Capítulo 30

1.4K 152 9
                                    

Anna

Papá está descansado y al fin tengo un momento para recostarme un rato. Luego de todo lo que ha pasado no he podido descansar bien. Entro a mi cuarto y pienso en como pude dejarme manipular tan fácil y dejar atrás esto. Todo está como lo dejé al irme a casa de "mi abuela". Me recuesto en mi cama y había olvidado lo cómoda que es, a pesar de ser más pequeña que la que tenía hace un día. Las palabras que me dijo Mateo vienen a mi mente "debes darte una oportunidad" y el nombre de Erick aparece hasta que sin darme cuenta quedo profundamente dormida.

Despierto y siento que no había dormido tan plácidamente hace bastante tiempo. Entro al baño, me visto y luego bajo a desayunar con mi padre y María, que al parecer se ha mudado al cuarto vacío, en la parte de atrás de la casa. Según lo que me pudo contar ayer, su hijo ha mejorado y pudo salir del hospital para irse a vivir a un apartamento cerca de ahí. Siempre me ha gustado la compañía de María para mi padre, ella es como una segunda madre para mí.

-Buenos días, mi niña. - Mi padre, a pesar de estar en esa silla de ruedas, se ve contento de que yo esté aquí y por supuesto que yo lo estoy también.

-Buenos días papá. - Le contesto dejando un beso en su frente y me percato de que casi no tiene cabello ya, debido al tratamiento que ha recibido.

- ¿Cómo pasaste la noche?- Pregunta María dejándome un plato lleno de huevos revueltos, crujiente tocino y tostadas de pan.

-Bien. - No puedo contestar más, pues hace tiempo que no me saboreaba un plato como éste. Termino mi desayuno y aprovecho para decir. -Hoy saldré a buscar empleo. -

- ¿Cómo que a buscar empleo? Apenas acabas de llegar. - Dice mi padre en forma de reclamo.

-Ya soy mayor de edad y van a necesitar alguien que los ayude con los gastos en algún momento. -

-No mi niña, tomate unos días para descansar. Eso no es necesario. -

-No puedo quedarme de brazos cruzados, debo hacer algo. Además debo rehacer mi vida nuevamente, este es solo el comienzo. - Contesto dejando otro beso en la frente de mi padre. -Gracias María, nos vemos en la tarde. -

No sé a dónde más ir, en todos los lugares me han dicho que están completos de empleados. Estoy cansada de caminar, necesito más dinero del que tengo ahorrado si quiero un auto. Sigo caminando y me encuentro con un cartel que dice "Se necesita empleado".

- ¡Bingo!- Dije en voz alta sin pensar que alguien podría escucharme, pero afortunadamente no hay nadie a mi alrededor.

Entro al lugar que me indica la flecha y se me hace conocido, sé que he estado aquí antes, quizás para comprar algo para mi padre.

-Hola, vengo por el letrero que está afuera. Necesito un empleo. - Me atiende un señor amable, no se ve de esas personas depravadas.

-Sí, ¿tiene los documentos necesarios?- Le entrego copia de todo lo que creí necesario. Luego de un rato verificando todo, se dirige hacia mí. -Veo que todo está bien, eres una mujer muy bien educada, ¿por qué escogió éste empleo?-

-Acabo de volver a vivir con mi padre y necesito empleo urgente, estoy dispuesta a hacer lo que sea. - Lo piensa un momento y luego contesta.

-Entonces, no veo por qué no debería dejarle el puesto. -

Comienzo a agradecerle y a brincotear como niña pequeña. Después de todas estas horas buscando, estoy satisfecha a pesar de que no voy a ganar mucho.

-Nos vemos mañana, para explicarte todo. - Me despido agradeciéndole nuevamente y por no mirar al frente, me tropiezo con alguien.

-Lo siento- Digo sin siquiera percatarme de quién es.

- ¿Anna?- No lo puedo creer. Lo reconozco al instante y al momento de mirarlo mi corazón se acelera tanto, que siento que se me va a salir del pecho.

-Erick. - No puedo pronunciar ni una palabra más.

"Destino final"Where stories live. Discover now