Interludios: Los Reclutadores y los Nipones

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Cuarteles Sindicales, CIvitas Magna

El Presidente Sindical fue directo hasta sus aposentos luego de una ajetreada reunión con miembros de su partido político. Se dirigió hacia su escritorio, se sentó frente a él y abrió uno de los cajones de donde sacó una carta hecha de pergamino, con inscripciones de runas amarillas que liberaban chispas doradas al contacto, y una estampilla con el logo de un ala angelical. Esta carta la había recibido unos días antes luego de que Robespierre le comentara acerca de los extraños asesinatos de demonios en los barracones. Ecos de esas matanzas ya se ha ganado la popularidad urbana de un Jack el Destripador, y eso llevaba a la carta que tenía entre manos.

Sabía a quién pertenecía, y por eso no la abrió. Suponía de qué se trataba su contenido, y por eso no lo leyó aún. William Germain respiró hondo, se encogió de hombros y rompió el sello con un dedo metálico, generando una ligera explosión de luz. Desplegó la hoja y comenzó a leerla. Era breve, muy breve. No era más que una oración que rezaba lo siguiente:

Si quieres saber qué ocurre con los asesinatos de demonios, reúnete conmigo en el Sacroroble

El mensaje era conciso y claro, y aún así, incluso con la quinta relectura, William Germain no se explicaba su naturaleza. Hacía muchísimo tiempo que no le había dirigido la palabra a Miguel, no desde las masacres de todos los ángeles a manos de Lucífugo durante la Segunda Tribulación. Después de ese evento tan calamitoso, no se volvieron a ver. Y gracias a su memoria infalible, aún recordaba a su caballero personal. Caballero que fue amigo suyo. Caballero del cual jamás supo su paradero luego de la guerra...

Si quieres saber qué ocurre con los asesinatos de demonios, reúnete conmigo en el Sacroroble

William ya tenía bastantes preocupaciones como para añadir ahora uno nuevo, y una de índole enigmática que no tenía que ver nada con los problemas mayores. No obstante, muy en el fondo de su ser, el alquimista francés sentía el deber de acometer lo que decía la carta. No era para honrar en sí al último de los arcángeles (pues apostaba que aún debía de ser palpables las hostilidades de aquel entonces), sino porque creía que, sino hacía esto, estaría ignorando una bola de nieve que se haría más y más grande.

Si quieres saber qué ocurre con los asesinatos de demonios, reúnete conmigo en el Sacroroble

A la décima relectura William dejó la carta sobre la mesa. Se pasó una mano por el rostro y, al escuchar el toqueteo de la puerta, guardó el sobre dentro del cajón antes de que el individuo entrase. Se trataba de un guarda.

—Ya ha llegado, Monsieur William —dijo el guardia—. Lo está esperando en su laboratorio.

—Dile que espere, que ya voy en camino —William se puso de pie y siguió al guarda fuera de sus aposentos.

El Presidente Sindical se dirigió de camino hacia su laboratorio personal, instalado en el ala suroeste de los cuarteles generales. Iba solo, pues siempre que iba a este lugar que era su segundo aposento, siempre lo hacía sin escolta (a excepción de los practicantes a alquimistas o sus ayudantes). En esta ocasión su soledad rendía frutos, pues esta era una reunión a puertas cerradas con el Cazador de Espías. Y en esta ocasión tenía una misión importante que encomendarle.

Abrió las puertas de par en par y se adentró en la inmensidad de la galería de su laboratorio. La estancia tenía forma ovalada, era de dos pisos, en la pared superior interina pendía un astrolabio que hacía las de reloj indicando la hora con su fuego fatuo, en el techo pendía un gigantesco giroscopio que se movía de forma perezosa a través de la energía cinética, y había estanterías llenas de pergaminos, más no libros, y todos estaban plegados y sellados dentro de sus casillas organizadas por temáticas: invocaciones, artesanía, metalurgia... Si bien esta biblioteca de encantamientos no es ni la mitad de grande que la del Qatil Shayatin, William Germain se enorgullecía del conocimiento que aquí almacenaba cual arca.

Record of Ragnarok: Blood of ValhallaWhere stories live. Discover now