Habitación 159 [#1 Los Wellington] COMPLETA ✔

32- Furia.

—Natasha.

¿Alguna vez habia sentido esto? ¿Cuándo he sentido antes un puño apretar con fuerza mi garganta arrancándome el aire, mientras mi pecho se sentía acelerado? Nunca habia experimentado algo parecido. Esa vibración dentro de mi cuerpo, ese temblor en mis entrañas que me hacía creer que estaba desquebrajándome lentamente.

Mis manos hormigueaban deseosas de estamparla contra algo, en especial contra el rostro de una rubia que hace solo unos momentos estaba tocando algo que no debía.

Cuando entré a la casa lista para tomar un respiro del sol incesante y con el deseo también de encontrarme un momento a solas con Jacob que no veía en el patio trasero, debí de suponer que algo no iba bien, que la falta de Debby también implicaba otras cosas que no debían suceder; pero entre en la casa y lo primero que me encuentro es a Debby inclinándose hacia adelante y besando a Jacob.

Lo vi todo.

Como ella rodeo su rostro y lo beso, como él dejo que lo besara, como juntos se unieron aquellos segundos en algo que despertó en mi un sentimiento tan oscuro y peligroso como un abismo. La ira y el desprecio se instaló en mi interior.

No habia experimentado eso nunca, pero sabía que estaba irremediablemente celosa, estaba rabiando de los celos, porque mi cuerpo habia comenzado a sentir a Jacob como algo solamente mía, a pesar de saber que no era posible. Aun sabiendo que lo nuestro no era algo con futuro, no podía negar que estaba molesta y llena de posesividad.

Cuando lamentablemente mi cuerpo no pudo predecir que se me caería el bote de bloqueador, vi como llame su atención, como aquellos ojos azules atravesaron los míos aun desde la distancia, aun con ella pegada a sus labios. Lo desprecié un momento, sentí decepción, pero estaba más que todo molesta, no en especial por él, estaba colérica con ella.

Mi deseo de romper algo estaba concentrado en la cara de satisfacción de la pequeña perra, que parecía no entender que él ya no sería suyo nunca más. Y aunque vi cómo fue ella quien lo beso, no podía negar que estaba molesta, como de pronto estaba tan insegura que no podía respirar bien.

Toda la vida fui la chica que obtenía a cualquier chico solo con el batir de mis pestañas, sabía lo que mi físico causaba, siempre movía a los hombres a mi alrededor como queria, hasta ahora. Parecía que Jacob era quien me moldeaba a su entorno, parecía que por más que intentara llamar su atención, él era quien decidía cuando dármela y eso me molestaba más que verlo besar a su ex novia.

Libero un tercer suspiro y arrojo la toalla sobre el respaldo del sofá junto a la cama, en la habitación que comparto con Connor. Estoy rabiando y seguro estoy completamente roja. Paso mis manos por mi cara y me saco las sandalias de una patada, justo en el momento que siento un sonido a mi espalda, giro el rostro con rapidez y veo como la puerta de la habitacion es abierta de golpe, con Jacob parado del otro lado de la misma.

Me congelo en mi lugar al momento, no puedo mirar a otro lado que no sea a sus ojos que me están observando con aquel magnetismo perpetuo. Su cuerpo cubre la mayor parte de la puerta y su pecho luce ligeramente agitado.