⚜Ｒａｓｔｒｏ ｄｅ Ｓａｎｇｒｅ ｙ Ｍａｇｉａ⚜

17. Primera vista

Anteriormente...

" El sol mañanero se hacía cada vez más fuerte y caliente. Si había algo que le gustaba de la primavera era el sol de la mañana. Como se sentía. Iba tan distraída disfrutando del aire del pueblo, de la mañana tan hermosa y tan libre que siquiera notó el auto que venía y que estaba tan cerca de coalicionar contra ella..."

El auto frenó justo y la híbrida se sobre exaltó al verlo a escasos centímetros del lugar donde estaba parada.

Era un challenger azul celeste. No podía ver al conductor.; Pero ella estaba seria, se quedó como tildada, de cierta forma, no reaccionó instantaneamente.

Y cuando lo hizo, pegó varios gritos dirigidos al conductor del auto.

— ¡¿QUE TE PASA?! ¡¿NO VES QUE VOY CRUZANDO?! ¡CASI ME MATAS!

N era cierto que casi la mataba, pero tenía que defenderse.; Solía tener esas reacciones tardías y un tanto erradicas.

El conductor del auto se bajó del mismo despacio, despreocupado al parecer.; Se quedó viéndole a la joven unos segundos sin reacción aparente a los gritos que la jovne hacía desde el medio de la calle.

— Tu eres la que no iba fijándose.

Simplemente respondió un tanto serio; Sus facciones finas, sus ojos azulmarinos, su atuendo de cuero, su cabello negro, todo resaltaba a la perfección bajo el sol matutino.

Hopie simplemente se quedó tildada al verlo. Era un adonís el hombre allí parado.

— ¡¿Qué?! Yo si iba fijándome, quizás no en la calle pero si en el camino.

Se excuso la jovencita no sin antes pegar un ligero grito agudo. Podría ser capaz de dejar sordo a cualquiera que la escuchase gritando de esa forma.

— Ajam...lo que digas. ¿Vas a quitarte del camino ahora? No sea cosa que te lleve arrastrando hasta el hospital.

Replicó un poco seco e irónico. Sonriendo medio de lado, obviamente sonrisa ladina era irónica al igual que su pequeño chistesito.

La híbrida rodó los ojos, era capaz de enfretársele pero, optó por no hacerlo y mantenerse tranquila, ya tenía suficiente con que lidiar. Otro problema más no quería. Caminó hacía la vereda de enfrente y siguió su camino, lo miraba medio de reojo pero no se giraba por completo en su dirección. Por alguna razón tuvo esa sensación de qué, de alguna forma...le conocía.; Escuchaba a los lejos como el motor del Challenger arrancaba nuevamente su marcha.

En el centro de la plaza, Hope se detuvo un instante y volteó su cuerpo completamente hacía la direccion donde había estado el auto detenido, lo miró mientras se alejaba de allí.; Esa extraña sensación de cercanía que tuvo con respecto aldueño del mismo, era algo que no había sentido antes. Siquiera sabía que significaba pero, si de algo estaba segura, era que lo sentía.

La mansión Salvatore parecía colmada de gente: Entre Lily, sus herejes y todos los que parecían tener un pase libre para estar allí; Damon simplemente no lo toleraba.

Las fuerzas que acumulaba en lo profundo de su ser Damon Salvatore para no asesinar a nadie que lo molestase en su propia casa era de una extrema fuerza de voluntad. Simplemente salía del lugar a beber, conducir como un maniático demente su challeger, irse de fiesta. Cualquier cosa que lo ayudase a no pensar o no tener deseos de matar.

PeRO últimamente se le hacía casi imposible el deseo de matar. De drenar gente así porque si, incluso estuvo a punto de atropellar a una inocente joven sin más en pleno día, en plena calle principal;. O incluso el deseo de ir a la bóveda familiar, entrar y meterse en la cabeza de su amada Elena.

En ese punto ponía más énfasis de no romper su regla, su acuerdo para con Bonnie y con la propia victima allí dormida.

Damon descendió de su auto y fue directo a la puerta de entrada de la mansión. Ingresó en la misma y fue directamente al living, donde se sirvió una copa de su amado bourbon. Ese licor que lo ayudaba a apaciguar momentaneamente sus penas, su dolor, su memoria.

Pero ahora tenía esa rara sensación de vacío regresaba a él como una marea.; Pestaneó varias veces sostuvo fuertemente el vaso que tenía en mano y, con toda la furia del mundo arrojó el mismo contra la chimenea apagada, haciendo que el vaso se volviese tan solo pedasitos mínimos de cristal rotos entre los leños que allí yacían sin prender.

Estaba enojado. Molesto. Y esa era la única forma en la que podría descargar todo lo que sentía.

Bonnie apenas se asomó al umbral de la habitación y se quedo viendo la escena. Enarcó una ceja y decía a la par que entraba en el salón.

— Woow..parece que alguien no esta de buen humor.

— Bonbon no molestes.

Replicó secamente el hombre.;

Bonnie ya sabía que estaba mal. Últimamente la situación de vampiro empeoraba, y cada vez que estaba por salirse de la linea "normal", la bruja le recordaba que le diría su propia amiga y amor del vampiro en ese momento.

La bruja Bennett quería cuidarle, mantenerlo en linea antes que él hiciese algo de lo que pudiese arrepentirse. Pese a que si ella muriese Elena regresaría, Damon se abstenía de lastimar a la bruja. Era su única amiga fiel, la única que le quedaba y no iba a herirla así porque si...

— No es molestar. Es simplemente ver que sigas en linea..

Replicaba la bruja como si fuese lo más normal del mundo.; Él se giró hacía ella y le quedo viendo unos segundos. Tenía una mirada perdida, incluso un poco culposa -Por decirlo de una forma-

— Estoy en linea, Bonbon.

Esa miradita...Bonnie la conocía. En los últimos años esa mirada implicaba que había estado por hacer algo de lo que se arrepentía.

— Te conozco lo suficiente para saber que algo pasó.. ¿Que fue esta vez?

Preguntaba a medida que se sentaba en uno de los sofás simples del living, sin perder de vista al vampiro. Estaba preocupada.

Damon tan solo agacho la mirada hacía un costado y suspiro pesado. Luego de unos segundos, volvió la mirada con dirección a su amiga y confesó.

— Casi atropello a una inocente. ¿De acuerdo? Casi mato a una niña que tan solo iba cruzando la calle. Apreté el acelerador con todo gusto y, no se porqué opté por frenar. Quería pasarla por encima pero...no pude.

— Waaaw.. Quizás porque al final la tomaste como lo que era...una inocente.

Razonó la bruja sin más.

El vampiro soltó otro suspiro, esta vez más largo e hizo una mueca, asentando muy levemente.; Bonnie notó ese leve gesto y le dedico una tenue sonrisa.

Al final, terminaba haciendo lo que era correcto y no lo que quería hacer, obviamente era lo incorrecto.