Un amor en fuera de juego. (Neymar Jr) (corrigiendo)

CAPÍTULO 16.

Me despierto por el maldito sol ya que me produce un fuerte dolor de cabeza, Diosito... Que pedazo resaca tengo, nunca me he emborrachado, pero dicen que siempre hay una primera vez y bueno yo...

Un ronquido que proviene del otro lado a dónde duermo me saca de mis pensamientos, me giro y me encuentro con Neymar durmiendo.

-Oh no...-susurro imaginándome lo peor.

Levanto la sábana y descubro que estoy vestida con mi pijama y Neymar lleva sus bóxers, ¿habrá ocurrido algo?

Intento hacer memoria, pero a la imagen solo me vienen cosas de que soy maga, vomitar y alguien elevándome del suelo y llorar.

Zarandeo el hombro de Neymar para despertarle, y lo que consigo es que emita un pequeño gruñido y que se gire hacia mí, pase su brazo por mi cintura y ponga su barbilla en mi hombro... Esto no podía ser más incómodo. Definitivo, no vuelvo a probar el alcohol... Bueno si, solo que intentare no pasarme.

-Neymar-digo-, despierta.

Nada, se encuentra durmiendo como una maldita marmota.

-¡Neymar!-grito.

Pero tampoco, nada...

-¡NEYMAR!-grito más fuerte y moviendo un poco su hombro (un poco ya que con su cuerpo encima de mí, no puedo hacer mucho).

-Cinco minutos más-dice medio dormido y me abraza aún más fuerte.

-Me estás aplastando y no puedo casi respirar-digo.

Y de repente afloja su agarre hasta que me suelta del todo y se digna a despertarse.

-Bom día-dice sonriendo.

-Buenos días-le respondo seria.

-¿Qué te pasa?-pregunta riendo- ¿Ya se te ha pasado el efecto del alcohol?

-¿Paso algo anoche?

Me mira con cara de póker.

-¿Qué si hicimos algo...?-digo haciendo gestos con una mano señalándonos a ambos.

-¿Sexo?-pregunta a la ligera.

-Sí, eso, ¿lo hicimos?

-No-dice-, no podría aunque hubieras querido, te recuerdo que hoy tengo partido y no podemos acostarnos con una mujer antes de un partido y mas como el de hoy... Es el clásico.

-Es verdad-digo y eso hace que se produzca un alivio dentro de mí.

Neymar se queda mirándome y yo me quedo mirándole, su mirada es intensa, esos ojos... Son marrones pero a la vez tienen tonos verdosos y eso hace que sean especiales.

Él sonríe y yo también... ¿Por qué sonrío? Ah sí, porque un tío bueno me está sonriendo, y sí, admito que Neymar es sexy.

El se levanta de la cama, pero se queda sentado observando una imagen que hay encima de la mesilla.

-¿Quiénes son?-pregunta tomando la foto y sentándose a mi lado en la cama. Me siento yo también, quedando los dos hombro con hombro.

Observo la imagen que ha cogido entre sus manos.

-A él lo reconozco-dice señalando a un Alex sonriente de 19 años-, y esta eres tú-dice señalándome, en ese entonces tenía 15 años y aún estaba en el instituto.

-Las otras dos son mis hermanas...

-No me habías dicho que tenías dos hermanas.

-Bueno, en realidad tengo una, pero a veces siento que tengo dos...