Día 19. Patinaje sobre hielo

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Como un proyecto para celebrar la navidad su escuela instaló una pista de hielo en el gimnasio, los alumnos podían jugar y pasar el rato en la mitad de la pista, mientras el resto del espacio era usado para las prácticas de aquellos que competirían en un concurso de patinaje sobre hielo en una ceremonia.

Aquel día Izuku esperó a que la última pareja de chicos terminará de practicar, Katsuki y Mina eran muy buenos; él era enorme y musculoso, por ello sus movimientos gráciles eran hipnotizantes, ella tenía una gracia sin igual, Izuku estaba seguro que ellos ganarían el concurso.

Cuando vió la puerta del gimnasio cerrarse corrió hasta la pista deshaciéndose de sus zapatos en el camino. Fue a poner la música en los amplificadores y se calzó los patines de hielo.

A pesar de las miradas extrañas que se ganó por su vestimenta de ese día era lo ideal para practicar en la pista, usó unos leggins negros que no entorpecerían sus movimientos, unos short sobre ellos y una camiseta corta también de color negro.

Se movió con delicadeza hasta el centro de la pista, levantó los brazos al aire como si pudiera escuchar las ovaciones de la multitud, luego los puso a cada lado de él, esperando el momento más impactante de su canción.

Se deslizó hacia el frente con el suave ritmo, acostumbrándose al hielo en el que debía moverse. Imaginó de pronto cómo sería estar en la competencia, con un traje brillante, bailando bajo los reflectores, la imagen de su victoria lo encendió en emoción. Dió un par de giros en el hielo, se deslizó un par de metros y no le importó si llegaba a lastimarse, se impulsó lo suficiente para elevarse y dar tres giros más en el aire, logró aterrizar a salvo con su pie derecho, entonces no pudo detenerse.

Se movió por la pista sintiendo su sangre arder de emoción, cualquiera que pudiera verlo se emocionaría de la misma forma, había tanta pasión en sus movimientos que era imposible apartar la mirada de él. Se movía con una gracia que resultaba cautivadora.

Cuando se arriesgó lo suficiente para hacer un mortal hacia atrás y conseguir aterrizar a salvo, quienes lo habían estado espiando no pudieron contenerse más.

—¡Excelente, Izuku! —animó Mina.

—¿Nerd, bailarín y además patinador en hielo, hay algo que no hagas? —preguntó Katsuki con una sonrisa mientras aplaudía igual que Mina.

Izuku se congeló y su rostro pasó de un adorable sonrojo a una palidez sepulcral.

—¿C-cuánto tiempo llevan ahí? —preguntó con un hilo de voz.

—Desde el inicio —respondieron ambos chicos.

—Lo haces muy bien, ¿por qué no estás en la competencia? —preguntó Mina.

—N-no soy tan bueno…

—¡A la mierda la modestia, podrías ganar si armamos una rutina con esos pasos…! —acusó Katsuki.

—No tengo pareja —interrumpió con una leve esperanza de que ese chico rubio quisiera hacer pareja con él.

—¡Podemos ser un equipo de tres!

—No creo que nos dejen hacer eso, Mina… —negó Izuku arrepintiéndose de siquiera pensar en competir, muy en el fondo seguía creyendo que lo arruinaría todo.

—Oh por supuesto que lo harán, seremos el mejor maldito equipo y ganaremos esa estúpida competencia.

Katsuki había llegado a pararse junto a Izuku, quien acaba de sentarse para quitarse los patines. Lo tomó por el cuello bruscamente y lo sacudió mientras se unía a los planes de Mina para ganar.

Acababa de meterse en un asunto serio, en medio de dos chicos extremadamente competitivos que querían literalmente aplastar a la competencia.

Más allá de la competencia, Izuku ni siquiera imaginaba lo que su nueva amiga Mina estaría dispuesta a hacer con tal de que el amor que sentía por Katsuki fuera correspondido, aún si eso incluía fingir una lesión para que los dos chicos tuvieran su momento de brillar en la pista.

Calendario de adviento 2023 [Katsudeku]Where stories live. Discover now