Continuación...
Liam
Suspiro cálidamente mientras descanso mi cuerpo en las suaves sábanas, mis ojos caen en khate quien duerme plácidamente junto a mí, sus largas pestañas cubren sus ojos, los cuales tienen una ligera sombra de color azul.
Mis dedos caen en la suave piel de su rostro y trazo algunas líneas hasta llegar a sus carnosos labios y acariciarlos igual.
Sonrió satisfecho, tengo todo lo que necesito.
A khate en especial.
¿Cómo no amar a la linda muñeca frente a mí? Su presencia basta para llenar la soledad que me rodea, ella calma mis pensamientos.
Su cuerpo se remueve un poco, luce cansada por el viaje así que me levanto cuidadosamente intentando no interrumpir su sueño apacible, me levanto y tomo mis zapatos y doy un último vistazo a la pelinegra sobre mi cama antes de salir de la habitación y bajar las grandes escaleras.
El clima cálido llena el lugar, el sol radiante se posa contra el patio iluminando la sala de la cabaña, escucho unas risas en la cocina así que camino hasta esta y entro.
Perla y Adrián bailan alguna canción mientras todo el lugar huele muy bien.
—Perdón por interrumpir— digo y camino hasta la despensa sintiendo la mirada de ambos.
—¿No te molesta tío que utilice la cocina? Planeo hacer algo muy rico— yo niego y abro la lata y bebo de esta.
—Puedes hacer lo que quieras tío, solo deja todo ordenado ¿bien?—él asienta y sigue cocinando.
—¿Khate está arriba?— pregunta Perla mientras se sube a la barra y me mira atenta.
—Esta dormida, el viaje fue un poco agotador— digo y ella asienta.
Me alegro un poco que las cosas con la rubia no estén tan mal, de hecho nunca pensé que volvería a hablarme después de lo sucedido con Celia.
Pero veo que entiende perfectamente lo de khate y yo.
Tomo mi teléfono y salgo de la cocina aún sosteniendo la lata de refresco.
Mamá
¿Ya están en la cabaña? ¿Qué tal el viaje hijo?— sonrió y marco su número mientras camino hasta el patio del lugar.
—Hola mamá, soy yo, ya estamos en la cabaña, hace un rato llegamos.
—Me alegro mucho hijo, ¿qué tal todo allá, fue largo el viaje?
—No tanto, tome algunos atajos para llegar antes de que la tarde caiga.
—¿Y khate? ¿Cómo está? ¿Le gustó el lugar?
—Le fascina mamá, está mejor que nunca aquí, tal y como lo dejamos.
—Me alegro de eso hijo, cuida muy bien a todos, espero que pasen bien el fin de semana.
—Eso haremos mamá descuida, te hablo después ¿bien?
—Está bien Liam, saluda a khate de mi parte y a tus amigos— yo guardo nuevamente el teléfono y suspiro acomodando mi cabello.
Mis ojos caen en el lago a lo lejos y un objeto grande sobre el agua llama mi atención.
Camino sobre el césped hasta adentrarme a los árboles y llegar al lago, este luce limpio y grande, algunos pájaros suenan entre las copas de los árboles y el sonido de ranas se escucha entre el agua.
