CAPITULO DIECISIETE

4.1K 215 27
                                    

—Despierta bella —Algo que me hace caricias en el abdomen me obliga a abrir los ojos; cuando lo hago me encuentro con Evan acostado boca arriba, mirando el techo.

—¿Por qué me despiertas? —Me tapo la cara con la almohada.

—Iremos al campo.

—Evan —Me incorporo —Fuimos novios ayer dentro de la habitación, pero hoy solo somos cómplices, novios falsos o como quieras llamarlo.

—No te llevaré a una cita al campo, que pesada —Me sorprende, porque juraría que acaba de leer mi mente.

—Pense que si —Me miro las manos intentando disimular mi humillación.

—Pues no —A pesar de todo, no lo toma a mal —Iremos con mi padre a entrenar.

—¿Entrenar para qué?

—Para disparar armas, no olvides que estás en la mafia.

—Créeme que eso nunca sale de mi mente —Me dirijo hacia mi maleta para sacar la ropa que usare hoy.

⛓️🖤⛓️

El viaje en el auto es callado, ni Evan ni yo hablamos, la verdad es que he preferido quedarme callada, porque ir a aprender a disparar armas no me emociona en absoluto, y si peleo con Evan sé que terminare diciéndole que tiene la culpa de todo. <<<He prometido que cambiare, entonces eso hare>>>

Evan se desvía por la carretera, entrando a una calle rocosa en donde no hay nada más que pasto y al fondo montañas. Así seguimos por al menos media hora más, hasta llegar a un campo el cual al inicio esta custodiado por al menos diez hombres con armas.

No hace falta que detengan a Evan, pues lo dejan pasar de inmediato.

—Recuerda que somos novios.

—Y tu recuerda no agarrarme el culo —Lo señalo a modo de advertencia.

Ambos salimos del auto, nos dirigimos hacia el exterior de una cabaña en donde nos esperan todos a excepción de Olive. El padre de Evan inmediatamente se aleja junto con él para entregarle una maleta negra. Y yo me tomo el tiempo de analizar el lugar, solo hay campo, a lo lejos figuras humanas de plástico (En donde supongo dispararemos), un muro para escalar y en la entrada de la cabaña se encuentran los chicos.

—Te ves tan linda disfrazada de asesina —Isabelle intenta tocar mi cabello.

—Gracias, me gustaría decir lo mismo de ti —La recorro vagamente con la mirada —Pero te vistes fatal.

La pelirroja me mira como si no pudiera creer que se defenderme.

—Pense que serias más sumisa —Levanta una ceja —Tienes toda la pinta de serlo, vaya con tal de estar con alguien como Evan.

—Me sorprende que tengas una idea sobre mí, ni siquiera te has tomado el tiempo para conocerme —Chasqueo la lengua —Has estado muy ocupada siguiendo a Evan como perro faldero.

Se ríe de mi comentario, al parecer le he contado el mejor chiste del planeta. Mira a su alrededor, para corroborar que nadie nos esté escuchando, sin embargo, cuando nota que Evan nos hecha miradas de reojo, ella me sonríe como si fuéramos las grandes amigas.

—Te voy a dar una advertencia, Planeta, júpiter o como sea que te llames.

—Venus, aunque te cueste trabajo.

—Vale Venus, aprovecha tu tiempo con Evan. Tarde o temprano su padre querra esposarlo a mí, siempre ha sido así en la mafia.

—Me parece bastante triste que quieras ser la esposa trofeo, cuando sabes perfectamente que el sería más que infeliz a tu lado —Noto como mi comentario le amarga el rostro.

Caótica bellezaWhere stories live. Discover now