LA CITA

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                    La Cita

Nate ya dormía plácidamente y yo me preparé para sumergirme en la tina con aceites y esencias en un intento de relajarme y lograr conciliar sueño en cuanto me acostara. Mi mente no dejaba de divagar en lo que sería el día de mañana y estar nuevamente junto a él.

Luego de mi baño relajante me preparé un té y me fui al balcón para respirar la paz que traía la noche. Sonó mi celular avisando que me había entrado un sms al WhatsApp... casi me ahogo con mi té cuando vi que Ethan me había escrito y abrí el msj apresuradamente:

**Espero que tengas una hermosa noche.** 9:15pm

**Igual para tí.** 9:16pm

**¿Que estas haciendo conmigo April?** 9:17pm

¿Me estaba preguntando eso en serio? ¡Dios Ethan! Me estás volviendo loca. No sabía ni que responderle solo sentía una repentina necesidad de tenerlo cerca.

*También es extraño para mí.** 9:21pm.

**Espero que sea "extraño bueno" tal como lo es para mí.** 9:19 pm.

Sonreí como tonta ante el teléfono.

**Aún es muy pronto para definirlo.** 9:20 pm.

**Lo comprendo, aunque eso no cambia el deseo de verte.** 9:21 pm.

Por un momento me faltó el aire cuando leí lo que escribía. Si en algún momento creí que podría conciliar el sueño pues esa posibilidad acababa de irse al inframundo.

**Te veo mañana entonces.** 9:21 pm.

**De acuerdo. Descansa April.** 9:22 pm.

**Igual tú.** 9:22 pm.

Y eso fue todo. Un par de mensajes y me alteraba el organismo por completo y me complacía saber que él sentía lo mismo. Ya no hubo té ni ducha que pudiera relajarme más qué el hecho de saber que él también se había ido a la cama pensando en mi.

Al final logré dormir un par de horas y desperté antes de que sonara el despertador con la emoción y la ansiedad latente. Me di una larga ducha y luego le preparé el desayuno y los bocadillos para el colegio a Nate. A la hora de vestirme mientras Nate desayunaba me sentí abrumada por no saber que usar para nuestra primera cita terminé eligiendo unos pantalones nude altos con una blusa azul celeste ceñida y unas sandalias bajas en color nude y me hice un moño dejando varios mechones cayendo al descuido.

Me miré al espejo empolvé un poco mi rostro y le di color a mis labios, tomé unos aretes de tamaño mediano, un reloj casual, un collar de corazón y me sentí satisfecha, lucia muy bien. Usé mi perfume de ocasiones especiales y salí a llevar a mi hijo al colegio.

—¡Mamá que linda estas!—dijo Nate al verme con sus ojitos muy abiertos y llenos de brillo.

—¿Te lo parece? Hoy decidí ponerme esta ropa que llevaba tiempo sin usar.—No sabía que decirle exactamente. No me atrevía en lo absoluto a decirle que tenía una cita.

—Si y ese perfume también huele genial mami.—agregó y me sonrojé dandome cuenta de lo perceptivo que podía llegar a ser.

Quizá debí haberlo llevado al colegio y luego volver para terminar de arreglarme. Hice una pequeña nota mental.

—Bien. Entonces tengo un hijo muy perceptivo por lo que veo...—comenté mientras él sonreía sin quitarme la vista.

—... De acuerdo. Iré a desayunar con un amigo... y tu tía Ghail.—no tenía importancia que se lo mencionara dado que no significaba nada (o mejor dicho todo pero no era propicio). Quizá después de está mañana no nos volveríamos a ver, no sabía que esperar realmente.

TERCER ENCUENTROWhere stories live. Discover now