Capítulo 5.2: Búsqueda

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"Es bueno que seas fuerte" esa vieja frase que había salido de la boca de Bandit no lo dejaba de atormentar, lo consumía por dentro como si estuviera sufriendo de un ataque. Debía ser fuerte en esta situación, y sin embargo se sentía indefenso, como un niño pequeño al que acaban de castigar.

—Asi, sin más... No tiene sentido —miro si teléfono mientras terminaba de subir las cajas con sus cosas a su auto.

Lo habían despedido por algo, pero el no tenía idea del porque. Solo ese día había llegado tarde, siempre era puntual, siempre hacia bien su trabajo, siempre saludaba a su jefe con todo el respeto posible. La razón le quedaría clara cuando vio su pantalla con un mensaje:

"La empresa quedo en números rojos después de tantos años en la cuerda floja, para seguir existiendo, nos vimos en la obligación de recortar aun más las plazas de trabajo, lamentamos informarle que usted fue retirado de nuestro sistema."

—Debi verlo venir —termino con todo y  entro en su carro.
Lo primero que hizo fue calmarse, respirar y exhalar profundamente le ayudo a despejar sus ideas y pensar en una forma de salir de esta situación tan desastrosa. Buscar un trabajo relacionado con su profesión sería un desperdicio de tiempo, no había muchas empresas ya sean publicas o privadas que acepten empleados nuevos así por qué si, el lo sabía muy bien. Buscar otras alternativas sería lo ideal, ¿Pero por donde empezar? Últimamente las vacantes de trabajo son bastante escasas y las que hay no tiene un pago muy bueno, cualquier cosa le ayudaría pero no solo debía pensar en recibir poco dinero, pues el estilo de vida que llevaba con sus hijas era "costoso" no para compararlo con los excéntricos o los adinerados, pero siempre tenía que hacer gastos demas. Adaptarse a eso sería lo de menos, estaba seguro de que sus hijas lo comprenderían... ¿O quizá no? Esta noticia había llegado en el peor momento posible.

—¿Hola? —la voz al otro lado del teléfono era la de su hermano.

—Stripe, que bueno que contestas. Tengo una situación...

Bandit empezo a contar con lujo de detalle todo lo sucedido, después de escuchar, Stripe comprendió su desesperación.

—Si ese es el caso... conozco algunas opciones, pero nada de lo que pueda sugerirte cubre por completo tus necesidades y las de tus hijas, tendrás que hacer sacrificios.

—Entiendo eso a la perfección, no te preocupes.

—Tengo un amigo por el centro de la ciudad que tiene un bar y ha estado buscando alguien de seguridad para la puerta, no tienes que hacer mucho y te pagarian decentemente.

—Seguridad... Suena duro, ¿hay alguna otra opción? —Bandit no estaba muy seguro de que esa fuera una buena idea.

—Podrias presentarte para ser guía en el museo, es algo más trivial y tienes más experiencia con todo eso de la arqueología, aún que no creo que te paguen muy bien que digamos.

—Muchas gracias hermano, realmente lo aprecio —Ahora estaba un poco más aliviado sabiendo que tiene opciones.

—Claro, no hay de que. Pero hazme saber si aceptas el puesto de guardia en el club de mi amigo, así puedo sugerirte.

—Si, te haré saber mi decisión, adiós —colgo el teléfono.

Las dos opciones parecían buenas para el, pero de todos modos siempre tenía la incertidumbre de pensar si era suficiente, tal vez necesitaría un trabajo de medio tiempo también. Algo era seguro, no dejaría que a sus hijas les falte nada.

Condujo de vuelta a casa, tenía muchas cosas que hacer, ordenar todo en su mente era una de ellas, además debía hacer algunos recortes de presupuesto para las compras de la semana todo con tal de llegar bien parado a fin de mes.

Se detuvo en un semáforo y miro de reojo por su espejo retrovisor, vio una chica joven de unos veinte o veintiún años, su presencia era radiante ante sus ojos y centro toda su atención en la joven.

—Es muy linda... ¡Dios en que estás pensando! Es demasiado joven para ti Bandit —se dio unos golpecitos en la cara para volver a concertarse en lo suyo y arrancó en la liza verde.

Un cambio de aires tampoco le vendría mal después de tantos años, no había tenido el tiempo para salir con otra persona desde su antiguo matrimonio, quizá sería momento de pasar página finalmente y llenar el vacío, sin embargo aún estaba en situación crítica en estos momentos y no sería adecuado tener un romance por ahora.

Después de conducir por treinta minutos, finalmente llegó a su hogar. El silencio era el principal protagonista en el aire, todo estaba exactamente igual a como lo había dejadado la noche anterior. Subió las escaleras y se dirigió al baño para darse una ducha y luego bajar a preparar el almuerzo como era costumbre.

La manija metálica fría del pórtico de su habitación le causó una sensación de pesadez, sentía como si no estuviera bien que haya vuelto, el ambiente le resultaba muy incómodo.

—Que dirán cuándo me vean... ¿Me dirigiran la palabra al menos? —se pregunto antes de tomar una toalla y seguir con lo suyo.

Cuando termino de darse una ducha, limpio su pelaje y bajo las escaleras hacia la sala para ordenar todo el desastre que había dejado ayer. Cuando vio las latas de cerveza en el sofá y en el suelo tuvo un pensamiento "Debo dejar esto de una vez por todas" sus problemas de alcoholismo también lo estaban alejando de su familia y ya era momento de un cambio drástico en su vida, una reinvención completa de su mismo. Camino con dirección a la cocina, abrió el refrigerador y tomo las ultimas latas de cerveza que quedaban, tirándolas a la basura sin remordimiento, luego empezó preparar el almuerzo.

No esperaba que llegarán aún, sus hijas se tomaban su tiempo para volver a casa siempre, en especial Bluey. Pero cuando termino de picar y trozear la carne escucho como la puerta principal se abrió con un sonido de pasos detrás de él. El momento de encarar su más profundo miedo había llegado, debía ver a la cara de nuevo a su hija.

Sé fuerte (Bluey) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora