Obscuro Destino/El Baile de las Catrinas - BORRADOR

DEJA VU

—Ya sabes mantener a tus amigos cerca —Dijo.

—Y a tus enemigos más —Completo la chica—Eso fue lo que dijiste cuando me invitaste a salir —El chico solo se encogió de hombros.

—Tenía que cumplir el plan que con esfuerzo mamá y yo orquestamos —sonrió con sorna— Sabes, Tree debió morir junto con Estela, ese fue nuestro primer fracaso —chasqueo la lengua— David no debía morir, pero me vio —hizo cara de sentirlo— Esa noche iba a asesinarte a ti y a la rubia, el plan era sencillo, las juntaría y le quitaría la vida a ella frente a ti, para que vieras morir a la chica que amabas por tu culpa —Alex abrió los ojos como plato— Si te escuche, cuando se lo "susurrabas" mientras dormía — pronuncio con aparente asco en su cara— En fin, ese era el plan, pero el estúpido de David estaba en la cafetería y me vio, no podía dejar ese cabo suelto —Frunció los labios— Aun así, intente concretar el plan, pero la estúpida de Beatriz me vio y luego tu saliste de tu habitación —Dijo haciéndola recordar aquel día que la rubia quiso dormir con ella.

—No puedo creer que tu madre te haya alentado a hacer esta locura —Habló Alex entre lagrimas

Al terminar de pronunciar aquellas palabras, por la cabeza de Alex empezaron a reproducirse escenas de su estadía en aquel instituto fue como un flashback y se maldijo así misma y a su forma despistada de ver las cosas por no darse cuenta de lo que estaba pasando, si lo hubiese hecho nada de esto hubiera pasado, nadie hubiera muerto, ahora la chica que amaba y su único familiar estaban muertas.

Alex estaba en shock prácticamente mientras recordaba todo de golpe.

Hace tres años había llegado en compañía de Natalia al Instituto del Altiplano para Jóvenes Excepcionales con la esperanza de encontrar un lugar sano y salvo para su estadía estudiantil mientras Natalia su tutora debía atender asuntos en su trabajo; en realidad la rubia si podía hacerse cargo de la niña sin necesidad de inscribirla en dicho lugar, pero Alejandra desde lo ocurrido con el Dr. Volkov se había vuelto un poco más retraída con ella y fue la propia chica la que decidió inscribirse ahí.

—Muy bien llegamos —Dijo la joven rubia mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad.

—¿Qué haces? —Una Alex un poco antipática cuestionaba.

—Pues voy a acompañarte —respondía con obviedad.

—No es necesario, puedo ir sola, no quiero llamar la atención —En su antigua escuela siempre que su tutora iba a recogerla o debía hacer acto de presencia llamaba la atención de todos y es que la joven rubia poseía una gran belleza en rostro y cuerpo y esto no le molestaba a la castaña en absoluto, sino que disfrutaba que robara miradas la joven a la que quería como una hermana mayor, pero sus planes en este colegio era pasar desapercibida.

—Eso dolió —Dijo la rubia con los ojos entrecerrados—Pero respetare tu petición, te estaré llamando y espero que respondas mis mensajes o llamadas, sino ya sabes que tengo mis métodos —Decía en forma divertida mientras levantaba las cejas en forma seductora un gesto característico suyo.

Alex no de muy buena gana asintió a todo lo que su hermana decía, al llegar a las oficinas de admisiones observo que había una joven rubia de cabello rizado leyendo un libro mientras escuchaba música con los auriculares, paso de ella y fue directamente con la secretaria encargada de dicha oficina.

—Hola muy buenos días, soy Alejandra Vargas y —No termino de completar la frase cuando fue interrumpida por la mujer de mediana edad.

—Si claro, te estamos esperando, Miriam será tu guía para ayudar a acoplarte a las clases, dormitorios, actividades extracurriculares entre otras cosas, ella trae la lista —Señalo con la mirada a la chica rubia que había visto al entrar— Permíteme —La mujer se levantó y toco el hombro de Miriam logrando traerla a la realidad. La chica guardo el libro en su mochila y se levantó mirando con una sonrisa amable a Alex.