Ilhuitl Onaqui Cuauhtli Ahmo In in (Ajach 2)

176 20 1.1K
                                    

LLEGARÁ EL DÍA EN QUE NO LO ESTÉS (PARTE 2)

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

___________________________

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

___________________________

1
___________________________

≿━━━━༺❀༻━━━━≾

ᴠᴏʟᴜᴍᴇ : ▮▮▮▮▮▮▯▯▯

|◁ II ▷|

Camino Real hacia el Reino Maya, Oxlahuntikú.

Cincuenta años atrás.

Templo Mayor abandonado. 

Las gotas del lavamanos eran el único ruido presente en la diminuta estancia rectangular que Yaocihuatl felizmente había vivido por tres años consecutivos. 

Estaba vacía, y siempre había sido así desde que llegó a este lugar alejado de la mano de los dioses. No había muebles como sofás o divanes; solo había unas pocas butacas, alfombras bermellones y algún que otro altar donde habitaba el ídolo de una deidad azteca difunta en la Guerra Civil. Una guerra que el Príncipe de las Flores se negaba a contar por lo incomodo que le resultaba.

La modestia del Príncipe de las Flores no era algo a lo que Yaocihuatl se atuvo nada más llegó. No se le podía llamar modestia, incluso, por como vivía entre los escombros cuando llegó la primera vez. No era con propósitos estéticos el no haber amueblado; sencillamente el dios azteca le había perdido la gracia en decorar el único hogar que le quedaba y, según a sus palabras, preferiría no malgastar sus energías en algo que no valía la pena ya. Es por eso que tampoco había iluminación, ni sistemas de acueductos, ni plantaciones... nada. El príncipe había estado viviendo en una morgue arquitectónica durante décadas, y nunca tomó en consideración ni su propio cuidado personal.

Pero eso cambió con la llegada de Yaocihuatl a su vida.

El Templo Mayor cobró vida gracias a su mano y su empeño en la decoración. En cuestión de meses, los escombros fueron reemplazados por bellas alfombras y butacas que ella misma creó confeccionándolo y puliéndolo de la madera y las hojas. Labró también la piedra con su lanza de plasma ,de tal forma que creó ventanas improvisadas por la cual los rayos luminiscentes del sol o de la luna pudieran filtrarse e iluminar la estancia. Y así, en poco menos de unos seis meses, el Templo Mayor volvía a ser placenteramente habitable. 

Record of Ragnarok: Blood of ValhallaWhere stories live. Discover now