Capítulo 8

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No se puede desatar un nudo sin saber como esta hecho 

. . .

Contemplé la hoja mientras caía del árbol que la portaba con orgullo; mi mirada la siguió hasta que aterrizó, cayó como mis esperanzas de acompañar a Athanasia a Anatolia. Aún recuerdo las palabras de Claude cuando fui a verlo para pedir su permiso; no quería que Athanasia estuviera allá sola.

_ Eres la gran bruja Obeliana_ expresó Claude sin mirarme mientras rellenaba unos papeles _Tu lugar está aquí _

_ Pero, su majestad, no puedo permitir que la princesa vaya sola; estará desorientada y necesitará a alguien que la apoye_ protesté expresando mi profunda preocupación.

_ Por eso, Félix la va a acompañar. ¿En serio piensas que dejaré que mi única hija vaya sola al imperio enemigo? _ Con que ahora sí es tu hija. Un gran séquito la acompañará.

_ Baja esa pluma, querido. Ambos sabemos que no escribes nada_ le pedí, o más bien le ordené. _ Ni siquiera son personas de confianza_

_ No de tu confianza_ respondió Claude, dejando la pluma a un lado y mirándome. ¡Maldito mentiroso! ¡Tú no confías en nadie! Es una excusa para no dejarme ir_ Necesito estar aquí para atender asuntos de suma importancia, así que no sigas insistiendo_ Claude dio por terminada la conversación con una señal para que me fuera.

Salí de ahí con un mal sabor de boca y odiando un poco más a Claude. Asuntos importantes. ¡No hay asuntos del imperio que me incumban a mí! ¡Para eso ya está Lucas! No lo entiendo, ¿por qué quiere que me quede aquí? Juraría que no le caigo bien.

_ No lo pienses tanto_ la voz de Lucas me sacó de mi ensueño con su típico tono despreocupado. _ No te deja ir porque quería molestarte, y punto_

Había algo bueno en la personalidad despreocupada de Lucas, y era que no titubeaba a la hora de decir la verdad. Claude solo quería molestarme, ya que soy la única que le lleva la contraria. ¡Maldito emperador odioso! ¡Ya mejor escúpeme!

_ ¿Y ahora qué voy a hacer?_ pregunté, abrazando uno de los cojines que estaban en el mueble que ocupábamos. _ Athanasia estará muy desprotegida allá sola_

_ Cálmate, nada malo pasará. Athanasia está más que preparada para ir a Anatolia como representante del imperio_ me recordó el mago de cabellos color azabache, como si pensara que olvidé que Athanasia tiene un talento innato para el arte de la política.

_ Eso no es lo que me preocupa_ respondí, tensando la mandíbula. Hasta hace tres días, Athanasia era la princesa abandonada sin ningún poder mágico ni político. Todos sabían que no era favorecida por el emperador, y que eso haya cambiado no significa que su reputación vaya a cambiar de la noche a la mañana. Los nobles la seguirán viendo como una rata inmunda y la van a destrozar como buitres a su presa. Si yo no voy, nadie podrá protegerla si esos desgraciados intentan herirla o, aún peor, matarla.

_ Nada malo le va a pasar a Athanasia, yo no lo permitiré, así que relájate y cómete el pastel que pediste_ me tranquilizó el ojirrubí, tomando un poco de jugo de naranja. La verdad es que no entiendo cómo hace para tragar tanto.

_ Bueno... Ahora tengo que lidiar con la incertidumbre_ mencioné, mientras me tragaba mi rabia junto con el pedazo de pastel que me metí a la boca.

A decir verdad, la compañía de Lucas era agradable. Por más que fuera un engreído, era bastante gracioso e interesante. Cuando estaba con él, me sentía realmente tranquila. Además, solo tendré su compañía cuando Athanasia se vaya, así que agradezco que no me caiga mal, si no sería un suplicio.

❦ 𝕿𝐧𝐜𝐨𝐧𝐦𝐞𝐧𝐬𝐮𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 ❦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora