Capítulo 5: Presagio

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Bluey salía de la escuela y como de costumbre se sentó en una banca del parque esperando a alguien en especial.

—¡Mack! —exclamo la joven azul.

Mackenzie se sentó al lado de ella apenas escucho su voz. Se quedaron en silencio por unos segundos, la paz sería interrumpida por una pregunta rutinaria.

—¿Como te fue hoy en la escuela? —dijo Mackenzie.

—No tan mal, ¿Que hay de ti? —respondio Bluey.

La conversación sería larga, Mackenzie buscaba las palabras correctas para no estropear este momento con su vieja amiga.

—Todo en orden, mi vida no es muy interesante —Mackenzie bajo la mirada, estaba un poco avergonzado de haber dicho eso.

—No digas eso Mack... —Bluey le dio unas palmadas en la espalda a su amigo.

Siguieron conversando sobre cosas de la escuela y de sus propias vidas. Duraron al menos treinta minutos sentados y ninguno se atrevió a acercarse un poco más al otro. Se conocían de toda la vida y no entendían por qué no podían ser más cercanos, después de todo, siempre habían convivido con relativa frecuencia, siempre estaban juntos de alguna manera pero nunca avanzaron lo suficiente como para hacerse amigos "íntimos".

Mackenzie se levantó de la banca —fue bueno conversar un rato, nos vemos Bluey —el border collie se alejó con rapidez frente a la mirada de su amiga.
Bluey hizo lo mismo y dio un pequeño grito antes de perderlo de vista —¡Adiós! —. Tomo sus cosas y se dirigió a la parada de autobús, debía volver a casa para almorzar y ocuparse de sus asuntos.
Estás últimas semanas sentía un ambiente un poco más pesado en su familia, como si de algún modo todos se hubieran distanciado sin aviso previo y sin explicación.

Uso la llave que siempre traía consigo para abrir la puerta de su casa, apenas entro, fue recibida por un silencio tenebroso. Toda la casa estaba completamente en calma, sin señales de que alguien estuviera alli, sin alguna manera de saber si en verdad era la unica en aquel lugar. Subió las escaleras con dirección a su habitación.

Había planeado quedarse en casa por el resto del día. Se sentó en su habitación y empezo a leer un libro. La calma que trasmitía el silencio en su hogar era rutinaria, la forma en la que podía escuchar incluso sus latidos del corazón y su respiración en el completo mutismo de su hogar, era muy tranquilizante, como a ella le gustaba.
Bingo en realidad si estaba en casa, ella era consciente de que su hermana estaba pasando por una fase "rebelde" típica de la adolescencia, lo había demostrado en distintas oportunidades cuando le daba la contraria a su padre sobre algunas cosas, era normal para su edad querer ser más independiente y pasar tiempo a solas era necesario para su desarrollo.
Sin embargo, Bingo recordó algo muy importante, este día era algo especial e importante, no era un día cualquiera aun que lo pareciera, por lo que camino hacia la puerta de la habitación de su hermana y la tocó sin hacer demasiado alboroto.

—¿Que pasa? —dijo Bluey cuando abrio la puerta.

—No me digas que lo olvidaste —Bingo miro a su hermana cruzando los brazos.

—¿Olvidar que? —Bluey estaba realmente confundida, no podía recordar que es lo que había prometido, si es que se trataba de eso.

Bingo se tomó una pausa para respirar, entonces dijo:
—Hoy es el día... —su voz sonaba quebradiza, pero sin llegar a ser demasiado notorio.

Bluey abrió grande los ojos, había olvidado por completo que hoy se cumplían nueve años desde que su madre murió.

—Es verdad... Llamare a papá —. Bluey tomo su teléfono y llamo a su padre. Era costumbre entre ellos ir a visitar la tumba de Chilli este dia.
Marco su número un par de veces, Bingo se había ido a la sala, dejando a su hermana a solas. Luego de unos minutos, volvió a subir y de nuevo tocó la puerta de Bluey.

Sé fuerte (Bluey) [Pausada]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz