Capítulo 35

865 91 20
                                    

Me desperté con un dolor de cabeza insoportable. Había tomado un montón anoche y aproposito. Lucas me la paso toda la noche mostrándome fotos que le enviaba Bautista de Dolores, y no soportaba verlos juntos. Intenté olvidarla con cerveza y diferentes tragos, pero no sirvió de nada porque hasta soñé que ella me decía que todo fue una mentira y me amaba.

No sé como pude creérmelo si ella no podía mentir.

Me levanté de la cama para salir de la habitación sin importarme lo mal que me veía. Necesitaba tomar agua. Tenía mucha sed.

—¿Rodrigo?

—¿Dolores?

Ella comenzó a mover sus manos sin parar y parpadear rápido.

—¿Qué te pasa?

—Te ves terrible.

Le sonreí porque debía ser verdad. No me podía sentir enojado con ella. No ahora. Entonces pensé que esto era un sueño porque ella no debería estar levantada a las cinco de la mañana.

—¿Te puedo dar un beso? —le pregunté. —Por favor.

—No podemos darnos un beso porque no somos más novios.

—Sí podemos darnos uno aunque no seamos novios, ¿No querés besarme?

—Sí, quiero.

Me acerqué a ella hasta que mis labios tocaron los suyos desesperados por no sentirlos hace mucho tiempo. Esto se sentía como un sueño y no quería despertar. Me separé un poco de ella para dejarle un beso en la mejilla.

—Te amo Lola, Lola.

Ella se sorprendió. Entonces me di cuenta de lo que dije, y que esto no era un sueño.

—¿Me amas?

No le iba a mentir porque lo dije con el corazón.

—Sí, te amo.

Ella no contesto.

—¿Vos me amas, Lola, Lola?

—No.

Nunca pensé que una sola palabra me doliera tanto como ahora.

—No sé —soltó después.

Ella no sabía que sentía y lo entendía, pero me gustaría que lo tuviera claro porque me lastimaba.

—No importa, Dolores.

—¿Estás enojado?

—No, no estoy enojado.

—¿Entonces por qué me llamas "Dolores?

—Ese es tu nombre.

Estaba siendo un forro de nuevo, pero no creo que ella se hubiera dado cuanta de eso.

—¿Te puedo pedir algo, Rodrigo?

—Sí, lo que quieras.

—¿Me podes dar otro beso?

La miré con la boca abierta, pero la cerré rápido para asentir con la cabeza.

—Los que quieras cada vez que me lo pidas.

Esta vez ella se acerco a mí para besarme. Estaba haciendo un enorme esfuerzo por intentar no tocarla. La quería entre mi brazos, pero me resistí lo mejor que pude a agarrarle la cintura para atraerla más a mí. Nos separamos unos segundos para después volver a besarnos y así estuvimos no sé cuanto tiempo.

Entré a mi habitación con una sonrisa que no podía disimular. Iván me miró con los ojos entrecerrados, pero no dijo nada sobre el tema. Estaba con la mirada en su celular, pero me di cuenta que no era suyo, era el mío.

—Pensé que había perdido mi celular —le dije, intentando agarrarlo, pero él no me dejo.

—¿Te están amenazando?

—¿Que haces leyendo mis mensajes?

—Te estaban llamando y conteste —explicó. —Ni siquiera pude decir hola que ya estaban diciendo que iban a exponer todo, Rodrigo.

—Ah.

—¿Ah? ¿A que se refieren con exponer todo? ¿Quién es?

—No sé quién es, pero creo que con exponer todo se refiere a que tuve una relación con Lola.

—¡¿Que?!

—¿Escuchaste su voz? ¿Era hombre o mujer?

—Una voz distorsionada, pero sonaba masculina.

Me quedé pensando en quién podía ser el desconocido. No muchos sabían que tuve una relación con Lola. No que yo supiera. Estando en coma ella pudo decírselo a cualquiera y por eso no dude de los únicos que pensaba que lo sabían como Iván y Germán.

—¿Por qué estás tan tranquilo, Rodrigo?

—¿Querés que me ponga a llorar desconsoladamente?

—No, pero preocupate un poco ¿no? Si exponen tu relación con Lolita la van a acosar todo el tiempo, y ni hablemos de como reaccionaría Lucas.

—Le voy a contar a Lucas la verdad.

—¿Seguís sin caer, Rodrigo? No importa si él lo sabe o no. Se trata de Lolita. Lucas no la expuso para que ahora otra persona lo haga.

No había pensado en eso.

—¿Qué es lo que quiere esa persona de vos, Rodrigo? Porque sino no te estaría amenazando con esto.

—Sabes que no sé que quiere.

—¿No te dijo nada?

—No. Solo me tiró que sabía la verdad.

—¿Y no sabés quién es?

—No. Solo Germán y vos saben.

—No creo que Germán sea el de los mensajes.

—¿Qué mensajes? —nos pregunto Lucas, cerrando la puerta a sus espaldas para acercarse a nosotros.

Lo miramos sin decir nada.

—¿De qué estaban hablando? —insistió Lucas. —¿Es sobre mi cumpleaños?

—Sí —soltó Iván.

Lucas le sonrió.

—Entonces no pregunto más. ¿Nos vamos, Ivi?

—¿Ivi? —repetí, tentándome.

Iván me miró mal por unos segundos para después sonreírle a Lucas.

—Sí, vámonos.

—¿A dónde van? —les pregunte.

—Vamos a pasear un rato y volvemos para cambiarnos —contesto Lucas.

—¿Y Lola?

—Con Bautista en mi habitación.

Un foco se prendió en mi mente apenas ellos se fueron. Bautista era uno de los que sabía que tuve una relación con Lola. Podía tranquilamente ser él, pero no estaba seguro, ¿Por qué le importaría que esté o no con Lola? Descarté rápido la idea, pero después de él no había nadie de quién sospechar.

Lola, Lola ; Rodrigo Carrera, CarreraaaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora