Capitulo 32: Principe Tsundere y Prometida Densa

464 48 66
                                    

Cezar Dahl:

"¡Lord Cezar, es peligroso pararse en la parte trasera del barco de ese modo! ¡Vuelva adentro, por favor!"

Estaba en la cubierta, apoyado en la barandilla y mirando al mar solo suspiré, teniendo cuidado de no ser escuchado.

Sorcié nos había prestado este barco, y era mucho mejor que los maltrechos y endebles de nuestro país.

Incluso la barandilla de la parte trasera era sólida ¿qué van a saber ellos? Estas personas nunca habían visto otro país más que el suyo y no sabían nada del mundo, solo volví a la habitación que había sido preparada para mí.

"Bienvenido de nuevo, Lord Cezar." Me dijo Janne, mi criado y amigo de la infancia, tan pronto como entré.

"De verdad, Janne, no me llames así cuando estamos solos. Sabes lo que pienso sobre ese tipo de formalidad." Le dije, molesto, y su expresión rígida volvió a su sonrisa habitual.

"Lo sé, claro, pero será mejor que practique. No querrías que la cagara en público, ¿verdad?" Dijo con el discurso informal que estaba tan acostumbrado a escucharlo usar.

"De todos modos, no eres del tipo que se equivoca." Refuté.

Incluso desde la infancia no recordaba ni una sola vez que hubiera estropeado algo.

"Tienes razón. Yo, el gran Lord Janne, no conozco nada más que el éxito." Dijo con una sonrisa, confirmando mi teoría.

"Eso es genial. Por cierto, ¿no pretendería el gran Lord Janne ser un Dahl? Llevar ese apellido es demasiado gravoso para mí." Dije en broma.

"Mi señor." Dijo, volviendo a su discurso ridículamente formal mientras dejaba caer teatralmente los hombros.

"Jamás podría. El más bendito de los apellidos pertenece a la familia real, y como tal, será usted quien lo lleve, oh Lord Cezar Dahl." Esperaba ese tipo de respuesta, así que suspiré y me olvidé de eso.

De hecho, ese era mi nombre: Cezar Dahl, Príncipe de Ethenell.
Aunque, todavía no estaba acostumbrado. Hace apenas unos meses yo todavía era simplemente Cezar el mercenario, vagando de un país a otro.

Mi destino cambió cuando el lascivo rey de Ethenell se interesó por mi madre, que formaba parte de una compañía de artistas que viajaba en el extranjero, y la obligó a vivir en el palacio.

Eventualmente se aburrió de ella, pero en ese momento, ella ya estaba embarazada de mí y por lo tanto no podía permitirse el lujo de irse.

A pesar de estar sola en un país que ni siquiera conocía bien, mamá hizo todo lo posible para criarme sola. "Cuando seas mayor, dejemos este lugar y viajemos juntos por el mundo." Solía decir siempre.

Como ex animadora ambulante, aún no se había rendido en ver mundo aunque me preguntaba si la vida en ese país desconocido fue lo que la debilitó.

La enfermedad me la quitó cuando apenas tenía seis años, y luego me quedé solo.

El palacio estaba lleno de mujeres y niños, y a nadie le importaba un pequeño huérfano como yo. Estaba en el epicentro de la nobleza del país y, aun así, corría el riesgo de morir de hambre.

Sin embargo, a pesar de todo, alguien me ayudó: mi medio hermano, que ahora era el rey de Ethenell. Era nueve años mayor que yo y, por lo tanto, acababa de convertirse en adulto- uno joven pero talentoso.

Su madre era una noble muy conocida y él ya era uno de los mejores candidatos para suceder a su padre como rey.

Era como alguien de un mundo completamente diferente.

La Siguiente Vida para estos DesafortunadosWhere stories live. Discover now