Renaciendo Como La Esposa Del General

8- Encuentro irritante

Jufen frunció el ceño detrás del velo y trató de apartar los dedos de él. Aún así, sostuvo su cara sonrojada muy cerca de él.

Debajo de la fina seda, Xu Jun podía sentir su cuerpo suave pero tonificado, haciéndole saber que había estado haciendo ejercicio.

Al abrir el velo para que solo él pudiera ver, vio a Jufen mirándolo con el ceño fruncido, Jufen se había convertido notablemente en una joven doncella sus ojos ahora se han profundizado un poco y se han vuelto hacia arriba, pero siguen siendo grandes, había perdido la grasa de bebé que quedaba en sus mejillas suaves y sonrojadas, sus dedos tocaron los dos puntos debajo de su ojo izquierdo. Fue un movimiento afectuoso que sorprendió a Jufen y a los sirvientes.

Luego la soltó, ella lo miró con recelo, su rostro permaneció inmutable, pero sus ojos tenían un pequeño toque de calidez, sacó una bolsa marrón y se la puso en la mano.

_¿Qué es esto? preguntó en una voz más suave, pero todavía agitada.

_abrelo y mira -dijo simplemente.

Dentro había al menos dos docenas de lichis maduros, en lugar de desprecio, ella lo miró sorprendida pero, ella todavía sospechaba de sus acciones.

_¿Por qué dármelos?

_Originalmente era para ti -confesó sin rodeos, sin una sola vergüenza o rubor, _Me alivia que todavía te gusta el lichi, de lo contrario, te los habría obsequiado en vano.

Jufen sentía el martillar su corazón contra su caja torácica, en su mente, se dijo a sí misma que no debía caer y ser tonta. Ye Feng nunca había hecho nada por ella, y mucho menos comprar su fruta favorita, al pensar en Ye Feng, su corazón palpitante de repente se ralentiza hasta convertirse en un escalofrío. Sin embargo, se sintió un poco conmovida por Xu el 1 de junio.

Hace un año, estaba tan frío como el hielo, hoy, él estaba irritante Justo ahora, era dulce que confuso hombre ¿Debería esperar que él esté amargado la próxima vez?

Cuando estaba a punto de dar las gracias, una voz fuerte y juguetona vino desde atrás.

_¡Oye, si no es el joven general Xu!

_¿El joven general Xu? -La multitud que miraba jadeó y retrocedió unos pasos, ¿Quién no ha oído hablar de su salvajismo? Nunca habrían sospechado que un joven sin igual que intenta cortejar a su prometida en las calles sea el general bárbaro.

¿Novia? Sus ojos se agrandaron cuando se volvieron hacia Jufen, tratando de echar un vistazo a la cara debajo de su velo. Las mujeres envidiosas se pusieron más verdes, no solo tiene un prometido guapo, sino que también era la única hija del primer ministro. La envidia engendra odio, Jufen no se sorprendió cuando comenzaron a susurrar que solo usaba un velo para ocultar sus feas facciones.

En lugar de las multitudes susurrantes, Jufen era más se concentró en la voz fuerte y se volvió frío, tiene un muy, muy mal presentimiento sobre esto.

_Saludos, sus altezas, la calidez de Xu Jun se había desvanecido por completo cuando su momento con Jufen se arruinó, era el sexto príncipe, el príncipe Zheng; inmaduro, lujurioso y materialista, parece joven y mudo, en su anterior vida, fue uno de los hombres que apoyó a Ye Feng, jugó el papel de un derrochador príncipe bien y cuando sus enemigos menos lo esperaban, ya se había abalanzado para matar.

Si ella no estaba equivocada, entonces el otro príncipe real es...

_Xu Jun, es bueno verte ¿Qué te trae por aquí?, -La voz suave la puso rígida, bajando un poco la mirada, sus ojos ardían de emociones.

Xu Jun no dijo nada mientras los dos príncipes imperiales con su docena de guardias y sirvientes se acercaron, su falta de respuesta era normal para cualquiera que socialice con él. La pequeña figura fue empujada un poco hacia atrás por el hombre más alto, atrapando la mano de Ye Zheng, llamando la atención.