𝐔𝐧𝐚 𝐮́𝐥𝐭𝐢𝐦𝐚 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 #𝟐 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤

𝕺𝖓𝖈𝖊

Un mes después.

Yoona;

Me removí en mi cama sin querer levantarme ya que tenía demasiado sueño. Anoche mi pequeña hija me había despertado muchas veces, me había levantado en la madrugada para preparar su biberón ya que le empecé a dar. También me levanté a cambiarle el pañal y casi que no se quedaba dormida.

En este mes la señora Jeon me había ayudado en las cosas esenciales de mi bebé, me explicó muchas cosas y se lo agradecí. Jungkook también venía a cada rato a ver a su hija, jugaba con ella y la pequeña estaba encantada con su padre. Lloraba cada vez que el se iba y a mi me tocaba calmarla. Jeon siempre le trae regalos, juguetes, ropa, pañales, comida y entre muchas cosas más. A mí también me ha traído muchas cosas, siempre me trae flores pero yo se las rechazaba y el no se cansaba de traerlas, también me traía mis comidas favoritas y eso sí lo recibía.

Habia hablado con Yoongi hace un par de días y me dijo que se vendría a vivir aquí a Seul, pues ya había terminado su carrera y hace poco había sido su graduación, lastimosamente no pude estar ese día con el. Yuna también llegaría mañana o al menos eso me dijo ella.

— ¿Molestaste mucho a mamá anoche? — Abrí mis ojos de sopetón al escuchar aquella voz.

Me senté en la cama y dirigí la mirada a la cuna de mi hija. Mis ojos se abrieron como platos al ver a Jungkook con la pequeña entre sus brazos, ella le sonreía encantada y el no se quedaba atrás.

Ellos tenían una hermosa conexión de padre e hija.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunté llamando su atención.

— Buenos días — Fue lo que me dijo con una sonrisa — La señora Yu me dejó entrar y mi hija ya estaba despierta. No quise despertarte porque la señora Yu me dijo que anoche la niña te despertó muchas veces.

— Si, ella no quería dormir — Murmuré levantándome de la cama — Aún tengo sueño — Murmuré bostezando

— Puedes dormír, yo cuidaré de ella. — Lo miré en silencio unos segundos — Enserio, puedo cuidarla.

— Ya me he despertado y no creo que me quedé dormida rápidamente. Además tengo que darle de comer.

— Yo ya lo hice — Enarqué una ceja — Le pedí a la señora Yu que me explicará cómo preparar su biberón y lo hice.

— ¿Tú le preparaste un biberón? — Pregunté incrédula y el asintió — ¿Tú?.

— Si, Yoona, yo. Lo hice bien y se lo di a mi hija, así que ya comió y está llena.

— ¿Le sacaste los gases? — Me acerqué más a ellos

— Si, pones su cabecita en el hombro y le das golpecitos en la espalda, ¿No? — Asentí impresionada — ¿Puedo vestirla?.

— Hoy le toca baño — Me limité a decir para después besar la cabecita de mi hija — Hola preciosa — Ella sonrió dejándome embobada.

La tomé en brazos y besé su mejilla muchas veces haciendo que ella ría. Miré a Jungkook y el estaba observándome en completo silencio. Me dirigí al clóset con mi hija y de allí le saque una muda de ropa de las que Jungkook le había regalado. Dejé la ropa encima de la cama y luego a mi bebé, le quité su pijama y ella empezó a meter su dedito del pie a la boca mientras que sonreía.