Capítulo 16

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Llorar no es suficiente cuando lo que duele desgarra el alma

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El sonido armonioso de la pluma trazando la hoja llenó la habitación, acompañado del reconfortante aroma de la tinta que caracterizaba la oficina. La letra, agradable a la vista y trazada en una cursiva redondeada hacia la derecha, buscaba economizar el escaso pergamino disponible. La brevedad era esencial para este medio de comunicación, más rentable que las cartas. Al finalizar mi mensaje, el suave papel desapareció junto con la pluma utilizada. Su diseño esculpido y delicado, con líneas curvas y detalles dorados, se complementa con gemas moradas que resplandecen misteriosamente. Este instrumento evoca una energía mágica que me resulta familiar

Concluido ese asunto, dirigí mi atención nuevamente a los documentos que había estado revisando. Últimamente, Claude me ha encomendado los asuntos de Estado, permitiendo que mi influencia se expanda por los tres continentes. Al otorgarme el título de Gran Concubina Imperial, obligo a todos los nobles a inclinar la cabeza ante mí, transformándome de repente en la mujer más influyente del imperio a pesar de mi condición anterior como plebeya. Recuerdo claramente sus palabras al presentar mi nuevo título en la corte; "Ella es la mujer que ha conquistado mi corazón, la que ha demostrado virtud y valentía ante sus adversarios: la señora de la rosa azul y mi única consorte. Mi palabra estará siempre por encima de la suya. Sin excepciones, todos deben obedecerla y rendirle pleitesía; de lo contrario, se considerará un ultraje a la corona"

Era surrealista poseer un poder tan abrumador, adentrarme en un mundo de fantasía y, de repente, alterar completamente el curso de las cosas conllevaba numerosas consecuencias, entre ellas, arrastrar a todo un imperio. Pocos minutos después, otro fragmento de pergamino, acompañado de una pluma, materializó en un destello, y el mensaje se deslizó hacia mí de manera sinuosa y misteriosa, como si me incitara a leerlo. Lo tomé con precaución y absorbí las palabras impresas en él, trazadas con una caligrafía tan exquisita que parecían auténticas obras de arte 

"Me parece absurdo tener que hacer un espectáculo frente a esos inútiles para ganar tu aprecio. Ni siquiera tuve que pensarlo"

La marca del pacto en mi muslo cosquilleaba intensamente. La autoafirmación de Lucas al decir que yo le rogué y que ahora es mi favorito me causaba cierta molestia, aunque reconocía que sería inútil refutar sus argumentos. Él es el único hombre que pelea por diversión en lugar de defenderse y tiene la capacidad única de hacer perdurar mi existencia con solo una mirada. Tomé la pluma una vez más y, sin dudar, plasmé mi respuesta en el papel

"A mí me pareció un gesto amable. Al menos, él trata de ser dulce"

El pergamino se desvaneció al concluir la última letra, y en menos de cinco segundos, un nuevo mensaje surgió ante mí. Esta vez, la comunicación era tan directa como llena de desconfianza

"¿que estas insinuando?"

Me percaté de que quizás no había elegido las palabras adecuadas al referirme a sus acciones. Sonó como si le estuviera reprochando, y me mordí el labio al darme cuenta. No tardé en ofrecer una respuesta

"no era mi intención expresarlo de esa manera, los siento. Solo creo que no le estamos dando el lugar que le corresponde"

 No obtuve respuesta durante unos instantes, así que volví a concentrarme en los documentos. No estaba dispuesta a perder a Lucas nuevamente por un malentendido, y menos después de lo que ocurrió ese día

❦ 𝕿𝐧𝐜𝐨𝐧𝐦𝐞𝐧𝐬𝐮𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 ❦Where stories live. Discover now