba esto aterrorizada. Yanlin solo pudo proteger al más joven de ver esta visión esbollotosa que sabía que su madre imperial haría. No quiero que Jianyu vea esto, pero está demasiado cegado por la ira como para despedirlo para que sea la mejor persona y lo oculte.

LA EMPERATRIZ MASCULINA ADORA SU MOÑOWhere stories live. Discover now