Capítulo 28

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Narra Lesath.

-Lesath, es hora de irse.- dijo Fred tocando la puerta del baño.
-Sí, ya voy.- respondí mientras terminaba de retocar las ojeras que tenía.

No había podido dormir. Había tenido esa horrible pesadilla una vez más, y lo peor es que no tenía a Draco al lado para tranquilizarme, no quise despertar a ninguno de los chicos, incluso llegué a salir de la madriguera para tomar aire fresco. Camine hacia una colina con Foxy y Crookshanks siguiéndome, me quede ahí hasta el amanecer. Regresé antes de que todos despertaran.

-Tardaste mucho en el baño mujer.- me dijo George una vez que salí de éste.
-Creímos que saldrías toda elegante ya que hoy verías a tu novio.- siguió Fred.
-Me vestiré allá, además yo sé cómo nos iremos al partido, por lo cual quiero ir cómoda.- dije bajando las escaleras.
-¿Cómo es que nos iremos?- preguntaron los gemelos.
-¿Cómo que tenemos que caminar hasta la sede de los mundiales?- escuchamos decir a Harry.
-No, no, eso está muy lejos.- dijo el señor Weasley, sonriendo. -Sólo hay que caminar un poco. Lo que pasa es que resulta difícil que un gran número de magos se reúnan sin llamar la atención de los muggles. Siempre tenemos que ser muy cuidadosos a la hora de viajar, y en una ocasión como la de los Mundiales de quidditch...-
-¡George!- exclamó bruscamente la señora Weasley, sobresaltando a todos. 
-¿Qué?- preguntó George, en un tono de inocencia que no engañó a nadie.
-¿Qué tienes en el bolsillo?-
-¡Nada!-
-¡No me mientas!- La señora Weasley apuntó con la varita al bolsillo de George y dijo: -¡Accio!- Varios objetos pequeños de colores brillantes salieron zumbando del bolsillo de George, que en vano intentó agarrar algunos: se fueron todos volando hasta la mano extendida de la señora Weasley.
-¡Les dijimos que los destruyeran!- exclamó, furiosa, la señora Weasley, sosteniendo en la mano lo que, sin lugar a dudas, eran más caramelos longuilinguos. -¡Les dijimos que se deshicieran de todos! ¡Vacíen los bolsillos, vamos, los dos!-

Fue una escena totalmente desagradable e incómoda. Evidentemente, los gemelos habían tratado de sacar de la casa, ocultos, tantos caramelos como podían, y la señora Weasley tuvo que usar el encantamiento convocador para encontrarlos todos.

-¡Accio! ¡Accio! ¡Accio!- fue diciendo, y los caramelos salieron de los lugares más imprevisibles, incluido el bolsillo de la chaqueta de George y el dobladillo de los vaqueros de Fred.
-¡Hemos pasado seis meses desarrollándolos!- le gritó Fred a su madre, cuando ella los tiró.
-¡Ah, una bonita manera de pasar seis meses!- exclamó ella. -¡No me extraña que no tuvieran mejores notas!-

El ambiente estaba tenso cuando nos despedimos. La señora Weasley aún tenía el entrecejo fruncido cuando besó en la mejilla a su marido, aunque no tanto como los gemelos, que se pusieron las mochilas a la espalda y salieron sin dirigir ni una palabra a su madre, yo agradecí y salí detrás de ellos.

-Que bueno que su madre sólo los revisara a ustedes, no podría imaginar la cara que haría si viera que yo también traía caramelos.- dije murmurando cuando llegue a su lado.
Ambos gemelos me miraron sorprendidos.
-¿Agarraste caramelos y saliste sin que nuestra madre se diera cuenta que traías?- dijeron al unísono y yo asentí.
-Fue fácil, los guarde en una bolsita en la mochila.- dije abriendo la mochila y sacando la bolsita llena de caramelos.
-¡Oh mini Riddle!- exclamó George emocionado tomando los caramelos.
-Lesath, te besaría si pudiera.- dijo Fred feliz abrazándome.
Yo reí nerviosa por su comentario.
-Simplemente estoy apoyando lo que hacen chicos.- dije rascándome la cabeza.
-¿Entonces viajaremos en un traslador?- preguntó Ron llegando conmigo enganchando su brazo con el mío haciendo a un lado a Fred.
-¡Hey!-
-Así es, tendremos que subir la colina para llegar a donde está el traslador, por lo cual debemos caminar.- dijo el señor Weasley.
-¿Caminar?- dije mirando a ron y el asintió. -Ronnie, camine mucho estas vacaciones, mis piernas no dan para más.-
-¿Pero para embriagarte si das para más?- respondió riéndose y lo mire mal.
-Tendrás que cargarme así como Draco y mis hermanos lo hacía.-
-Estás loca, no puedo ni conmigo mismo.-
-No te preocupes, yo cargaré a Lesath.- dijo Fred metiéndose en la plática y Ron abrió los ojos exaltado.
-¡No! Yo lo haré, puedo hacerlo.- dijo tomando mi mano y alejándonos de ellos.
-¡Dijiste que no podías ni contigo mismo!- le grito Fred riendo.
-¡Dije que yo puedo hacerlo!- y me empecé a reír. -Mucha risa, veremos si te sigues riendo si le cuento a Draco sobre él como Fred se te insinúa.-
Dejé de reírme. -Sería la muerte de Fred, pero como tú quieras.-

Midnight Rain Where stories live. Discover now