Capítulo 25

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Narra Lesath

-¡Chicos!- exclamó Hermione mirando el reloj. -Tenemos diez minutos para regresar a la enfermería sin ser vistos. Antes de que Dumbledore cierre la puerta con llave.-
-Vámonos. Corran.-
Corrímos lo más rápido posible camino a la enfermería evitando que alguien nos viera. Hasta que escuchamos unas voces y tuvimos que escondernos en un lugar sumamente pequeño, estábamos los cinco sumamente apretados.
-Lesath, no te muevas.- me susurró Draco quien tenía detrás de mí.
-Es que el cabello de Granger está entrando a mis fosas nasales y me causa comezón.-
-Lo siento.-
-Les, te imploro que dejes de moverte.- dijo tomándome de la cintura para dejarme de mover. Y pude sentir como algo chocaba con mi trasero. Oh...
-Tenemos tres minutos para llegar.-
-Ya no se escucha nadie. Hay que salir rápido.- dijo Regulus.
-Hermione, ¿qué ocurrirá si no regresamos antes de que Dumbledore cierre la puerta?-pregunto jadeando Harry.
-No quiero ni pensarlo- dijo Hermione, volviendo a mirar el reloj. -¡Un minuto!- Llegamos al pasillo en que se encontraba la enfermería. -Bueno, ya se oye a Dumbledore.- dijo nerviosa Hermione. -¡Vamos, chicos!-
Seguimos por el corredor cautelosamente. La puerta se abrió. Vimos la espalda de Dumbledore.
-Los voy a encerrar.- lo oímos decir. -Son las doce menos cinco. Señorita Granger, tres vueltas deberían bastar. Buena suerte.-
Dumbledore salió de espaldas de la enfermería, cerró la puerta y sacó la varita para cerrarla mágicamente. Asustados, todos nos apresuramos. Dumbledore alzó la vista y una sonrisa apareció bajo el bigote largo y plateado.
-¿Bien?- preguntó en voz baja.
-¡Lo hemos logrado!- contesté antes que Harry lo hiciera. -Ambos huyeron.-
La razón por la que lo interrumpí fue porque no confiaba en Dumbledore, ese señor sabia cosas y estoy segura que las usaba a su favor.
-Bien hecho. Creo...- Escuchó atentamente por si se oía algo dentro de la enfermería. -Sí, creo que ya no están ahí dentro. Entren. Los encerraré.-
Entramos en la enfermería. Estaba vacía, salvo por lo que se refería a Ron, que permanecía en la cama y nos miraba entre sorprendido y confundido. Después de oír la cerradura, nos metimos en nuestras respectivas camas.
-Pero... estaban aquí y los vi desapacer. Y ahora están aquí, en menos de unos segundos.- decía ron confundido.
Los cinco nos reímos y un instante después, la señora Pomfrey volvió de su oficina con paso enérgico.
-¿Ya se ha ido el director? ¿Se me permitirá ahora ocuparme de mis pacientes?-
Venía de muy mal humor. Todos aceptamos el chocolate caliente que nos ofreció.
-Joven Malfoy, podría regresar a su cama, por favor.-
-Oh poppy, déjalo dormir aquí, por favor.- dije haciendo ojos de cachorro.
El semblante de Madame Pomfrey cambió.
-Está bien, pero compórtense.-
Todos estábamos bebiendo nuestro delicioso chocolate, por lo cual aproveche que estaban distraídos para hablar con Draco.
-¿Qué ocurrió hace un rato cuando estábamos encerrados?-
Draco se atragantó con el chocolate y yo solté una risita.
-Sabes bien lo qué pasó, Les.-
-No sabía que eso podía provocarlo.-
-Oh mon amour, tú provocas mucho en mí más de lo que crees.- dijo susurrando en mi oído para dejar después un beso en mi cuello.
-¡Draco!- murmuré.
-Se como te pones cuando te beso el cuello, me la debías por haberte pegado tanto a mí hace un rato.-
-No fue mi intención. Además no sé qué querías, ¿qué me pegara a Regulus?- dije rodando los ojos.
Draco me miró serio.
-Por supuesto que no.-
-Entonces cállate.-
Antes de que el rubio me contestara pudimos escuchar voces de enfado. Oh no. Ya se dieron cuenta.
-¡Hay que ver! ¡Despertarán a todo el mundo! ¿Qué creen que hacen?-
-Ya lo saben. Hazte el dormido.- dije quitándole el chocolate y poniéndolo en la mesita.
-Todavía no acababa de beber eso.- dijo quejándose.
-No me importa. Regulus hazte el dormido, ¡ya!-
El chico asintió y se acosto.
-¿Por qué te hizo caso a la primera?-
-Él me respeta, y por lo que veo tú no.-
-Yo si te respeto.- dijo para proseguir a acostarse. -¿Te puedes acostar? Quiero abrazarte.-
Me acosté rápidamente porque ya estaban más cerca las voces.
