05

799 80 15
                                    

—Esto es tan emocionante—hablo feliz.

—Aiko, se más silenciosa—pide caniche en un susurro.

—No puedo ser silenciosa cuando estoy vistiendo como una espía—doy pequeños saltos en mi lugar mostrando mi traje a Nam-soon.

—Te ves maravillosa—halaga.

—Tu también te ves fantástica—ambas reímos felices.

—¡Dios!—exclama el policía lindo—Tendré que mantenerlas alejadas como en el kínder, ¿Cierto?

—Pero no estamos haciendo nada malo, caniche—hago un puchero.

—Estamos tomando muestras de Doogo, necesitamos estar en silencio.

—Bueno, si así lo quieres—me quedo callada.

Nam-soon y Caniche comienzan a buscar las mascarillas, ellos eran un gran equipo.

—¡Las encontramos!—susurra feliz, Nam.

—¡Oh, deja tomo una fotografía!—exclamó sacando mi celular al mismo tiempo que Namsoon posaba, caniche tenía mala cara—Le prometí a nuestros padres mandar fotos de lo que hiciéramos.

—Deja toma una de ti—la pelinegra toma y teléfono y ahora poso yo para la cámara, tomo una mascarilla y la pongo en mi rostro.

—Chicas esto es serio—nos regaña—Aiko ve a buscar más, Namsoon te quedarás conmigo—ordena.

—¡Ah, ya entendí coqueto!—codeo su brazo—Yo sobro aquí, soy la tercera rueda pero no te preocupes me iré—le guiño el ojo antes de salir corriendo al otro pasillo.

No me molestaba que Nam-soon y Caniche estuvieran en algo de hecho me emocionaba y me hacía preguntarme si yo también podría llegar a tener algo así. A mi mente llega la imagen de ese lindo hombre.

—Por favor, déjame volver a verlo—fingo llorar.

Cuando termino salgo de la bodega y me adentro al carro para esperar a mis amigos.

—¡Ahí vienen!—señala el hombre que nos acompañaba—Espera, creo que Nam-sooon se lastimó—mi ceño se frunce—el la viene cargando.

—Es imposible que Nam-soon se lastime—la defiendo—ella es muy fuerte.

—No creo que sea así.

—Entonces apostemos—sugiere.

—Trato—digo segura—si Nam-soon no esta lastimada me compraras—medito mis opiniones—un álbum de Bts.

—Y si Nam-soon está lastimada tu me comprarás el desayuno durante una semana.

—Hecho.

Sin evitarlo comienzo a reír como lunática cundo ambos distinguimos como Nam-soon cargaba a Caniche.

—Te lo dije.

(...)

—Es tan lindo—chillo viendo una foto de Taehyung, amabas estábamos recostadas viendo fotos de nuestros ídols favoritos.

—No lo se—miro a Nam-soon sin entender—cada vez me siento menos interesada por esos chicos—mi boca se abre con sorpresa y la miro ofendida.

—¡¿Qué te sucede?!—dramatizo—¡Es Kim Taehyung, a todo mundo le interesa!

—No se ven tan fabulosos como antes—mi ceño se frunce.

Le quito la foto a Nam-soon y miro a Taehyung.

—Para mi sigues siendo el hombre más guapo del mundo—hablo viendo la fotografía.

—¿Por que será?—ambas nos miramos.

—¡Yo se la razón!—exclamó feliz—tal vez cierto policía lindo hace que tu corazón enloquezca—muevo mis cejas.

—Eso no es verdad.

—Claro que lo es y es mejor para mi así no discutiremos por mis hombres.

—Tal vez tengas razón.

Suelto un grito feliz y me lanzo sobre Nam-soon, giramos en la cama y cae de esta, ambas reímos felices.

—¿Cuando dejare de ver interesante a Taehyung?

(...)

Así que partí la mesa en dos—termina de contar Nam-soon al mismo tiempo que seguíamos buscando mascarillas en la bodega, era difícil hacerlo de noche pero no me molestaba.

—¿Por que todo lo divertido te sucede a ti?—me quejo—mientras ustedes se divierten yo tengo que trabajar.

—Ese es el plan—sonríe.

—A la próxima iré con ustedes—aseguró.

—Claro, iremos y romperemos la mesa juntas.

—Como debió ser.

—Si yo uso la fuerza y tus las palabras—niego divertida—iré por allá y tu por el otro lado, si algo sucede solo grita, iré enseguida—asegura.

Veo a Nam-soon ir al lado contrario, yo me centro en lo mío pero la sombra de un hombre hace que me detenga, con pasos lentos me acerco buscando ver a la persona.

—Señor—llamó insegura—¿Está bien?—cuestionó al notar su respiración irregular—¿Te sientes mal?—hablo más fuerte cuando llego a su lado, su rostro me parecía conocido sin embargo no recordaba donde lo había visto—¿Puedo ayudarte?—en cuanto pongo mi mano sobre su brazo el me empuja con demasiada fuerza hacia un estante lleno de cajas—¡Ah!—suelto un quejido sujetando mi brazo.

—¡Aiko!—escuchó a lo lejos la voz de Nam-soon y sus pisadas acercándose—¡¿Qué pasó, estás bien?!—pregunta preocupada ayudándome a ponerme de pie, pero chillo cundo sujeta mi brazo.

—U-un hombre me lanzó—explicó.

—Iré a buscarlo—la detengo.

—Tenía tu fuerza, Nam—digo sorprendida—no era común.

Aiko, una chica no tan fuerte •Ryu shi-oh•Where stories live. Discover now