Básico 20: Una cita

488 139 11
                                    

Estaba molesto con Hoseok y tambien conmigo mismo, justo cuando estábamos empezando a llevarnos bien, habíamos arruinado las cosas en una simple conversación, había escuchado que existía una regla básica en los matrimonios sobre no irse enojados a la cama. Nosotros la habíamos roto el 99% del tiempo. Cuando me levante de la cama, él ya no estaba a lado, me di un baño y me arregle para el trabajo. cuando salí a la sala podía ver a Hoseok preparando el desayuno.

Estaba vestido sencillamente, con un short diminuto y una sudadera bastante ancha. La realidad era que, sin saber a qué se debía, ya fuera por convivencia o mera atracción, yo deseaba a Hoseok, no sabría exactamente desde cuándo empezo, pero mi cuerpo respondía a él. Lo que hacia más mortificante el hecho de que dormíamos juntos, era una tortura tenerlo tan cerca y no poder tocarlo. Verlo caminar por la cocina con esa vestimenta, se volvió tan adictivo que no pude quitarle los ojos de encima por varios minutos, incluso llegué a sentir que con cada paso, cada pequeño movimiento se sentía como si él bailará para mí, un baile que tenía como único objetivo seducirme, joder, Hoseok solo estaba preparando el desayuno, como podía ser tan sexy.

—¿No irás a trabajar hoy? —pregunte, buscando un tema de conversación y al mismo tiempo tratando de distraerme.

—Tengo dos días libres —respondió, aún dándome la espalda mirando al sartén como si fuera lo más interesante del mundo.

—¿Qué estás cocinando?

—Ensalada de hongos, una nueva receta que yo inventé —dijo con orgullo— lleva tomates, cebolla, espinaca y varios condimentos que mezcle— no se escuchaba mal, Hoseok se calló por un momento y luego suspirando dijo— oye Taehyung, quería disculparme por lo de anoche, mi mamá estaba jodiendome las pelotas por lo del embarazo de Jimin y me desquite contigo.

—¿Acaso lloverá?, ¿Por qué te estás disculpando primero?

—No hay porque, admito mi error y me disculpo, eso es todo, no le des tantas vueltas.

Estaba anonadado, poco a poco Hoseok estaba cambiando pero nunca pensé que mi plan tendría tanto éxito. Cómo que me sentía bastante orgulloso. Hoseok sirvió dos platos y yo me encargue de servir el café que ya estaba listo en la cafetera. Decidí que ya que Hoseok no iría a trabajar, tampoco debería ir yo, entonces podríamos salir. Pero no sabía cómo decirlo.

Me tomó bastante coraje preguntar.

—¿Qué harás entonces?, podríamos salir. Tampoco iré a trabajar.

Hoseok me miró como si de repente me hubiera salido otra cabeza, ¿Acaso era tan increíble que lo estuviera invitando a salir?

—No tengo nada que hacer en particular, ¿A dónde iremos?

—Podemos ir a la playa.

—Esta bien —una preciosa sonrisa se le dibujo en la cara.

Apenas terminamos de comer: alistamos nuestros trajes de baño, toallas, el bloqueador solar y yo prepare aperitivos para el camino, aventamos todo a la camioneta y arrancamos. En el camino íbamos escuchando música idol y cantando, Hoseok fue más abierto conmigo y me empezó a contar trivialidades de su trabajo; la mayoría de ellos chismes de la farándula: Cómo el nuevo departamento que la señora Choi Mina le había regalado al actor Yung Hae por supuestos favores sexuales, a la operación de busto que se había hecho la  comediante Park Jinhe, o el supuesto mal carácter de una miembro de un grupo Idol que en mi vida había escuchado; era bastante entretenido escucharlo aunque no me interesaba en lo más mínimo  que artista podría ganar el álbum del año no si tal empresa ya había comprado el premio.

Hoseok ni siquiera sé avergonzaba de contar cosas tan privadas, aunque siempre terminaba con oraciones como: "Definitivamente no le puedes decirle a nadie" mientras yo asentía.

Cuando llegamos a la playa, pedimos una habitación en un hotel con vista al mar y que también tenía dos albercas. Nos cambiamos y salimos a recorrer la playa, todavía era medio día cuando llegamos, la playa estaba llena, niños corriendo de una lado a otro, algunos volando cometas, habían inflables de todo tipo, desde pingüinos hasta hot-dogs.

En medio del recorrido tome la mano de Hoseok y pude respirar tranquilo nuevamente cuando no se alejo de mí, su agarre se volvió más fuerte, este pequeño movimiento de mi parte me había tomado mucho coraje y fue reconfortante no haber sido rechazado, si ese fuera el caso sería demasiado vergonzoso y hasta humillante, también se volvería incómodo entre nosotros.

Había un grupo de chicos jugando voleibol de playa contra unas jóvenes. Una de ellas grito hacia nosotros para pedirnos que nos unirámos al equipo masculino. Mire a Hoseok para recibir su aprobación, ciertamente yo estaba bastante emocionado y él estuvo de acuerdo, nos dimos cuenta que éramos más hombres que mujeres pero ellas dijeron que así estaba bien. Pronto descubrí que eran jugadoras profesionales y nos dieron una derrota aplastante, me encontraba bastante agotado y Hoseok también, jadeaba y respiraba con agitación.

—Iré por unas botellas de agua. Espera aquí. Puedes sentarte.

Corrí hacia los puestos de comida y por supuesto. Hoseok no tardó en ser abordado por algunos alfas. Tenía un don para que se reunieran a su alrededor como moscas.

Me apresure hacía donde estaba sentado, y caí a su lado.

—Esposo mío, traje tu agua —Hoseok sonrió y tomó la botella que le ofrecí, los tipos se fueron uno a unos—, ¿Qué querían?

Hoseok sonrió divertido.

—¿Dime que no estás celoso por favor?

—No es como que no tenga derecho, eres mi esposo después de todo.

Volvió a reír burlándose de mí.

—No es un matrimonio de verdad Taehyung.

Hice un puchero y miré hacia el mar. Me recargue sobre mis codos, estaba harto y cansado, a la mierda el "ni es un matrimonio de verdad".

—Es un matrimonio de verdad Hoseok, legalmente eres mi esposo.

—Ciertamente —Hoseok también miró hacia playa—, uno de ellos me preguntó por tí. Eso es todo.

—La mayoría de ellos te estaba viendo como si quisieran comerte.

—Bueno, tampoco puedo evitar que me miren, soy atractivo después de todo —dijo como si nada—, pero al final solo preguntaron por tí. Pero les dije que eras mi esposo y los mandé a volar, llegaste justo a tiempo. Ése Omega se veía bastante desilucionado.

No es como que me importará, me encogí de hombros y cuando escuché el estómago de Hoseok crujir, decidí que era hora de ir a comer.

BásicosWo Geschichten leben. Entdecke jetzt