Habitación 159 [#1 Los Wellington] COMPLETA ✔

20- El anillo (parte 1)

—Natasha.

—Shhh... nos van a escuchar — digo en medio de una risa baja, mientras apoyo mi cuerpo contra él. Su rostro igual de sonriente, mira hacia adelante y comienza precipitarse llevándome con él por la sala oscura. A nuestra espalda, escucho un sonido soldó y regreso a ver la sombra que nos sigue.

Mi mirada busca en la oscuridad, dando con el cuerpo de Jeff que a caído de rodillas sobre el suelo de la sala, mientras se destornilla en una risa baja, haciendo ademanes en mi dirección para que vaya a buscarlo. Así que me aparto de Connor que camino en dirección a la puerta trasera y camino sobre mis tacones tambaleantes en su dirección, tratando de hacer el menos ruido posible.

—¿Estas bien, Jeff? — pregunto llegando hasta él y tomando sus hombros con la intención de hacer que me mire. Su mirada me encuentra en la oscuridad y me da una gran sonrisa como nunca antes, misma que respondo con la mima intensidad.

—Creo que hay un terremoto — susurra entre incredulidad y diversión. Me rio por lo bajo e intento ayudarle, pero lo único que hago es tirarnos a los dos al suelo.

Siento un escozor en la rodilla derecha al caer y mitigo un gemido, mientras Jeff rodea mis hombros por inercia y me tira hacia él, haciendo que caigamos totalmente. El sonido de nuestra caída es hueco y se expande por la casa. Al instante los dos nos quedamos de piedra y tratamos de no hacer más ruidos.

—¿Van a quedarse allí o van a venir al mar conmigo? — pregunta la voz de Connor desde la distancia y tanto Jeff como yo, que estamos tirados en el suelo en una posición incomoda con yo sobre parte de su cuerpo y la cabeza apoyada en el suelo, lo miramos.

—No creo que sea buena idea — dice Jeff que parece tener un momento de lucides entre su borrachera.

¿Qué como terminamos los 3 borrachos? Pues todo es culpa mía.

Hice que Connor me comprar más bebidas.

Hice que Connor tomara más bebidas.

Y por último le di de forma discreta la mitad de mis bebidas a Jeff.

2 horas más tarde, estábamos tomando un taxi a la casa, totalmente borrachos, cantando a todo pulmón las canciones de la radio, luego de haber destrozado la pista de baile en la disco y ahora estábamos tratando de entrar a casa sin hacer ruido para que los padres de Connor o sus abuelos no se dieran cuenta de nuestro estado. Aunque entre los 3 yo era quien mejor estaba, tenía una resistencia increíble al alcohol, he estad tomando vodka desde que soy un bebe en pañales, así que varios tragos solo podrían marearme un poco o prenderme, como lo quieras pones o como convenga en el momento.

Ahora estaba entre las dos, estaba mareada y estaba caliente. Totalmente excitada y por nadie en particular, solo queria tocarme o mejor aun que alguien me tocará.

Después de todo, la idea de meterme en el agua del mar en medio de la noche, no era tan absurda. Creo que podría calmar mis ansias que nadie en esta casa puede apagar.