𝕯𝖎𝖊𝖈𝖎𝖔𝖈𝖍𝖔

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Yoona;

Mi espalda tocó la suavidad de la sábana de su cama, la colonia de Jungkook estaba impregnada entre las sábanas y aquello me dejó embobada. Olían super delicioso, olían a él y eso me encantó.

Los besos de Jungkook bajaron hasta mi cuello, allí lamió y succionó a su antojo, de vez en cuando daba pequeñas mordidas haciendo que mi espalda se arqueé. Lo deseaba, quería estar con él esta noche, quería que me hiciera suya nuevamente. Lo que sucedió en su auto fue una pequeña parte de lo que haríamos esta noche. No pude contenerme, ambos deseamos esto, ambos lo queremos y eso es mucho más fuerte.

Ambos nos deseábamos más que antes.

Lo agarré de las mejillas y lo atraje para besarlo nuevamente, sus labios me encantaban que jamás me cansaría de besarlo, además de que también había extrañado sus besos, sus caricias, sus toqué y cada pequeño detalle de él. Mordí su labio inferior teniendo cuidado con su piercing y el gimió encima de mis labios.

— Quiero que esta noche grites mi nombre — Jadeé al escucharlo — No quiero que te contengas, Yoona. — Mordió el lóbulo de mi oreja y yo cerré los ojos por unos breves segundos.

Jungkook se arrodilló en la cama y agarró uno de mis pies. Sonreí ladina al ver que me quitaba los tacones para después besar mis pies con suavidad. Sus besos subieron por mis muslos y yo cerré los ojos disfrutando de cada pequeño toqué que el me brindaba. Jungkook empezó a quitarme el vestido con suavidad y luego lo tiro a algun rincón de la habitación. Sólo una pequeña lámpara alumbraba la habitación y esa pequeña lámpara sería testigo de lo que haríamos. Él miró mis pechos y no dudó en atenderlos como corresponde, sus lamidas y succiones hacían que mi espalda se arqueara, y que soltará gemidos por el placer que estaba sintiendo.

Jungkook atendió mis pechos por varios minutos en donde me sacó gemidos de lo más profundo de mi garganta. Sus besos bajaron por mi abdomen, allí paso su lengua haciendo que mi piel se ponga chinita. Sus lamidas bajaron hasta mi intimidad, allí empezó a besar y a lamer aún por encima de mis bragas rojas. Mi espalda se arqueó cuando su lengua jugó encima de mi clítoris, sentía mis bragas más mojadas que antes y no era solo por su saliva. Jungkook besó mis muslos y luego bajó mis bragas con lentitud, las tiro a algún lado de la habitación y luego acomodó su rostro en el medio de mis piernas. Le di más acceso abriendo más las piernas para el.

— He perdido y ahora te haré un oral con mi rica lengua — Sonreí de lado al escucharlo.

Yo le había dicho que tenía una rica lengua.

Su aliento chocó con mi intimidad haciendo que muerda mis labios. Jadeé al ver su cabeza metida entre mis piernas y no dude en poner mis manos en su cabeza para empezar a jalar su cabello. Su lengua dio una lamida que hizo que soltará un chillido por lo sensible que estaba, sus lamidas eran suaves y tortuosas para mí. Grité en un gemido cuando su lengua embistió mi entrada, se movía con ferocidad y su boca devoraba mi intimidad sin detenerse. Empecé a mover mis caderas en busca de mi anhelado orgasmo y luego de los minutos grité su nombre cuando me liberé en su boca.

Él se encargó de succionar mis fluidos, de saborearlos sin dejar ni un solo rastro de ellos. Mi respiración era muy agitada, tanto que sentía como si hubiese corrido un maratón, sentía las mejillas calientes y suponía que estaban rojas. Mi cuerpo daba pequeños espasmos y por mis labios salían pequeños jadeos entrecortados. Jungkook besó mi clítoris haciendo que jadeé por lo sensible que estaba en estos momentos, luego subio sus besos por mi abdomen, senos, clavícula, cuello y por fin mis labios. No sentía asco que me besará luego de que me haya hecho un oral, al contrario, eso me excitaba más y hacia que el beso fuese más húmedo.

𝐔𝐧𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 #𝟐 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora