Sé fuerte (Bluey) [Pausada]

Capítulo 13: Tulipanes

El aroma de la tasa de café que sostenía en sus manos llenaba sus sentidos mientras veía el periódico en medio de la mesa, confiando en poder leer alguna buena noticia entre todas las secciones del papel. Bandit miraba por la ventana hacia el patio de afuera, sus queridas niñas jugaban con el hijo de su vecino Pat, mientras que su vecino se encontraba tendiendo la ropan en el jardín de su propia casa.

—¡No me puedes alcanzar! —grito Bingo.

Los pequeños seguían corriendo y gritando mientras se perseguían el uno al otro en una ronda de atrapadas. Aprovechando el momento de claridad que le había dado el contemplar la hermosa mañana acompañada de las buenas vibras del día, Bandit salió por la puerta del patio y se dirigió al cobertizo. Saco unas herramientas de jardinería, así como también un sombrero, unas botas y unos guantes desgastados y sucios para posteriormente acercarse a la cerca que delimitaba el espacio entre su casa y la de Pat.

—Buenos días Bandit, ¿Que tal la mañana? —pregunto el vecino sin quitarle atención a sus asuntos.

—Buen día amigo. Si, es bastante buena la mañana —respondio.

—Parece que vas a trabajar con tu jardín, ¿Necesitas ayuda con eso? —Pat soltó un momento la cesta de ropa para acercarse al borde de la cerca, apoyándose en esta.

—Oh, no, no es necesario, estoy bien. Además es algo que me gusta hacer solo, ya sabes... Por su significado —Bandit bajo la mirada hacia las macetas que estaban justo a sus pies, sonando algo disgustado.

—Si... te entiendo. Buena suerte con eso amigo —dijo Pat, volteando y dirigiéndose adentro de su casa.

Con un poco más de libertad para hacer su actividad preferida desde el incidente, si podria llamar paz el tener unos niños jugando y gritando justo a sus espaldas. Bandit comenzó a trabajar en la tierra. Quitaba las malas hierbas y regaba con cuidado cada una de las flores que tenía debajo de él, con especial cuidado en una parte en específico.

Eventualmente los niños acabarían su juego y Lucky volvió a su casa unos minutos más tarde. Ambas niñas se tumbaron cansadas sobre el pasto justo debajo de la sombra del árbol para tomar aliento.

Bingo se levanto del suelo pronto —Ire a tomar un vaso de agua —dijo para luego irse corriendo.

A solas ambos. Bluey sintió curiosidad por el trabajo que hacía su padre en el reservado trozo de tierra de apenas unos metros de largo justo al lado de los matorrales. Se acercó con lentitud y calma hacia Bandit y tocó su hombro:

—¿Que haces papi? —pregunto sonriente.

—Estoy haciendo cuidado del jardin, me gusta hacerlo de vez en cuando —Bandit se levantó y giro la mirada a la cara de su hija.

—¿De vez en cuando? ¡Lo haces todos los días! —discrepo Bluey.

Bandit río un poco antes de seguir —Supongo que si... Pero es algo muy importante para mí, por eso lo hago. Creo —dijo Bandit.

—¿Y que son esas? —señalo hacia unas flores peculiares color blanco— Parecen pequeñas tasitas.

La pequeña soltó unas risitas inocentes con su propio comentario, provocando también que su padre tuviera la misma reacción positiva. Bandit tomo de la pequeña mano a Bluey y la acercó hacia aquellos tulipanes que aún no habían terminado de florecer por completo.

—Estos son tulipanes, es una flor muy linda que solía gustarle a tu madre... —se vio interrumpido por un suspiro pesado de su hija justo a su lado.

—No me gusta hablar mucho de eso... Es triste —Bluey bajo al mirada apenada.

—Se que es... triste... hija. Pero no hay nada que podamos hacer sobre ello —dijo Bandit, con un tono comprensivo y calmado.