FUGAZ

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                      Fugaz

—¿Estás bien?—susurró con voz  suave mientras acariciaba mi espalda.

—Estupendamente.—contesté con mis ojos cerrados disfrutando de la deliciosa sensación vibrante de sus caricias.

—Tu piel es tan sedosa, dan ganas de quedarse a vivir en ella.—sonreí y me voltee quedando de frente a él y lo besé… esta vez fue un beso dulce y profundo, lo saboreé sin prisa. Inhalé su fresco aliento y la suavidad de sus dulces y excitantes labios. Nos separamos obligados por la falta de aire.

—¿Deseas algo de tomar? Yo estoy sediento—preguntó levantándose brindándome la vista mas perfecta de su escultural cuerpo.

El volteó a mirarme al notar que yo no respondía porque estaba embobada apreciando su figura.

—Ahora que lo mencionas, siento que muero de hambre.—dije algo avergonzada porque me pilló mirándolo,  me guiño un ojo sonriéndome espléndidamente mientras sacaba unos boxers blancos de una cómoda que estaba frente a la cama y se los ponía.

—De acuerdo. Llamaré para que envíen los waffles mientras te preparo una bebida.—me senté en la cama buscando algo de mi ropa y recordé que ambos nos desvestimos en la sala. Perfecto ahora tendría que ir desnuda hasta el recibidor en busca de ella (aunque por supuesto mis inseguridades no eran validas dado que ya Ethan me había visto desnuda, bueno y mucho mas que verme en realidad).

—El baño esta justo allí por si necesitas ir.—señaló a mi izquierda.—Te veo afuera preciosa.—se despidió con una sonrisa ladeada que podía provocar un infarto a cualquiera que la viese.

Cuando cerró la puerta y estuvo fuera de la habitación ya sin su presencia turbadora tuve un leve momento de lucidez ¡Por Dios! Me había acostado con un hombre del cuál no sabía más que su nombre y bueno también sabía que él me volvía loca pero la verdad es que comencé a sentir miedo de lo que él podría estar pensando de mi justo ahora.

No, no, no April no te permitas pensar en eso ahora. No pierdas los estribos con el justo afuera-Pensé-  antes de que mi mente tomara un rumbo que sabía me llevaría al descontrol.

Me levanté y dirigí al baño. Cuando entré en este lo primero que absorbió mi atención fue el espejo de cuerpo completo donde me reflejaba totalmente desnuda, me evalué por unos segundos, mi cuerpo estaba sonrosado en algunos lugares donde Ethan había hecho presión con sus labios ¡oh cristo sus labios!

Me arreglé un poco el cabello con los dedos y abrí el grifo del lavamanos y dejé caer un poco de agua en mi rostro que lucía exactamente como debía; como el rostro de una mujer que acaba de hacer el amor… no. Sólo acababa de tener sexo. Tenía que diferenciar eso desde ya.

Tomé una de las toallas que estaban guindadas cerca de la ducha y rodeé mi cuerpo con ella cubriendo al menos mis zonas intimas porque la toalla era pequeña. Salí del baño y luego de la habitación. Guíe mis pasos por el ENORME Pent-house que hasta ese momento no me había fijado lo hermosamente decorado que estaba (y como si estaba ocupada en….. bueno en él).

Ví y rocé con mis dedos los lujosos muebles y una hermosa alfombra color chocolate cubría todo el piso las paredes eran blancas con varios cuadros abstractos que no dude ni un segundo de su autenticidad. En un extremo había un lujoso mini bar donde divisé varias botellas de Whisky, Brandy, Vino y muchas otras botellas que no reconocí dada a mi poca experiencia con el licor.

Un par de pasos más y me atrapó su mirada desde la cocina en forma de isla. Se encontraba sentado en uno de los taburetes con un vaso en su mano y este contenía unos cubos de hielo y un liquido broncíneo. Me sorprendió verlo tomando a esas horas y además su rostro reflejaba algo distinto estaba mirándome fijamente pero ¿con qué? ¿Angustia? Me detuve y le devolví la mirada llena de interrogantes. Luego el rompió el contacto visual y tomo otro vaso lleno de un liquido totalmente distinto era té helado; me lo ofreció y lo tomé sin dudar.

TERCER ENCUENTROWhere stories live. Discover now