Capítulo 13

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Erick

Estos últimos días que he pasado con mi chica, han sido hermosos. Desde que me dio la oportunidad de entrar en su corazón, mi vida ha cambiado por completo.

Hoy, ha llegado un día importante. El día en que voy a conocer a su padre. Ya estoy familiarizado con este tipo de cosas; quizás sea un poco diferente pues un padre que ha pasado por todo lo que me ha contado Anna, no debe estar muy convencido de que su hija salga con un hombre como yo. Pero estoy listo para enfrentarme con cualquier cosa.

Finalmente ha llegado la hora cero. Estoy por llegar a su casa y me encuentro un poco más nervioso, pues no he traído a mi cómplice, amigo y compañero Sam. He tratado de arreglarme para parecer lo más elegante y responsable posible, no quiero aparentar algo que no soy, pero sí, dar una buena impresión, pues he utilizado un poco de esos conocimientos que me quedan de la época en trabajaba con mi tío.

Me he percatado de que nuevamente he olvidado comprar algo para aportar a la cena, y esta vez no tengo a Sam para salvarme, así que me decido por volver atrás a la tienda más cercana y con unos dólares que he encontrado en mi bolsillo, compro un pie de fresas silvestres que se ve delicioso.

Estoy afuera de su casa, a punto de adentrarme un poco más en su vida y espero que todo salga como lo he imaginado. Toco a su puerta y me sorprendo al ver que no es mi chica la que abre, sino una mujer de piel canela, cabello canoso y una gran sonrisa en su rostro.

-Tú debes ser Erick, o ¿me equivoco?- Al ver que asiento me hace una señal para que entre. -Yo soy María, la vecina de al lado, me da mucho gusto conocerte, Anna nos ha hablado mucho de ti, estoy muy contenta de que al fin haya encontrado alguien que la haga feliz.- Antes de que pueda mencionar una palabra más aparece Anna, tan bella y resplandeciente como siempre con un vestido color violeta pálido y una hermosa sonrisa; acompañada de su padre. Me encuentro un poco menos nervioso pues no se ve tan estricto como lo esperaba. Así que le entrego el pie a María y le estrecho la mano para presentarme.

-Hola señor James, un placer conocerlo.- Al notar que asiente para devolverme el saludo me siento bien, pues he dado un gran paso. Le ofrezco una mirada a Anna y ella me devuelve una que me tranquiliza completamente, una que me dice que todo está bajo control y le he caído bien a su padre.

-Bien, la cena está lista pasemos a la mesa.- María me ofrece asiento pero decido esperar por Anna.

Según Anna su padre no es muy comunicativo, desde que su esposa murió, pero me siento incomodo al ver que toda la conversación se ha concentrado en nosotros y no quiero que él se sienta excluido. Así que al instante en que el tema de mi trabajo en la empresa de mi tío se apodera de la conversación decido hablar un poco sobre lo que Anna me ha contado.

-Señor James, Anna me ha contado que usted es un gran escritor, pero siempre quiso ser abogado.- Por un momento espero no haber arruinado la velada tocando ese tema pero todo sigue normal y al ver que el señor se dirige con una mirada hacia mí, y me tranquilizo.

-Oh, Anna siempre me ha sobrevalorado, es cierto que siempre quise ser un abogado pero, solo llegué a publicar un libro. Creo que eso demuestra que no he llegado a ser un gran escritor.- En el momento en que Anna escucha estas palabras decide interrumpir.

-Oh, papá sabes que fueron dos libros, y quizás lo hayan sacado del mercado pero a la hora de defender los derechos humanos, eres un gran escritor.- Su padre le ofrece una mirada en donde puedo ver lo agradecido que está por tener una hija como ella. Anna siempre ha defendido por todo lo alto el talento de su padre y sin duda él está muy orgulloso de tenerla a su lado.

-¿Alguien quiere postre?- María interrumpe adentrándose a la mesa con el pie que he traído. -Espero que no les moleste que lo haya probado, pero está riquísimo.-

Luego de terminar la cena mi chica nos ha dejado en un momento de hombre a hombre para ayudar a María con los platos sucios. El momento se ha vuelto a tornar incómodo así que decido romper el silencio.

- Gracias por abrirme las puertas de su casa, señor James.-

-Por favor, llámame Leo.- Contesta amablemente y comienzo a sentir más confianza. -Veo que has logrado cambiar un poco el entorno de la vida de mi hija, aunque no lo parezca estoy muy feliz de que éste logrado seguir adelante pues yo no he sido un buen ejemplo sobre lo que es una persona resiliente.-

-Su hija está muy orgullosa de usted me ha contado que va mejorando poco a poco, no se puede dejar vencer.- He decidido aprovechar este momento para animarlo un poco pues yo me he dado cuenta que aunque no es fácil sí se logra salir adelante.

-Ella me ha contado un poco sobre ti, sobre tu pasado.- Ya me puedo imaginar lo que va a decir pero estoy convencido de que nada podrá dañar el momento y continúo escuchando. -Sé que tu novia ha muerto y que a tus 23 años de vida has pasado por muchos momentos difíciles. No te juzgo también conocí a mi esposa a sus 17 años, sus padres nunca nos permitieron estar juntos y cometimos muchos errores. Yo no quiero que ustedes pasen por nuestra situación para mí el amor no tiene edad y yo no quiero ser un obstáculo para ustedes así que no te debes preocupar por un viejo como yo.- Me he sumergido tanto en la historia, pero no es hasta ahora que me doy cuenta de que ha mencionado que su hija tiene solo 17 años. Comienzo a sentirme mal, intranquilo todo este tiempo he estado saliendo con una chica menor de edad y a pesar de que está claro que no es problema para su padre aquí hay algo mal, esto no está bien.

En el momento en que Anna sale, su padre se retira para dejarnos solos y no logro perdonarme lo que estoy haciendo, le estoy quitando un pedazo de juventud a una joven de la cual me he enamorado y ya no creo poder dejarla ir.

"Destino final"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora