Capítulo 41

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La quería besar el resto de mi vida, pero tuve que separarme de ella porque alguien no dejaba de insistir con llamarme. Corté la llamada como cuatro veces. No entendía porque seguía llamándome. Miré el nombre en la pantalla. Era Iván. Esta vez le conteste.

—Apuñalaron a Iván.

—¿Lucas? ¿Cómo que apuñalaron a Iván?

—Tenés que venir al hospital, Rodrigo. Él perdió mucho sangre y nadie me dice nada.

—Envíame ubicación y ahora voy.

—Vení rápido, por favor.

La llamada se cortó. Lucas parecía tener la voz quebrada y eso me hizo saber que esto era serio.

—Tenemos que ir al hospital, Lola.

—¿Y por qué tenemos que ir al hospital?

—Lucas me dijo que Iván fue apuñalado y perdió mucha sangre.

—¿Iván esta muerto?

La miré con los ojos bien abiertos.

—No, no digas eso, Lola.

En realidad no sabía como estaba Iván, pero no creía que este muerto.

—No quiero ir al hospital.

—Pero no puedo dejarte sola.

—No va a estar sola —me di la vuelta para ver a Bautista. —Tenemos planes.

—¿Qué planes? —le pregunté, molestándome en un segundo.

Intenté calmarme porque no había tiempo para esto. Tenía que irme al hospital.

—Me tengo que ir. Cuídala, Bautista.

—No te preocupes, Rodrigo —contesto él.

—Chau Lola, Lola.

—Chau Rodrigo.

—Chau Rodrigo —repitió él.

Media hora después estaba llegando al hospital, solo me faltaban unas cuadras. En todo el camino no había podido de dejar de pensar en todo lo que estaba pasando. Me estaba mareado de tanto pensar. No me gustaba que Lola estuviera con Bautista, me molestaba, pero eran solo amigos y sé que aunque él gustara de ella no intentaría nada. Por otro lado. No sé como iba a mirar a Lucas después de enviarle ese mensaje, pero tampoco era lo importante ahora. Iván estaba de seguro internado y Lucas lo que menos va a pensar es en mí.

Lucas estaba parado con la mirada perdida cuando lo encontré en la sala de espera. Me miró asustado cuando le toque el hombro. No se dio cuenta que estaba cerca de él.

—¿No te dijeron nada sobre Iván?

—No, Rodrigo. No entiendo porque nadie en este hospital puede decirme algo sobre él.

Parecía preocupado. Y si, apuñalaron a su amigo.

—Para, Lucky. No te pongas así.

—¿Y cómo querés que me ponga, boludo?

—¿Sabes que le paso?

—Me intentaron apuñalar a mí después de robarme el celular, pero se metió Iván.

—¿Por un celular? Que mal que esta el país.

—Iván esta en una camilla desangrándose ¿y hablas sobre la situación del país? ¿Sos joda, Rodrigo?

—Tampoco se está muriendo.

Cerré los ojos al darme cuenta de lo dije. Lucas comenzó a balbucear cualquier cosa para después hablar en alemán. Se había alterado por lo que dije porque había una posibilidad de que pueda pasar.

Wenn er stirbt, sterbe ich.

—¿Eh?

En ese momento entro una enfermera a la sala de espera y no se me ocurrió otra idea que preguntarle sobre el estado de Iván. Lucas se tranquilizo un poco y dejo de hablar.

—Hola, disculpe. ¿Usted sabe como esta Iván Buhajeruk?

La enfermera miró unos papeles.

—Falleció hace una hora.

—¡¿Falleció?! —repetí, sin caer en lo que nos decía.

Lucas se cubrió la cara con las manos y comenzó a llorar.

—Disculpen, me confundí de apellido —nos dijo la enfermera. —Todavía no se sabe como esta porque estan atendiéndolo aún.

—Gracias —fue lo único que pude decirle antes de que se fuera.

—Me re asuste —soltó Lucas, un minutos después, secándose las lagrimas. —No me imagino mi vida sin Iván.

—También me asuste.

Nuestra pequeña conversación quedo ahí porque un doctor salió de una habitación y Lucas se acerco rápido a él, haciéndome saber que debía ser quién atendía a Iván.

—¿Cómo está él, doctor? —le pregunto Lucas.

—Esta fuera de peligro. Necesita descansar porque perdió mucha sangre, pero estará bien. Es probable que le demos de alta hoy mismo.

—Gracias doctor. ¿Cuando lo voy a poder ver?

—Pueden verlo ahora, pero rápido porque tiene que descansar.

Esperamos a que trasladaran a Iván a otra habitación para ir a verlo. Cuando entramos él estaba con los ojos cerrados. Pensé que estaba dormido, pero apenas Lucas cerró la puerta abrió los ojos y nos miró.

Ich liebe dich.

Lucas abrió la boca, parecía sorprendido de lo que sea que le dijo a Iván, pero era obvio que no le entendió. Mucho menos yo.

—No te entendí, Lucky —le hizo saber Iván.

—No quise decir eso...bueno, no sé, pero sí te...

—¿Cómo te sentís? —lo interrumpí, mirando a Iván.

—Me duele todo, pero estoy vivo.

—Encima que te hicieron eso no lo atraparon al chabón que me robo el celular —se quejó Lucas.

¿Entonces no vio mi mensaje?

—¿No recuperaste tu celular? —le pregunté a Lucas.

—No me importa recuperar el celular, Rodrigo. Lo digo porque no puede quedar impune de haberlo lastimado a Iván.

—Tenés los ojos rojos, Lucky —le dijo Iván. —¿Estuviste llorando?

—Pensé que estabas muerto.

—No pensé que te preocuparas tanto por mí.

—¿Sos boludo? Obvio que si le pasa algo a un amigo mío me voy a preocupar.

Iván se puso serio de la nada.

—Tengo que descansar —contesto Iván, sin mirarnos.

—Sí, bueno —agarré el brazo de Lucas. —Vámonos Lucky.

—Me quiero quedar con Iván.

—Escuchaste al doctor, Lucas. Tiene que descansar.

—Bueno —contesto de mala gana para caminar hasta la puerta, seguido por mí después de despedirnos con la mano de Iván.

Le escribí un mensaje a Lola diciéndole que Iván estaba bien para que no se preocupara. Me contesto con una foto. Era un dibujo de Iván como fantasma que decía: "vuela alto" con una paloma blanca y un pingüino con tulipanes en las aletas.

—Necesito un nuevo celular y otro número —me dijo Lucas. —Desactive todo.

—¿Te...puedo decir algo?

—¿Qué pasa, Rodrigo?

—Bueno, primero quería decirte que paso de la nada...

—No es necesario que me digas nada.

—¿Cómo? —lo miré, confundido al verlo ponerse serio.

—¿Pensaste que no lo sabía todo este tiempo, Rodrigo?

Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, CarreraaaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora