Capítulo veintitrés

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Lucas se me quedo mirando, esperando una explicación. La foto estaba mal sacada por lo que era difícil reconocerme, pero la descripción afirmaba que era yo en el puente con una chica misteriosa. No sabían que era Lola porque Lucas nunca la expuso a las redes y evitaba mencionarla para que no la molestaran. Entendí que por algo me lo pregunto tan tranquilo.

—¿Sos vos él de la foto, Rodrigo?

—No.

Él suspiro aliviado.

—Pensé que dejaste a mi hermana sola para chaparte con una mina.

Me había creído sin dudarlo un segundo. Me sentía mal porque eso demostraba la confianza que me tenía. Siempre fue confiado de los demás, pero conmigo era diferente. Éramos mejores amigos. Tampoco reconoció que la chica de la foto era su hermana. A este punto no sabía si preocuparme de que sea medio pelotudo o estar acostumbrado.

—Yo nunca dejaría sola a Lola.

—Me asuste igual. La foto no se ve bien y me creo las cosas fácil.

—¡Lucas! —lo llamo Germán.

—¡No grites!

—¡Estás gritando!

—¡Te dije que no grites!

—Lucas, acordate de Lola —le dije. —Le puede hacer mal.

—Le puse paneles a todas las paredes. No nos escucha.

—Bueno, me tengo que ir.

—Mañana tengo que buscar los resultados.

—¿Que resultados?

—Para saber si soy el papá de Gonzalo.

—¿Y quién cuida a ese bebé?

—Le contrate una niñera porque no puedo estar pendiente todo el tiempo. Tengo que hacer muchas cosas y se acerca la velada del año II.

—Tenés razón.

—¿Me podes acompañar? Esto es importante para mí.

—Sí, obvio que voy a estar con vos en ese momento.

—Y cuando los resultados den positivo voy a tener la vida que siempre quise. Solo me faltaría una novia.

—¡Lucas! —lo llamo Germán.

—Chau Rodrigo. Nos vemos.

—Chau Lucky.

Sentí que podía respirar de nuevo cuando salí de ese departamento. Pensé que en cualquier momento se le iba a prender la lamparita a Lucas y se iba a dar cuenta que si era yo el de la foto y la chica era Lola.

Llegué a mi casa justo para darle de comer a Barry y prender stream. Lucas prendía más temprano desde que tenía al bebé. Me dijo que pensó hasta dejar el stream, pero lo convencí de que lo podía seguir haciendo. Además este año le estaba yendo muy bien al igual que Iván. Estaba seguro que el streamer del año iba a estar peleada entre ellos dos.

La mañana siguiente me desperté con un mensaje de Lola. Le iba a preguntar que hacía despierta, pero me acorde que ella iba a la facultad como a las siete de la mañana. Miré la hora y estaba por salir de su última clase. Podía pasar a buscarla.

Lola, Lola
No puedo dejar de pensar en vos, Rodrigo. Es muy extraño.

Rodrigo
¿Por que es extraño para vos pensar en mí? Si sentís amor por mí esta bien que pienses en mí.

Lola, Lola
Nunca me paso eso antes con ningún chico.

Estaba ahí de nuevo, sonriéndole a la pantalla del celular.

Rodrigo
Yo también no puedo dejar de pensar en vos.

Lola, Lola
Quiero verte.

Rodrigo
¿Y si te paso a buscar a la facultad? No voy a poder verte más tarde.

Lola, Lola
Bueno.

Rodrigo
Te quiero.

No me contesto, pero creo que fui rápido en decirle eso. Borré el mensaje, pero era tarde. Ella lo había leído. No podía dejar de repetirme que era un boludo.

Tuve que ir casi corriendo a la facultad para no llegar tan tarde. Cuando llegué busqué por todas partes a Lola y la encontré caminando a lado de Bautista.

—Deberíamos juntarnos de nuevo a ver otro documental de pingüinos —le dijo él.

—Conoces muchos documentales de pingüinos.

—Me gustan verlos con vos.

No podía ocultar mi enojo por lo que le decía. Era re chamuyero. Me daba cuenta de lo estaba haciendo y las intensiones que tenía con ella.

—Lola, Lola —la llamé, sin disimular mi enojo hacía él.

—Hola Rodrigo.

—Hola —susurro Bautista, dejando de sonreír.

—Bautista me va a mostrar un nuevo documental de pingüinos.

—¿En serio? —pregunte, mirándolo serio.

—Sí.

—¿Ustedes solos?

—Solo somos amigos —me contesto él.

—¿Estás enojado? —pregunto ella.

—No.

—Si, lo está —dijo Bautista.

—¿Por qué estás enojado, Rodrigo?

—No estoy enojado.

—Bautista me dijo que si lo estás.

—Vámonos Lola.

—Bautista...

—Sin él.

—Pero él siempre me lleva a casa.

—¿Ese no es el streamer Carreraaa? —escuche que pregunto un chico atrás de nosotros.

En menos de un minuto un montón de gente vino hacía mí, empujando a Lola. Vi como ella comenzaba parpadear más rápido y levantaba sus brazos para golpearse su cabeza. Intenté llegar a ella, pero no podía. Le estaba dando un ataque y no podía hacer nada para ayudarla. Esto era mi culpa.

Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, CarreraaaWhere stories live. Discover now