25: El lobo disfrazado de oveja

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Cuando llegó Chen Qui, tenía el pelo desordenado y su ropa de civil cubierta de tierra, no parecía ser la misma persona; fue un espectáculo lamentable y le rompió el corazón a JuFen, cuando Chen Qui la vio, parpadeo con incredulidad.

_Mi preciosa hija, estás viva... estaba tan preocupado, hija mía estaba tan preocupado que yo...-dijo con dificulta y lágrimas en sus ojos

JuFen corrió hacia él para abrazarlo, aunque su vida pendía de un hilo, todavía estaba más preocupado por ella que por él mismo; cuando la abrazó, usó demasiada fuerza por lo que la herida comenzó a reabrirse. Ella hizo una mueca y palideció ante el dolor, Xu Jun inmediatamente se acercó para sacarla del brazo de su padre y secretamente la calmó, de pie detrás de ella, cubrió la creciente mancha roja a través de su vestido rojo oscuro.

_Yo he perjudicado al primer ministro Chen, personalmente lo compensare una vez que esto haya sido aclarado, Chen JuFen, su comportamiento recto y su pasión por la justicia han abierto una nueva luz en mis ojos, este viejo dragón de hecho tiene que limpiar la corte y resolver asuntos imperiales -hizo una pausa como si se le ocurriera una idea: ­_Así es, corría el rumor de que habías sido secuestrada -JuFen sonrió interiormente agradecida con el Emperador; él le había dado el camino más fácil para limpiar su reputación, ahora, ella no tenía que preocuparse por eso.

_¿Secuestrada? ¿Quién? ¿Cómo es que no había oído hablar de esto antes? -JuFen miró despistada los pasillos y aprovechó la oportunidad sin la menor vergüenza. Quizás ella está adquiriendo las mañas de su esposo.

_¿Fh? Pero el aumento de guardias la semana pasada... -un ministro expresó sus pensamientos nerviosamente, temiendo ser reprendido con ira.

_Oh, ¿eso? Mi padre y mi esposo sintieron actos de traición dentro de la nación Ye y aumentaron la seguridad para evitar daños a nuestros ciudadanos, es necesario llevar a cabo una búsqueda en las puertas de apertura en caso de que alguien contrabandee artículos ilegales -JuFen mintió con una expresión tranquila y sin un solo defecto.

_Entonces, ¿por qué no estaba presente la prestigiosa Xia Wangfei cuando su padre Chen Qui fue juzgado en el tribunal? -Otro preguntó dubitativamente.

Ella olfateó levemente y se llevó un pañuelo a la nariz. _Yo había llorado con tristeza aquel día, pero decidí a luchar por la justicia, me levantó para investigar a fondo el caso de mi padre -Xu Jun y el Emperador sonrieron sigilosamente ante las mentiras que la pequeña estaba diciendo en ese momento, lo había hecho con un rostro amable, ojos inocentes y un puchero ofendido; hizo que otros creyeran que ella estaba siendo realmente difamada.

_Así que fue un malentendido- dijo el Emperador en tono neutro.

Con una frase, desestimó todas las sospechas puestas sobre JuFen, sus palabras fueron absolutas, por lo que una vez finalizadas, no se pueden retractar; sí dijo que fue un malentendido, entonces fue un malentendido.

_me siento cansado, la familia Chen, el duque y la duquesa Xia, pueden irse a descansar -el Emperador agitó la mano y suspiró mientras miraba a los funcionarios restantes temblando bajo su mirada escrutadora, todos se inclinaron de miedo.

_Entonces, agradezco a su Majestad por la amabilidad y la atención prestada, me retiro que Majestad viva diez mil años, diez mil años, diez mil de diez mil años -agradeció JuFen suavemente antes de inclinarse elegantemente, luego le indicó en voz baja a Chen Mingxi que la siguiera.

Hace apenas un minuto, ella era como una tigresa feroz sin piedad, había arrastrado a los funcionarios culpables de un solo suspiro e incluso frente al gran Emperador, ella no endulzo sus duras palabras y se mantuvo audazmente en medio de las más altas jerarquía masculina de la nación.

Ahora, volvió a su rostro neutral y a sus modales refinados parecía distante pero delicada como el viento que sopla, aquellos que habían sido testigos de su fuerza estaban aterrorizados pero intrigados por la mujer. En sus corazones floreció el respeto por su inteligencia y fortaleza, también tomaron nota mental de no ofender a la honorable Xia Wangfei en el futuro, de lo contrario temen que ella también los arrastre por el barro.

Antes de que JuFen se fuera, miró brevemente a los cuatro príncipes que permanecían en silencio a un lado, en el exterior, Ye Feng y Ye Zheng no parecían pensar mucho en la situación, pero sus ojos sombríos los habían traicionado, cuando el Emperador los miró, sus corazones casi se detuvieron. Gracias a ella, su padre ahora sospecha de ellos; gracias a ella, se vieron obligados a dar dos pasos hacia atrás.

Al mismo tiempo, Ye Feng se sentía en conflicto con sus sentimientos, la odia pero al mismo tiempo la desea, su confianza, inteligencia y postura intrépida; ella era como un lago que no puede ser perturbado todo en ella lo aterroriza pero al mismo tiempo lo excita; se siente tan hechizado. Fue solo un segundo, pero no pasó por alto los ojos de fénix de Xu Jun, al instante, se amargó y subconscientemente intervino para bloquear su vista, como él era más alto que ella por una cabeza, naturalmente la escondió con facilidad.

Mientras tanto, el tercer y cuarto príncipe quedaron muy impresionados por su formidable fuerza en la corte, admiraban su valentía y pasión mientras aspiraban a alcanzar su nivel y más allá. JuFen enganchó sus suaves labios en una curva impresionante y salió de la sala del tribunal sin palabras con la cabeza en alto, había colocado una luz roja sobre las cabezas de los príncipes. ¿Cuánto tiempo podría esconderse de ello?

Renaciendo Como La Esposa Del GeneralWhere stories live. Discover now