Curioso despertar

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-5 minutos más por favor.
El ruido del exterior hacia que los adormecidos sentidos de Abigail se abrieran paso a la realidad.
-¡Tony! No es necesaria la música, te dije que tendría el reporte para antes de las 7, apenas y cerré los ojos, por favor sabes que terminare.
Sin importar sus plegarias el sonido no disminuía, sino que se intensificaba. Abigail estaba a punto de gritar de nuevo cuando puso más atención al sonido que la envolvía.
: Esa música no es de Tony: - ¿Pepper?
No hubo respuesta y al final Abigail se deshizo de la idea de seguir durmiendo y abrió los ojos de a poco. Las estrellas brillaban encima de ella, el cálido viento del verano rozaba su piel; de apoco se fue incorporando.
-¡No es posible! Hoy no ¡Tengo trabajo que hacer! ¿Es esto una broma?
Abigail miró a su alrededor tratando de descubrir en dónde y en cuándo se encontraba. Estaba sentada en lo alto de un edificio, parecía que abajo las personas se reunían en una especie de :¿Feria?: La emoción la empezó a embriagar, se miró rápidamente sus ropas y palpó con sus manos el peinado que llevaba.
- Los 40's, estoy en 1940. En... - Aguzó la vista temiendo haberse cegado por la emoción. - La expo Stark - susurró y luego se levantó brincando de emoción - ¡Estoy en la expo Stark! -Ella estaba tan emocionada que enseguida busco la manera de bajar del edificio para ir a explorar aquella exposición.
Aunque todo era anticuado para alguien proveniente del siglo XXI, ella se sentía emocionada, eran inventos de ¡Howard Stark! Un hombre al cual ella le debía mucho y que en su infancia había sido su ejemplo y la había alentado a seguir adelante. Ese hombre había fallecido en el tiempo que ella existía, pero en ese tiempo él vivía y era un hombre joven y emprendedor que estaba construyendo su gran imperio. Le impresionaba que varias de las cosas que observaba en ese momento eran predecesoras de los aparatos con los que ella vivía.
: Todos aquí creen que esto es ciencia ficción, jaja. No saben lo equivocados que están.:
Una voz anunciaba que el evento de inauguración estaba por iniciar y Abigail sabía que Howard Stark sería el que lo inauguraría, por lo que corrió para tener un buen lugar para verlo. En el estrado había un hermoso automóvil rojo.
: Ya entiendo el gusto de Tony por este tipo de vehículos.:
Solo había unas cuantas personas enfrente de ella, entre ellos un joven sargento. Aunque Abigail estaba emocionada por la presentación del señor Stark su mente empezaba a unir cabos tratando de descifrar él por qué estaba ahí.
: La segunda guerra mundial ¿Quieren que pelee? Pero si fuera así habría aparecido en un campo de batalla no en medio de una feria, no con Howard ¿Qué hizo él? ¿Qué puedo hacer yo por él?:
La música cesó y el escenario se ilumino, 6 edecanes hacían su entrada y anunciaban a Howard; él entro y todo el auditorio rompió en aplausos, Abigail estaba aún más emocionada, había visto algunas fotos del señor Stark en su juventud pero verlo frente a ella era otra cosa.
Las edecanes tomaron sus posiciones y la última de ellas -que entrego el micrófono a Howard - recibió tremendo beso por parte de él.
: Sin duda es el padre de Tony... Él me va a envidiar tanto cuando sepa que estuve aquí.: Abigail empezó a buscar frenéticamente en su bolso, esperando que el dispositivo que había creado en verdad funcionara y sus cosas siguieran dentro. : Por favor que los anteojos funcionen.:
Su desesperación fue tal que sus cosas cayeron al piso. Inmediatamente se arrodillo para recogerlas y pronto otras manos la ayudaron con su tarea.
-Permítame ayudarla señorita.
-Muchas gracias, discúlpeme soy una tonta.
Ella miró al dueño de las manos que la ayudaban y entendió porque había sido enviada ahí, ella lo conocía, aunque en esos momentos lucía diferente. Era un joven de cabellos rubios y lacios, mirada alegre de ojos azules puros y sinceros. Su cuerpo se veía frágil, tanto que parecía indefenso y vulnerable; tan diferente al hombre del que ella había escuchado hablar y del cual se contaban las hazañas más grandiosas.
-No diga eso de usted, los accidentes ocurren. - Abigail sonrió en respuesta tomando sus cosas y mirando de nuevo hacia el frente.
La idea por la cual Tony se había burlado de ella en las últimas semanas había dado frutos, sus anteojos estaban ahí y todos sus demás inventos. Rápidamente los sacó y se los colocó; la interfaz funcionaba y para su sorpresa daba conexión. En unos minutos en la lente izquierda la imagen de Tony Stark apareció.
-Abigail, ¿qué estás haciendo? ¿Haz terminado ya lo que te encargue?
