Con una sola mirada

281 15 6
                                    

Otro lunes escolar, estabas ya bastante cansada de la rutina escolar, y estabas bastante agradecida de que ya casi se acabaría tu gran sufrimiento.

Estabas tomando tu camino habitual de vuelta a casa, anhelabas llegar, posiblemente terminar tus tareas y descansar, en tu camino pasaste por la gran UA High, puede que no vayas a dicha escuela pero al ser increíblemente popular, sabías lo suficiente de ella.

La verdad, no te interesaba mucho ser héroe, pues tienes otras pasiones que prefieres seguir, aunque siempre te tomas un segundo para admirar la gran infraestructura y ver a los futuros héroes.

Con eso dicho, resulta que cierto alumno parece vivir cerca tuyo pues siempre terminaban caminando a casa juntos, aunque no se conozcan ni el nombre y no hablen en absoluto, todo lo que sabías del héroe rubio era que siempre parecía estar hablando consigo mismo, o más bien murmurando, y que siempre estaba con la cabeza baja en sus propios pensamientos dando un aura que pudiera dar miedo.

Y otra vez te encontrabas con el chico aterrador, caminabas normal como de costumbre hacia tu casa, admirando la ciudad a tu alrededor mientras dejabas que tus pies siguieran el camino que ya conocían bastante bien, hasta que sentiste una mirada te saco de tu estado tranquilo.

Intensa y enfocada, te causo algo de incomodidad estar frente a tremenda intensidad, por lo cual te dispusiste a encontrar la fuente de la mencionada mirada, y ahí te los encontraste.

Ojos brillantes, rojos como la sangre, entrecerrados y concentrados completamente en ti como si te estuvieran analizando, la sensación causo que detuvieras tu paso al quedarte congelado, lo cual fue seguido por el rubio que también se detuvo unos pasos más adelante de ti.

Su mirada seguía clavada en ti, no sabías que quería, y la situación ya se estaba volviendo bastante incómoda, estabas a punto de intentar decir algo, hasta que...

"Tú, ¿me estás siguiendo?" El rubio pregunto, su voz intensa y agresiva, parecía que se estuviera preparando para una pelea, su mirada se volvió más intensa como si de amenazarte a decirle la verdad se tratase.

"No, solo vivimos cerca así que usualmente terminamos caminando juntos" Explicaste, querías razonar con él, y aunque tu voz sonara nerviosa, no querías que el futuro héroe empiece a pelearse contigo, "¿Qué nunca te habías dado cuenta?" Luego preguntaste, sorprendido de que al parecer no haya notado tu presencia todo este tiempo.

El solo bufó al parecer algo irritado por tu pregunta que decidio tomar como burla, "No es como si me importará saber de los extras que me rodean, además, nunca hablas, como iba a saber que existías" Argumentó, sonando más tranquilo de lo que esperabas con lo poco que conocías de el, empezó a seguir con su camino, y tú le seguiste, iban en la misma dirección y era más seguro ir juntos que solo.

Aunque, extrañamente empezabas a considerar sus argumentos, es cierto que nunca intentaste hablar con el por lo que es posible que no se haya dado cuenta de tu presencia, pero no podías simplemente acercarte a él cuando daba tanto miedo.

"¿Cómo te llamas?" Él preguntó, eso te saco de tus pensamientos, no esperabas que quisiera seguir hablando, otra vez sonó extrañamente calmado, sus ojos estaban en ti, está vez más relajados como si fuera una conversación real.

"Uh, T/N" Respondiste calmadamente, tal vez lo que pensaste de el era equivocado, y pudiera ser que era alguien agradable en vez de aterrador y gruñón como solías suponer por los murmullos que se decía a si mismo.

"¿T/N?" Él preguntó, como para confirmar que lo dijera bien, asentinste para confirmarle que estaba bien y que su pronunciación era perfecta, "Que nombre más estupido" Él comentó antes de soltar una carcajada burlona, acompañada de una sonrisa ladina apareciendo en su rostro, bueno puede que lo que inicialmente pensabas de el era cierto.

"¿Y el tuyo? Apuesto a que es incluso más estupido" Tú respondiste, tratando de darle una cucharada de sus propios insultos, pero pareció no afectarle, volteó a verte con una expresión confiada, demasiado confiada.

"Bakugo Katsuki, recuerda ese nombre, lo verás mucho cuando me vuelva el héroe número 1" Respondió, sonando bastante orgulloso de si mismo y muy confiado de alcanzar la meta mencionada.

Algo te causaba duda por como lo mencionó como si estuviera destinado a eso, pero no querías realmente desalentarlo, "Espero que alcances tu meta" Le respondiste, tratando de ser amable.

"Por supuesto que lo lograre, no necesito tus deseos cuando yo se que alcanzaré lo que quiero" Bakugo respondió, sonando casi tan agresivo como lo había hecho al inicio, ¿Qué acaso no se puede ser amable con el?

Ni siquiera te dio las gracias por tu apoyo, rodaste los ojos con algo de molestia ante su aparente falta de modales, pero al menos su callado viaje a casa no fue tan incómodo como lo había sido antes de conocerlo.

Siguieron caminando, en silencio, excepto que está vez ya no era tan incomodo como lo era hace días cuando ni su nombre conocías, lo consideraste un avance, y dentro de poco llegaste a tu casa que parecía estar antes que la Bakugo

"Ah, está es mi parada, uh, nos vemos mañana" Te despediste educadamente antes de irte para tu casa, no dejando ni oportunidad de que Bakugo contestará, si es que quería contestar, para que te fueras.

Buscaste tus llaves y después de desbloquear la puerta principal entraste, inmediatamente te relájate al sentir el dulce aroma de tu hogar y su agradable calor, cerraste con seguro la puerta detrás de ti y pusiste tu mochila en el piso, por fortuna, vivías sola en casa, pues al ser considerado mayor de edad, tus padres decidieron rentar un pequeño lugar para ti, aunque también pagabas una pequeña porción con tu propio dinero, dinero que conseguías trabajando los fines de semana.

Después de darte una relajante ducha y cambiarte a ropa cómoda y caliente, decidiste prepararte algo de comer para después empezar a trabajar en tus tareas pendientes, distrayendote de vez en cuando con el celular, pero no podías dejar de pensar en Bakugo, siempre parecía tan enojado y aterrador, pero descubriste que puede ser de hecho tranquilo, recordabas tu conversación de hoy con el, se sentía natural, y al pensar intensivamente sobre todo lo que paso decidiste definitivamente en algo.

Para bien o para mal, sin importar que resultado traiga o si va a ser imposible o no tenía motivos de ser, te decidiste en una meta:

¡Ibas a ser amigo de Bakugo!

Relativamente CandenteOnde histórias criam vida. Descubra agora