-No sabes lo mucho que me encanta dormir abrazado de ti.-
-A mi también me encanta, pero amor silencio.-
El chico asintió y cerró los ojos, yo hice lo mismo en cuánto escuché la puerta abrirse.
Me hubiera encantado escuchar la plática, pero creo que estaba tan cansada, porque en cuanto cerré los ojos quedé completamente dormida.
Cuando nos dejaron salir de la enfermería al día siguiente a mediodía, encontramos el castillo casi desierto. El calor abrasador y el final de los exámenes invitaban a todo el mundo a aprovechar al máximo la última visita a Hogsmeade.
Nosotros tres habíamos decidido irnos a la sala común para aceptar el final de nuestras vidas. Claramente los chicos, especialmente mis hermanos nos asesinarían por haber ido.
Entramos a la sala común con miedo, nos relajamos cuando no vimos ni un alma o eso habíamos creído.
-Hasta que se indignan a aparecer.- dijeron mis hermanos junto a los demás que estaban en la chimenea.
-¡Dios mío! ¿Cómo es que llegaron ahí? No estaban aquí cuando llegamos.-
-Un hechizo.- respondió Pansy.
-¡Están locos! ¡Estuvieron involucrados con la huida de Sirius Black!- exclamó molesto Mattheo.
-Entendemos que ayudará escapar al hipogrifo, pero ¿Sirius Black?- continuó Tom.
-¡Y lo peor es que sin mí!- dijo Blaise dolido.
-¡Blaise!-
-Lo siento.-
-Todo tiene una explicación...-
-Tú ni hables, que saliste corriendo al bosque para perseguir a Peter Pettigrew.-
-Draco iba detrás de mí... alto. ¿Cómo saben que perseguí a Pettigrew?- pregunté.
-Es verdad, ¿cómo lo saben?- preguntaron los Black a la par.
-Hablamos con Dumbledore.-
-Amenazaron.- corregí.
-Bueno amenazar, hablar. Es lo mismo Aradia.-
-¿Entonces por qué nos están regañando si ya saben lo que ocurrió?-
-Pusiste en riesgo tu vida, Lesath. Eres lo único que nos queda, nos preocupas.-
-Estuve con Draco y Regulus todo el tiempo.-
-Lo sabemos, ellos te estuvieron cuidando, pero imagínate que no hubieras arrastrado a Draco en esto, y que Regulus no hubiera ido después. Estarías sola, sabemos que te puedes cuidar sola, pero ¿y si algo te pasaba? No nos lo perdonaríamos.-
-Lo siento. No volverá a ocurrir.-
-Eso esperamos.- dijo Mattheo.
-Vayan a bañarse y descansen, se notan todavía cansados.- habló Tom.
Nosotros asentimos y antes de irme Pansy me abrazo.
-Me alegra saber que estás bien, eres como mi hermana, me volvería loca si algo te pasa.-
-¿Más de lo que ya estás?- dije riendo.
-Estúpida.- respondió rodando los ojos.
Empecé a subir las escaleras y la voz de mis hermanos me detuvieron.
-Lesath...-
-¿Sí?-
-¿No encontraste nada en el bosque?-
Sentí un escalofrío recorrer mi espalda.
-No, absolutamente nada.-
-¿Todo bien?-
-Todo bien.-
Ellos asintieron no muy convencidos por mi respuesta. Y yo subí a mi habitación para bañarme.
Una vez terminé, me vestí en el mismo baño y salí secándome el cabello.
-Diablos, yo quería verte en toalla.-
Solté un grito al escuchar la voz de Draco quien se encontraba acostado en la cama con Foxy en el abdomen.
-¿Qué haces aquí?- pregunté con una mano en el pecho. -Por poco te quedas sin novia por el susto que me causaste.-
-No exageres.- dijo divertido rodando los ojos. -Quería saber si te apetecía salir a nuestro segundo lugar especial o simplemente querías quedarte aquí acostados.-
Ya estaba vestida, así que bueno hay que aprovechar el outfit.
-Hay que salir. Pero llevamos a foxy con nosotros.- dije poniéndome labial.
-Hecho. ¿Le pongo su correa o me lo llevo cargando?-
-Ponle su correa, en el lago se la quitamos.-
El rubio asintió y tomó la correa morada de piel con incrustaciones de esmeralda. Se la puso a Foxy quien bajó de la cama de un brinco y ya estaba esperando que saliéramos.
-Vamos.- dije tomando la mano de Draco para salir de la habitación y cerrándola.
Íbamos caminando y no pude evitar sonreír al ver a Foxy caminar de una manera elegante y con clase.
-Le enseñe a caminar con elegancia.-
-Me imagine, porque yo no camino así como si fuera de la realeza.-
-Es curioso porque lo eres.-
-No lo soy, ni siquiera tengo un título y más importante una corona que me haga sentir de la realeza.-
-Eres una reina con o sin corona. Pero si quieres una, te la conseguiré.-

Midnight Rain Where stories live. Discover now