Habitación 159 [#1 Los Wellington] COMPLETA ✔

40- Cuenta regresiva 2... (parte 2)

— Jacob.

Si es ella adicta, yo iba a ser su maldita droga para controlarlo. No iba a dejarla o pensar peor de ella por algo que no estaba en sus manos controlar. Si ella queria seguir en terapia, estaría allí para ella, si ella queria ir más despacio, lo esperaría, pero jodidamente no iba a dejarla. No ahora que habia descubierto todo lo que sentía.

Sin ella simplemente podría morir y no estaba bromeando.

Habia sobrevivido a Debby, pero Natasha no era una mujer a la que se sobrevivía, por ella me moría.

Y solo contaba los dias en mi cabeza como una cuenta regresiva. Los dias para estar lejos de todos y entonces poder llevarla a citas, poder estar más tiempo con ella, llevarla a mi habitacion y encerrarnos todo el dia, estaba contando los dias para ir a Nueva York, pero antes teníamos que sobrevivir a los pocos dias que nos quedaban aquí.

Como este dia, en el que estaría lejos de ella.

Luego de pasar una noche increíble juntos, vino un dia siguiente de tranquilidad, donde tuve que contenerme a no lanzarme sobre ella a todas horas mientas la familia merodeaba por allí. Cuando apareció para el desayuno con uno de sus hermosos vestidos de verano y el cabello peinado, dejando de lado ese aspecto sofocado con el que dejaba mi habitación en medio de la noche. Y después estaban esas miradas secretas que me lanzaba, con ese fuego y sentimientos que me hacían querer suspirar como un tonto, pero que milagrosamente contenía.

La queria solo para mí, pero tenía que esperar.

Solo espera.

Mientras tanta tenía que centrar mi atención en lo que tenía ante mí.

Ahora a un dia de haberla tenido en mi cama confesándome sus sentimientos y recibiendo los míos, de haberme dejado que me coma su cuerpo y me beba su pasión, estaba poniéndome unas botas de goma negras para completar los pantalones grises largos con múltiples bolsillos a los lados, suéter del mismo color y un chaleco de pesca en un tono de rojo apagado, y claro, un gorro de tela ridículo de pesca.

¿Todo eso por qué?

Por la tonta tradición familiar de ir a pescar cada vez que veníamos a Miami. Claro, que solo los hombres éramos quienes íbamos a hacerlo a tan solo un dia antes de año nuevo y la maravillosa idea era de Connor porque dentro de 3 dias regresaríamos todos a Nueva York y yo estaba ansioso, por ello y porque tendría que estar a varios kilómetros dentro del mar tratando de no caer por la borda para pescar un tonto pez con un anzuelo o con una red de pesca que era como lo preferían los abuelos y como ellos no tenían la fuerza para cargarla tendríamos que ser nosotros los jóvenes que haríamos el tedioso trabajo.

Jeff estaba sentado en la silla del comedor frente a mí, mientras se medio dormía sobre la mesa ya con la ropa puesta. Eran las 6 de la mañana y estábamos a punto de partir, solo esperábamos que Jack y Connor bajaran para poder irnos, mientras tanto mi padre y los abuelos estaban afuera revisando que todo este listo para irnos. Las mujeres de la casa estaban en sus camas dormidas y las envidie. Aunque realmente nunca he sido una persona de dormir mucho, en este momento desee estar en mi cama o en cualquier otro lugar en vez de estar en un espacio reducido con mi padre y Connor.