Capítulo 9

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No hay droga mas peligrosa que la quimica sexual, que estremece tu ser y te hace temblar

. . . 

Su mandíbula se tensó; apretó aquel papel al terminar de leerlo y sus ojos vibraron por la furia que recorría su cuerpo en ese momento. Todo se había ido a la reverenda mierda, y él ni siquiera se había dado cuenta. Agarró el candelabro que tenía a su lado y lo estrelló contra el piso, provocando un corte en su mano y sobresaltando a los sirvientes presentes.

_ ¡Mi señor está sangrando!_ Exclamó una mucama bastante asustada por las actitudes de su amo.

_ ¡Silencio!Su grito hizo que todos supieran que si escuchaban una palabra más, algo malo iba a pasar.

¿Cómo era posible? Hasta hace poco tenían todas las de ganar y estaban seguros de que la casa Alfierce llegaría a su mayor apogeo. Pero desde que esa mujer apareció en el debut, todo se había ido cuesta abajo. Ahora tenían todo en contra, y si no encontraban una manera de resolver esto, todo iría de mal en peor. Jamás había estado tan frustrado.

Y todo se volvió más tenso cuando una joven de cabellos castaños y ojos cual joyas zafiros entró a la habitación alertada por el escándalo que se oía hasta su habitación. Miró a su alrededor y, sorprendida por tal desastre, se animó a preguntar.

_ ¿Qué ha pasado?_ Preguntó con voz clara para que Alfierce la escuchara.

Él, al verla, agarró el pergamino que estaba leyendo hace unos momentos, caminó hasta ella y se lo puso en toda la cara para que supiera la razón de su enojo.

_ No puede ser... _ La joven sintió que su corazón se hundía al leer detenidamente el pedazo de papel.

_ Así es _ afirmó el mayor _ La princesa Athanasia ha sido reconocida, proclamada princesa heredera, y ahora mismo se dirige a Anatolia para interferir en la política de la alianza._

_ ¿Cómo es posible? Su majestad el emperador la odiaba_ La dama estaba completamente indignada y sorprendida.

_ Sí, así era hasta que la prostituta Obeliana decidió salir del anónimo hoyo de mierda de donde haya salido, Tiene al emperador completamente embelesado_ Escupió odiosamente mientras se pasaba la mano por el pelo _ Esto también es tu culpa, Jannette_

_ ¿¡Eh!? ¿¡Por qué mía, tío!? _ Preguntó la susodicha más que ofendida.

_ ¡Porque no pudiste ganarte el favor del emperador, incluso cuando tenías a la magia negra de tu lado! Si te hubieras esforzado más, la que estaría en Anatolia serías tú_ Le recriminó, arrugando aquel papel y tirándolo al piso. Su furia no tenía límites.

_ ¡Pero hice todo lo que me dijiste!_ Jannette no podía entender por qué la culpable ahora era ella.

_ ¡Y aún así no lo lograste! ¡Eres una buena para nada!_ La declaración del peliblanco dejó al borde de las lágrimas a la ojizafiro.

_ Más te vale retirar lo dicho, Roger_ Una voz ajena interrumpió, adueñándose del ambiente.

Todos voltearon a ver al escritorio del pelo blanco y vieron a un hombre de cabellos rubios y las joyas de la corona por ojos sentado en este, fulminando al nombrado con la mirada. ¿En qué momento había entrado? O, más importante aún, ¿cuánto tiempo llevaba escuchándolos?

_ ¡Papá!_  Jannette por fin estalló en llanto y corrió hacia el que al parecer era su progenitor. Se sentó en su regazo, escondiendo su rostro en el cuello de él sin parar de sollozar. Las lágrimas eran sinceras, venían de lo más profundo de su negra y rota alma, ya que el ataque a su orgullo fue tan doloroso como una daga en el corazón _ Juro que hice lo que pude, pero esa golfa lo arruinó todo_

❦ 𝕿𝐧𝐜𝐨𝐧𝐦𝐞𝐧𝐬𝐮𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 ❦Where stories live. Discover now