: Demonios no le puedo contestar, los teléfonos móviles aun no existían aquí, si me ven hablándole a la nada me creerán loca. :
-Abigail ¿por qué no contestas? ¿Dónde estás?
Abigail empezaba a sentirse un poco frustrada pero al mirar el escenario vio que Howard estaba por presentar su nuevo invento y lo único que hizo fue aplaudir y hacer que Tony prestara atención a lo que ella estaba mirando.
Tanto Abigail como Tony miraban emocionados la presentación de Howard, una idea novedosa y llamativa, las edecanes quitaban las llantas del automóvil y él llevaba a la audiencia a imaginar un futuro en donde el automóvil no tuviera la necesidad siquiera de tocar el suelo. (Abigail pensaba que estaba viendo el principio de propulsión que Tony había utilizado en sus armaduras.) El suspenso duró unos segundos, cuando el automóvil quedó suspendido en el aire, ella soltó un pequeño suspiro y después algunas chispas comenzaron a salir de los dispositivos que Stark había instalado y el automóvil fue arrastrado por la gravedad, impactando estruendosamente el piso.
-Bueno, les dije que en un futuro ¿no es así?
-Buena salvada del viejo, pero esa historia jamás nos la conto ¿La habrá omitido por singular fracaso?
Las voces inundaban el ambiente y Abigail se sintió segura para hablar.
-Conozco a alguien que ha tenido fracasos mucho más catastróficos que ese.
-Prueba y error cielo. Yo jamás hubiera presentado un invento en la expo si no estaba completamente seguro de que funcionaría.
-Hablamos de esto luego porque podría recordarte unas cuantas ocasiones, pero creo que en esta época me quemaran por brujería si me ven hablando sola.
-¿Los mutantes aun no salen a la luz?
-No aun, fue hasta finales de la guerra fría. Y no estoy siendo mutante, pero los dispositivos móviles no están en uso en estos días.
-Punto. Hazme un favor dale estas correcciones al viejo.
Tony le conto a Abigail los puntos débiles del invento de su padre, por el cual él creía que había fallado.
...
-¡Steve que te parece si llevamos estas chicas a... -
El joven sargento miró hacia atrás y vio a Abigail sonriendo en el momento que se quitaba los anteojos. Ella no lo miró, seguía repasando las palabras que Tony le acababa de decir; pero para el joven sargento, mirar a esa joven tan diferente, de piel almendrada, labios rojos y carnosos, mirada penetrante y un cabello de un café rojizo que desprendía calor propio. lo había hecho olvidar por un minuto a su amigo y a las dos jóvenes que lo acompañaban. Siguió a Abigail con la mirada, observando cada detalle de su anatomía, la manera en que el vestido ciruela se pegaba a las curvas de su cuerpo, el movimiento que la falda hacia sobre sus piernas y caderas, hacia que fuera casi imposible para él despegar la mirada.
-Señor Stark - habló Abigail desde abajo del estrado.
Howard Stark también había caído bajo los encantos de la joven, sus ojos lo denotaban. -Vaya, vaya. Mi hermosa dama ¿Qué puedo hacer por usted?
-Estoy impresionada por su trabajo ¿cree que sería posible mirarlo más de cerca?
-Por favor. -Howard ofreció su mano para que Abigail subiera al estrado.
Ella subió animada y se acercó a inspeccionar el invento de Howard; tanto él como el joven sargento seguían el cuerpo de Abigail fuera a donde fuera.
-Bucky ¡vamos dijiste que iríamos a bailar! - decía la joven castaña que acompañaba al sargento.
-Un momento hermosa, la función aún continúa.
La joven no estaba feliz pues en la cara del sargento era obvio lo que "función" significaba para él.
-¿Le gusta la ciencia? -Pregunto Howard.
-Sí señor, es mi pasión y con ella me gano la vida.
-En serio ¿En que trabajas?
: ¿Cómo definir mi trabajo?: -Desarrollo de tecnología, algo como lo que acaba de mostrar. Me gusta ver las necesidades de las personas y buscar una manera de simplificarles la vida.
-Interesante.
-Gracias señor, espero que no le moleste si hago una observación sobre su trabajo, bueno no ha sido solo mía, he venido con un amigo del trabajo y después de su presentación nos hemos cuestionado el por qué del fallo. Sé que todo en este trabajo es a prueba y error, pero me enseñaron y aprendí que de vez en cuando un punto de vista diferente ayuda a resolver problemas que antes uno no había contemplado.
-¿Así que tiene una opinión de mi trabajo? Bueno muéstreme. Tome uno de ellos y dígame que es lo que le cambiaría. -Abigail tomó sus palabras como una invitación, pero Stark creía que la joven solo quería llamar su atención y una vez que se equivocara él estaría encantado de pasar la noche explicándole como ser un gran empresario como él.
