Segunda Semana (Sexta parte)

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La espaciosa habitación en forma de apartamento tenía un total de ocho habitaciones, incluido un baño. La habitación, que tenía un valor de miles de libras por noche, también era un lugar que su madre Alice, solía abrir para eventos.

Ash no mostró ningún signo de sentirse impresionado, ante un sitio tan masivo que la gente del común nunca podría usar en toda su vida. En su lugar, parecía estar un poco familiarizado con el entorno.

La impresión de Ash se resumió, en una palabra.

—La insonorización será buena.

Karlyle vaciló. Y la razón fue porque el comentario era un poco extraño, para la apreciación del espacio. Entonces Karlyle, quien recordó que el trabajo de Ash era ser diseñador, pensó que, en su lugar, él hablaría sobre muebles, distribución del espacio e interiores.

—...Así es.

Entonces Ash se volvió para mirar a Karlyle. Y mientras lo miraba, sonrió en voz baja.

—Sí es así, no tendrás que contenerte, Karlyle.

Karlyle parecía aún más desconcertado. Esta vez, no pudo ocultar la expresión de su rostro, sin darse cuenta. Ash le brindó una sonrisa refrescante, al ver sus cejas ligeramente arqueadas.

—Me gustan mucho los gemidos.

Y después de decir eso, Ash se acercó. Karlyle se quedó sin palabras por un momento, al ver que su mirada era claramente diferente a la que tenía antes de entrar. Era una mirada profunda y penetrante.

—No sé cómo eras originalmente, pero...

La mano que sostenía su cintura tiró de Karlyle con fuerza. Sus respiraciones se mezclaron, mientras sus cuerpos tensos se tocaban. Un suspiro lento no pudo salir de la boca de Karlyle, y tuvo que tragárselo. La palabra 'gemido', había confundido su mente.

Este hombre pensaba en Karlyle de esa manera.

Alfa, Alfa.

—No todo el mundo puede contenerse.

Al decir eso, los labios de Ash mordieron el cuello de Karlyle. La respiración que estaba conteniendo, estalló rápidamente. Ash, que inclinó ligeramente la parte superior de su cuerpo, envolvió a Karlyle en sus brazos. Su estómago estaba contraído. Sus labios fueron mordidos suavemente y su lengua penetró hábilmente la brecha entre sus labios. Una vez más, la sensación fue diferente. El beso de Ash siempre cambiaba. Hoy, realmente se sentías como si estuviera siendo arrastrado por las olas.

Ugh, ah, con un sonido, Karlyle fue empujado contra la pared. Ash presionó el cuerpo, que estaba un poco adolorido. Inconscientemente, agarró sus hombros con fuerza y trató de empujarlo, pero todo fue en vano. Karlyle realmente no lo apartó, y Ash parecía no estar dispuesto a ser empujado.

Su lengua, que se había introducido con bastante brusquedad en su garganta, controlaba el ritmo. Luego retrocedió y le lamió el paladar. La punta erguida de su lengua, le hizo coquillas suavemente en el interior e hizo que sus vellos se erizaran. Sus zapatos negros puntiagudos, cayeron al suelo a toda prisa.

Se las arregló para enredar su lengua con la de Ash. Mientras un sonido bochornoso lleno de humedad se extendía por toda su boca, la mano de Ash se hundía con naturalidad en su vientre. Mientras digería frenéticamente el beso, sus manos sacaron su camisa y desabrocharon sus botones.

El cálido estímulo que tocaba su piel hizo que Karlyle se sintiera deslumbrado. Sintió como si algo estuviera bajando, y luego escuchó un sonido que venía de abajo. Era el sonido del cinturón de sus pantalones, que había caído al suelo.

Define La RelaciónWhere stories live. Discover now