Z-Filia

La Emperatriz Oscura V

Hanamaru observaba a Dia tratando de dominar ambas energías al mismo tiempo.

- Now, what?- (Mari la miraba a Hanamaru)- No se parece en nada a su Madre...-

- Eso no importa, mientras esté obsesionada con Yoshiko-chan o Kanan-chan, todavía nos sirve, zura-

- Mi señora, Yoshiko-sama esta-

- Lo se, Sil-chan... Tú solo espera, zura- (activando sus órdenes de comando en la datenshi)- ¡Yoshiko-chan! ¡Ve y ten sexo con Ruby-chan! ¡Es una orden!-

La Inu peliazul comenzó a retorcerse de dolor.

-¿Qué es esto? ¿Yoshiko-san?- (Dia todavía seguía tratando de dominar su propia energía).

- Mi deber... Obedecer a mi dueña... Obedecer a Zuramaru...-

- ¿Yoshiko-san? ¡Responde, Yoshiko-san!- (Dia estiraba su mano queriendo alcanzarla).

- ¡Proteger a Dia y Ruby!... ¡No! ¡Obedecer a Zura- (llorando)- Yo no quiero...lastimar a nadie... ¡No soy una niña mala!- (el Ángel Caído se cubría el rostro mientras lloraba como si fuera una niña chiquita).

Dia podía sentir el dolor del corazón de Yoshiko y ella también comenzó a llorar.

Veía parte de su pasado y como la datenshi fue arrastrada a irse del Templo por una extraña mujer de cabellos amarillos con reflejos rosados. La misma chica que le enseño a no ser "una mala niña".

No solo veía su pasado, también podía sentía el dolor que sufría la Inu impuesta por sus instintos que causaban dicha contradicción, fue cuando Dia sintió los verdaderos sentimientos de amor y lealtad que posee Yoshiko por naturaleza.

Un amor humano y una lealtad animal.

El amor de Yoshiko llenó el corazón de Dia.

Y pudo ver por un momento como la datenshi desplazaba a Ruby en su corazón.

Por un instante, sintió a Yoshiko como si fuera Ruby.

- Yoshiko-san... Yo te prot-

Justo en medio de su declaración, una sombra oscura se alzó por encima de la Inu peliazul.

Una imagen familiar pero gigantesca como un monstruo Kaiju se elevó.

Ese monstruo tenía una corona negra que parecían los cuernos de un demonio y sus manos eran garras dónde cada uña parecía ser una espada.

El aura oscura parecía absorber el alma de la datenshi. Y parecía disfrutarlo.

- *usando el poder de Riko* ¡Suelta a Yoshiko-san! ¡Suéltala ahora!-

- Su dolor.. *mostrando su rostro*... ¡Su dolor es delicioso!-

Una chica de cabellos verdes y dos coletas se elevaba por encima de la datenshi lista para devorarse el alma de pequeña Fury.

- Así que ella es... La Emperatriz Oscura...- (Mari no perdía su sonrisa).

- Así es, zura... El poder de Dia-san está obligandola a salir... Eso es solo un fragmento de la original que está tratando de consumir la conciencia de Yoshiko-chan, zura-

El miedo y el terror de ver tal mujer demonio sacó a Dia de su indecisión e hizo que la mayor tuviera un momento de introspección.

- No... No voy a dejar que ella se lleve lo que es mío... ¡Ella es Mía!-

Ahora sí, Dia obtenía el control de su propio poder.

Hanamaru seguía tratando de que Yoshiko obedeciera pero no le hacía ningún caso.