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Había sido un día sumamente cansado para él. No sabía lo exhausto que se encontraba hasta que su cuerpo se dejó caer sobre la cama del hotel. Cerró sus ojos y suspiró con calma. Cayó en la cuenta de que si se quedaba en esa posición unos segundos más, se quedaría dormido. Abrió los ojos sintiendo sus párpados tan pesados que le resultaba un esfuerzo abrirlos. Lo primero que vió fue el otro lado de la cama. Vacío.

Wonwoo había desaparecido mucho antes de que la sesión de fotos de terminara. Se fue dejándolo al cuidado de Minghao y Jun. Recogieron todo, cenaron, se instalaron, se duchó y su esposo jamás apareció.

Intentó llamarlo en un par de ocasiones pero tampoco respondió. Hizo que Jun lo llamara también pero tampoco había funcionado. Un par de horas después había enviado un mensaje diciendo que se encontraba cerrando algunos negocios con otras marcas. Le decía a Jeonghan que durmiera y que él lo alcanzaría más tarde. La cuestión era que Jeonghan no podía dormir sin él.

Y era casi detestable el hecho de que el rubio no pudiera conciliar el sueño si no sentía el calor de su esposo cerca. Aún con el calor infernal fuera de esa habitación. La cama se sentía fría sin él. Pensándolo de ese modo se odió por no caer dormido minutos antes.

Se levantó de la cama y fue hasta la salita de estar. Encendió el televisor y se recostó con una manta sobre las piernas. Al final de todo, el sueño por fin lo venció.

Cuando abrió los ojos el cuello le dolía. Dormir en el sofá sólo había logrado que su cuerpo se sintiera adolorido. Al incorporarse notó el sonido del agua cayendo en la regadera.

Sonrió sin intención y caminó hasta el cuarto de baño.

Abrió la puerta sin tocar y a través de todo ese vapor pudo distinguir la silueta masculina de su esposo a través de las puertas corredizas de cristal. Escuchó sus suspiros y los tantos gestos que hacía cuando se daba un baño luego de un largo día.

Quería quedarse y admirarlo hasta el final.

- ¿Jeong- Jeong? - preguntó su silueta borrosa.

- Ah, hola - espabiló. - No te escuché entrar.

La puerta corrediza dejó de impedirle la vista y su esposo dió un paso al frente. Su cabello goteaba, su cuerpo entero desprendía vapor, como si se estuviese quemando por dentro. Su rostro limpio y perfecto le daba una sonrisa tierna y amorosa.

- Estabas dormido, pensé en llevarte a la cama pero preferí bañarme primero.

Wonwoo se dió la vuelta y comenzó a buscar en el armario.

- ¿Por qué llegas tan tarde? - preguntó nervioso, intentando mirar a otro lado que no fuera el trasero o el miembro de su esposo.

- Me reuní con los patrocinadores, necesitaban algunas firmas y afinar algunos detalles de la nueva revista.

- ¿Y por qué no me llevaste? Siempre lo haces.

- Te veías agotado, preferí ir solo.

Wonwoo tenía razón. Estaba exhausto. No podía molestarse con su esposo por no llevarlo con él si lo hacía por su bien. Al final del día Jeon lo cuidaba mucho más y mucho mejor de lo que Jeonghan podía cuidarlo a él.

- Tengo que revisar los contratos antes de enviarlos, deberías ir a dormir, no tardaré, lo prometo.

Wonwoo se enredó una toalla en la cintura y se dirigió al lavamanos. El rubio contempló a su esposo en cada detalle, como si nunca lo hubiese visto con atención. Su piel era suave y blanca. Sus ojos cafés que luchaban por mantenerse despiertos y enfocados por la ausencia de sus lentes, sus manos tan grandes y masculinas. Cada detalle en él lograba fascinarlo como desde el primer día siendo novios.

US AGAIN (WONHAN)Where stories live. Discover now