Lunes. Sufrir. Sueño. Agotador. Ganas de morir. Odio los lunes. Salgo de la cama que me resulta bastante cómoda y entro en el baño a ducharme. Me desnudo y entro en la ducha. Y me empieza a caer agua muy fría.
-¡Ah! Fríaaaa jodeeerr-digo.
Pongo la temperatura caliente y maldigo al inventor de este programa. Salgo de la ducha a mi habitación envuelta en una toalla y alguien de repente entra en mi habitación.
-¿Te pasa algo?-pregunta un Neymar desconcertado.
-La ducha-le digo.
-Vale-dice y me mira de arriba abajo, esto es vergonzoso ya que el solo va vestido con unos bóxers.
-Ejem, ejem-digo tosiendo falsamente y centra su vista en mi cara-, quiero cambiarme.
-Ohm, sí, lo siento.
Sale de mi habitación y al instante corro a echar el pestillo de la puerta. Abro el armario y me pongo algo cómodo y sencillo y que abrigue ya que estamos en octubre, opto por unos vaqueros negro pitillo, una camiseta de cuello alto y un jersey de lana que me llega hasta la mitad del muslo y mis botas de militar negras. Perfecta. Cómoda y abrigada. Cojo mi cartera de hombro de varios colores de Desigual y un abrigo de color marrón claro.
Salgo de mi habitación y me encuentro con David en la puerta de su habitación bostezando y rascándose un ojo. Un día de estos me como a este niño.
-¿Te acabas de levantar?-le pregunto poniéndome de cuclillas delante de él.
Asiente con la cabeza y yo le sonrío. Bajo por las escaleras al salón pero me detengo en la mitad cuando veo que David ha estado a punto de tropezarse por ir dormido.
-¿Te ayudo?-le pregunto.
-Cí, po favo-dice.
Le tomo de la mano y bajamos juntos hasta la cocina. No había entrado aquí, pero, es grande y moderna, de baldosas blancas al igual que las paredes y con todas las tecnologías actuales, en el centro de la cocina hay una isla con taburetes y mucha comida esparcida por ella, me siento en uno pero no sin antes sentar a David a mi lado.
-¿Qué vas a querer?-le pregunto, cogiendo un plato para echarle las cosas que él me diga.
-Me da igua-dice.
Como le da igual, le pongo una tortita, una tostada, bacon con huevos revueltos y un zumo de naranja junto a un vaso de leche.
-¿Así?-pregunto.
Asiente con la cabeza sonriendo y me sirvo lo mismo que él solo que el doble de raciones. Por las mañanas como mucho, pero me da igual, hago gimnasio ya que no creo que tengan piscina cubierta.
-David-digo.
-Dime-dice con la boca llena.
-¿Tenéis piscina cubierta?-pregunto.
Asiente con la cabeza y me alegro por dentro, pues genial, puedo nadar en invierno.
Cuando termino de desayunar, me levanto y me dirijo a la puerta, genial (nótese la ironía), ¿cómo iría yo a la universidad? Autobuses aquí no pasan ya que la gente rica no coge un autobús y no tengo ningún coche, a no ser...
Corro escaleras arriba para perder poco tiempo ya que entro en media hora y para empezar tengo que descubrir cómo llegar y doy por seguro que me perderé. Al llegar a la habitación de Neymar, me paro en seco, la puerta está entornada, pero me deja ver su reflejo en el espejo, está en bóxers y le está cayendo agua por el pelo, se acaba de duchar, me quedo mirando cómo se pone los pantalones del chándal y luego miro su abdomen. Diosito ayúdame, esos tatuajes... Y ese abdomen bien trabajado.
BINABASA MO ANG
Un amor en fuera de juego. (Neymar Jr) (corrigiendo)
FanfictionSufrimiento. La palabra clave que me describe. Mi vida está cargada de sufrimiento, pocas alegrías, muy pocas. Con 18 años me encuentro sola, sin padres y con un hermano que tiene que trabajar mucho. Me encuentro lejos de donde nací, de dónde me cri...