Abigail sacó una de sus herramientas del bolso, quitó el dispositivo del automóvil y se fue a sentar a las orillas del estrado. Miraba concentradamente cada cable, cada circuito, cada pieza buscando dónde había estado el error y verificando las suposiciones de Tony. Él había acertado en unos puntos pero otros los había pasado por alto, pues no se podían saber si no se examinaba con detalle.
Después de unos minutos ambos hombres miraban expectantes, sin esperar que cualquier cosa que la joven estuviera haciendo diera resultados, pero ella era tan cautivadora que aunque fracasara seguiría siendo digna de admiración.
El dispositivo empezó a moverse en sus manos y después de unos instantes comenzó a elevarse. La sonrisa de Abigail se hizo más grande y la quijada de Howard cayó un poco.
-Un excelente trabajo señor Stark.
-¿Cómo lo hiciste?
: ¿Esta historia no sé cómo termina? ¿Y si al decirle cambio algo? En el 2010 aún no tenemos automóviles voladores.
-Tal vez un golpe de suerte. Lo siento señor me tengo que retirar.
-Pero...
Abigail saltó del estrado dejando el dispositivo flotando en donde ella estaba y en su huida tropezó contra el sargento que la atrapó y la sostuvo para que no cayera.
-Disculpe -Ella lo miró por unos segundos y después se fue.
: No, no, no. No puedes, ni lo pienses. : Se iba repitiendo mientras se alejaba del lugar; esos pocos segundos en los que había cruzado miradas con el joven sargento la habían dejado apreciarlo, su cuerpo se había sacudido por su tacto y su mirada, pero eso no era lo único que su mirada había captado. También lo había reconocido, era el sargento James Buchana Barnes y ella sabía exactamente como terminaba su historia.
Siguió caminando tratándose de perder entre las personas y se vio frente a un módulo para enlistarse en el ejército y se preguntó si eso debía de hacer; acababa de encontrarse a 3 personajes que habían sido claves para ganar la guerra y por sus experiencias pasadas, cuando viajaba al pasado se le dejaba en el lugar o con las personas que la necesitaban. No era algo muy alentador, desde el incidente que había hecho que industrias Stark tomara un nuevo rumbo Abigail no había tenido bastante paz y enlistarse en el ejército no era algo que en verdad llamara su atención.
-¿A ti también te interesa enlistarte en el ejército? - preguntó alguien a su espalda cuando se detuvo a observar los carteles que pedían reclutas.
-No lo sé, sé que debo ayudar a la causa pero no estoy segura de cómo.
-¿No está interesada en recoger metal?
-Jaja, no lo lamento, creo que mis capacidades no se destacarían en esa área.
-Soy Steve Rogers -Se presentó el joven que la había ayudado con sus cosas momentos anteriores.
-Abigail
-¿Solo Abigail?
-Me temo que sí y si alguna vez hubo algo más, jamás me lo dijeron.
-Oh, lo lamento.
-No te preocupes, yo no lo he lamentado, he tenido una buena y feliz vida. ¿Vas a enlistarte Steve?
-Ya lo he hecho, 5 veces. Dicen que no soy apto para la guerra.
Eso no estaba bien, ella sabía que él lo había logrado, no había desistido en su propósito. -¿Entonces te darás por vencido?
-A veces es mejor.
-¿Pero no te hace sentir mejor?
-Yo....
-Vamos Steve estas en una feria, en estos lugares se incita a las personas a que arriesguen y prueben su suerte, nadie sabe lo que podría pasar. Se dice que todo el esfuerzo tiene sus recompensas.
La sonrisa de Steve ilumino su rostro, Abigail lo había hecho, lo había convencido.
-Bueno, no sé si permitan a las mujeres enlistarse en el ejército, pero la prueba la podría hacer.
-Tiene razón, aunque no me veo como un soldado, quizá ¿una espía? Las mujeres sabemos engatusar perfectamente a nuestros rivales y sonsacarles la información sin que se den cuenta. ¿Dónde hay una agencia de espionaje? - le dijo de modo burlón.
-Lo lamento señorita pero creo que no la puedo ayudar en eso - contesto sonriente Steve
-¿Rayos ahora que hare?
-Si quiere y gusta podría venir a bailar conmigo.
Steve y Abigail voltearon a ver al hombre que acababa de llegar, era el sargento Barnes.
-Hola Bucky.
-Estaba a punto de preguntarte por qué te habías marchado pero ahora lo entiendo, encontraste a alguien más interesante con quien pasar el tiempo. - Bucky coqueteaba con Abigail, sonriéndole de manera encantadora y usando un tono de voz suave y cálido.
-Oh, disculpen creo que hago mal tercio aquí.
-No por favor señorita...
-Abigail.
-Lindo nombre. Por favor no se vaya.
-Creo que ustedes 2 ya tenían su noche planeada y no quisiera arruinarla. Un placer Steve; sargento. - Abigail se despidió con un gesto de cabeza.
-Bucky -Le contestó el joven.
-Bucky - respondió ella sin poder reprimir una sonrisa.

What if...?Where stories live. Discover now