La Emperatriz Oscura VII: S-Dia y GyaRuby

31 1 1
                                    

Ya en el mundo real, la datenshi estaba boca abajo con su cara en la chorreante vagina de Ruby, manchada de esperma; y con Dia, encima de ella.

- ¡Mmnmmmnmñ mññnmñ mmn!- (la boca de la Inu estaba cubierta por el coño de Ruby).

- *gimiendo sin más* ¡Yoshiko-chan! ¡Aaaahhh!- (Ruby tenía otro orgasmo!-

- ¡Yoshiko-san! ¡No te metas eso en la boca!-(la pelinegra levantó a la Inu para colocarla en sus brazos mientras le limpiaba la boca con sus manos)- No te comas eso...*mirando con asco a Ruby* A está porquería ya la chupo el diablo...-

- ¡¿Qué pasó?! ¡¿Dónde estoy?!-

- ¡Yoshiko-chan! ¡Volviste, zura!-

- Yoshiko-sama...*tratando de acercarse* Es una alegría verla b- (Sílica, cargando el traje de elegida de la datenshi, fue corriendo a dónde estaba ella).

- No la toques, zorra...- (una mirada al estilo Yandere se puso en la cara de Dia).

Un veloz golpe de la pelinegra usando la fusta directo en la mejilla de Sílica.

- ¡Auch! ¡Eso dolió mucho!- (Sílica se molestaba).

- Lo sé...- (Dia lo disfrutaba relamiéndose).

- Espere... ¡¿De dónde sacó eso?!- (viendo el nuevo traje de Dia)- Bueno... ¿Y el traje que le hizo Hanamaru-sama?-

- Si esto te duele tanto... ¿Qué opinas si te doy con este, basura?- (dijo señalando el látigo).

- *nerviosa* ¡No, gracias! ¡Estoy bien así, Dia-s-

- *dandole otro golpe con la fusta* ¡Arrodíllate, inservible desperdicio de espacio! ¡Obedece a tu señora!-

- ¡Sí-Sí, Dia-sama!- (Sílica caía de rodillas antes de siquiera pensarlo)- Espera ¿Qué?-

La risa macabra de la nueva Sadomasoquista Dia resonaba por todo el templo, cuando la tierna y confundida voz del Ángel Caído se escuchó de repente:

- ¿Dia? ¿Sádica? ¿Sa-SaDaia?- (se preguntó la datenshi).

Sonriendo con lujuria y alegría, se giró para ver a la Inu peliazul de manera seductora.

- ¿Sí, mi amada esclava?-

- ¿Esclava quién? ¿Yo?-

Dia acercó y le dió un golpecito con su fusta en el pene todavía erecto. Yoshiko gimió de dolor y eso excito a Dia.

Poniéndose en cuatro patas, la mayor de las Kurosawas dijo:

-¡Rompe mi cuerpo en pedazos con tu verga, Yoshiko-san! ¡Es una orden de tu Ama!-

- Eeeehhhh... ¿Qué haga que?- ,(la datenshi no podía creer lo que veía)- *sonriendo nerviosa* ¿Da-Dia-san? ¿Estás bien?- (mirando a Mari)-¿Se golpeó la cabeza o algo?-

- *riéndose de manera seductora* ¿Ahora piensas hacerte la difícil? ¿O será que piensas desobedecer a tu Ama, esclava?-

- ¿Mi Ama? ¿De quién hablamos? ¿De Zuramaru?- (la Inu miraba en dirección de la castaña quien sonreía victoriosa)- ¡Espera, cómo que esclava! ¡La gran Yohane no es esclava de nadie!- (viendo nerviosa como la sacerdotisa hacía un puchero)- Bueno... Tal vez sí...-

- Jejeje...- (la risa sexy de la pelinegra fue acompañada de un golpe de su fusta envuelta en su poder psíquico)- *señalando a Hanamaru* Esa inútil de allí no pudo salvarte, fui yo quien lo hizo... Yoshiko-san...-

- ¿Salvarme de qué?- (el cuello de la datenshi fue envuelto por el látigo de Dia)- ¿Y esto qué es?-

- Ya me estoy cansando de esperar, Yoshiko-san... Quiero lo mismo que le diste a Ruby, ahora mismo...-

Z-FiliaWhere stories live. Discover now