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Esa misma noche, Seungcheol no pudo ir a casa. Y no precisamente por su deber como médico. Él quería y sentía la necesidad de quedarse. Jeonghan estaba solo en aquella habitación. Y aunque él sabía perfectamente que Wonwoo no despertaría esa noche, no podía decírselo porque sabría que Jeonghan no sé iría de su lado. Dijese lo que dijese.

Ya pasaba de media noche cuando Seungcheol caminó hasta la habitación de Wonwoo. Había intentado durante varios minutos conciliar el sueño, pero no podía dejar de pensar en el rubio. Si tenía hambre o frío. Se convenció de que lo mejor sería guardar una distancia prudente, pero al final el deseo de verlo y saber que estaba bien, fueron más grandes. Se asomó por la ventanilla antes de entrar y vió a Jeonghan hacer exactamente lo mismo que las horas anteriores. No pasaba un momento sin que quitara las manos de encima de su esposo.

Pero al final lo hizo.

Se abrazó a sí mismo frotando las palmas de sus manos sobre sus brazos. Tenía frío. Y no podía culparlo. El hospital era tibio pero la ropa de Jeonghan era primaveral. Delgada y fina.

Sonrió y vió su oportunidad para hablar con él y saber si todo entre ellos estaba o no perdido.
Fue hasta su oficina y preparó un café de cafetera, cogió una manta que siempre estaba sobre el sofá y volvió a la habitación.

Para su sorpresa, Jeonghan ya no estaba despierto. Sostenía con firmeza la mano de su esposo mientras su cabeza reposaba sobre sus brazos en el colchón de la camilla.

Era adorable.

Entro y dejó el café sobre la mesita en la pequeña sala y se acercó con cautela. Extendió la manta y la colocó con cuidado sobre su espalda. Lo dejó lentamente sobre él, casi acariciándolo con la tela. Pero al final, no había sido lo suficientemente cuidadoso.

Jeonghan se despertó cuando aún no la terminaba de dejar sobre él.

- Lo siento - se disculpó.

Jeonghan buscó el rostro de Wonwoo entre la oscuridad de la habitación. Donde sólo una luz de noche los iluminaba.

- ¿Despertó?

- Aún no.

Jeonghan suspiró. Ese suspiro que indicaba el inicio de su llanto. Pero aún luchaba por mantenerlo a raya.

- Te traje esto.

Seungcheol sostenía nuevamente la taza de café.

El rubio lo miró con duda. No quería absolutamente nada de él. Pero...

- Gracias.

Lo tomó de igual forma.

El primer sorbo le calentó todo el cuerpo. Fue una sensación tan agradable que un escalofrío le corrió por la espalda. Sus manos heladas agradecieron lo caliente de la taza. Y el sabor amargo en su boca fue reemplazado por uno dulce.

No estaba mirando a Seungcheol directamente pero podía ver cómo lo observa de reojo. Seguramente satisfecho de que él estuviera tan confortado por una taza de café que precisamente él había preparado.

- Oye, Jeonghan...

- Tienes suerte de que estemos aquí.

Lo paró en seco.

- Wonwoo no quería volver, y si te soy sincero, yo tampoco - dijo lo último mirándolo directamente. Desarmando su postura en dos palabras.

En pocas palabras un "No quería volver a verte"

Era increíble la forma en la que sus palabras, y Jeonghan en sí podían afectarlo. Seungcheol jamás se permitió que algo o alguien lo afectara de ese modo. Él tenía el control de cada sentimiento o situación, pero Jeonghan era la excepción a todo ello. Y lejos de querer hacerse a un lado, sólo pensaba que lo volvía más terco y decidido a ganarse su confianza nuevamente.

US AGAIN (WONHAN)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora