Spirit Bound: (POV Dimitri) (TRADUCCIÓN)

Capítulo 11

Spirit Bound: (POV Dimitri) (TRADUCCIÓN) por LizzieMaría85

Descargo responsabilidad lamentablemente no tengo los derechos de autor material esos pertenecen a Richelle Mead.

Está trama está escrita por Gigi 256.

Capítulo 11

"¿Listo para ver el sol?"

Si bien Hans podría considerarse un hombre de buen humor, yo difícilmente lo llamaría un hombre con humor. No bromeó ni se tomó las cosas a la ligera. Entonces, cuando dijo que iba a ver el sol, lo decía literalmente.

Aún así no lo creí. La idea parecía ridícula después de estar aquí por lo que pareció una eternidad. "¿En realidad?".

"Sí. De verdad." Abrió las esposas, dejando que tintinearan un poco entre sí. "Sin embargo, todavía los necesitarás".

"Naturalmente." Probablemente también me encadenarían otra vez. Había empezado a resignarme al hecho de que cualquier libertad que me ofrecieran, independientemente de si la merecía o no, era sólo una ilusión. Claro, me dejarían caminar, pero sólo con cadenas alrededor de mis pies para evitar que fuera demasiado lejos. Al menos mi celular era honesto. No me dio ninguna ilusión de libertad. Tres escalones de ancho, rejas en las ventanas y guardias las 24 horas. Estaba debatiendo si sería mejor caminar libre en mi celda o caminar encadenado al sol cuando Hans me trajo de vuelta a la realidad de la situación.

"Ahora quiero que entiendas lo que va a pasar. Has respondido todas estas preguntas antes, pero queremos que el público te vea responderlas. Queremos que lo vean por sí mismos. Queremos que te vean y vean eso, no eres una amenaza, ¿de acuerdo?". Cerró el brazalete, apretado pero no tanto como para presionar contra los huesos de mis muñecas. "Si esto va bien, tal vez podamos sacarte de aquí para siempre, ¿de acuerdo?".

Todo lo que pude hacer fue parpadear y asentir, incapaz de procesar mucho más que la idea de que de alguna manera podría salir de esto como un hombre libre.

"¿No hay sorpresas?" Esperó mi garantía.

"No hay sorpresas."

Parecían complacidos, Hans, Henderson, Phillips y los dos guardianes que habían bajado con él (los que había estado esperando antes) me acompañaron escaleras arriba y atravesaron las puertas.

No fue hasta que la puerta se cerró de golpe detrás de mí que me di cuenta... esto era real. Esta era una posibilidad real. En realidad, podría estar dejando esa celda llena de horror llena de nada más que malos recuerdos y pesadillas. Quizás era demasiado esperar que permanecieran encerrados allí, incapaces de perseguirme por el resto de mi vida.

No fue difícil ver hacia dónde nos dirigíamos. Una multitud ya se había reunido cerca de la iglesia, a poca distancia. Por un momento tuve la sensación de que sacaban a un animal para montar un espectáculo para su entretenimiento. Inmediatamente me vinieron a la mente los recuerdos de Yeva contando historias sobre los viejos osos bailarines que una vez vio cuando era niña. Como ella solía contar, los osos no eran venerados por su majestuosidad o talento, sino porque habían sido degradados, abusados y llamados "domesticados" hasta que su vergüenza daba placer a los demás mientras actuaban con la música del cuidador.

O tal vez yo era un hombre al que llevaban para ejecutarlo. Las ejecuciones también solían ser un gran entretenimiento para las masas. Gladiadores en el Coliseo, criminales en la horca: el entretenimiento y la ejecución siempre tuvieron una delgada línea entre ellos. Incluso ahora, las películas modernas suelen exhibir la muerte, especialmente la muerte de un villano, para nuestra diversión.

Con Vasilissa allí me preocupaba menos. Pude verla en medio de la multitud, destacándose como una vela en la oscuridad. Ella sería mi defensora, al parecer, y ese solo hecho aumentó mi confianza.