𝕽𝖆𝖌𝖓𝖆𝖗𝖔𝖐-𝖙𝖚𝖗𝖓𝖊𝖗𝖎𝖓𝖌: 𝕱ø𝖗𝖘𝖙𝖊 𝖗𝖚𝖓𝖉𝖊

Start from the beginning
                                    

Y sin embargo aquí los veían. Cientos de humanos de todas las clases y las épocas parándose en las veredas o asomándose por las ventanas, postigos y balcones, observando con expectaciones inmensas el árbol áureo y sintiendo el destino colectivo de toda la vida del género humano corriendo a través de las gentiles ráfagas doradas que llovían sobre ellos. Odiaban tener que compartir esta misma gracia con ellos, pero a quién más odiaba todos ellos... Era a la Reina Valquiria que los trajo a todos aquí y quien propuso la blasfema idea de oponerse a la voluntad divina con violencia.

Entre los civiles se encontraban también pelotones de Pretorianos, todos ellos comandados por el Nacido de las Estrellas, quien también observaba desde los barracones de Pretorianos establecidos dentro de Asgard. Sirius Asterigemenos salió del edificio que había establecido como su cuartel general para operaciones militares. Caminó por el suelo de guijarro hasta el centro de la plaza, quedando de pie junto con el resto de los Pretorianos, todos ellos maravillados por la gracia divina que caía del cielo en forma de hojas etéreas. Muchos de ellos esbozaron rostros confusos; otros, muecas de incredulidad y gozo por sentir las ráfagas de gracia. 

Sirius era el único que no alzaba sus manos para sentir las hojas, ni mucho menos tenía un rostro confuso o de fascinación. La severidad de su semblante acompañaba su desconfianza hacia la gracia divina del árbol áureo; sabía que esta era la calma antes que la tormenta. Esto lo había vivido antes, no con un árbol áureo pero sí con el mismísimo Monte Olimpo durante la Thirionomaquia. Miró a su alrededor, teniendo una pena ajena por los jóvenes y/o ingenuos Pretorianos que desconocían lo que estaban sintiendo. Él aprendió a desconfianza de esta gracia divina, incluso siendo él un nacido de la misma. 

<<Brunhilde...>> Pensó, clavando su mirada en la lejana silueta del gigantesco Anfiteatro Idávollir. <<Lo que sea que vayas a hacer allí dentro, ni se te ocurra poner a Geir en peligro>>

___________________________

2
___________________________

≿━━━━༺❀༻━━━━≾

Geir persiguió a Brunhilde por los pasillos interinos del coliseo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Geir persiguió a Brunhilde por los pasillos interinos del coliseo. Su hermana mayor se había adelantado demasiado, mientras que ella se había quedado impactada en todo el recorrido, desde los carromatos por el camino principal (en el que recibieron una mezcla entre virotes de los humanos y Einhenjers y las miradas de desprecio y algún que otro abucheo de las deidades), hasta por los ascensores que las llevaron hasta los pasadizos que llevaban hasta la arena de combate. Al principio se había quedado confusa sobre hacia donde dirigían, pero nada más descubrir que se dirigían hacia el Anfiteatro Idávollir, comenzó a dejarse dominar por el nerviosismo. 

—H-Hilde Onee-Sama... —farfulló, abrazándose al brazo de Brunhilde, aún dentro del lujoso carruaje— ¿P-por qué estamos yendo hacia allá?

Record of Ragnarok: Blood of ValhallaWhere stories live. Discover now