~LO INEVITABLE~

6.8K 184 52
                                    

Días Antes.

¿Por qué cada minuto bajo el mismo lugar me altera más?

Tal vez sea, por sus miradas cautelosas y su profunda voz que de vez en cuando es dirigida hacia mí.

Porque no simplemente lo saco de mi cabeza.

No tiene importancia pensar en ese cretino.

Gotas de lluvia se reflejan contra el gran vidrio. Las plantas del verdoso patio lucen húmedas por estas.

Mi cuerpo está recargado contra la gran ventana y un reflejo me saca de mis pensamientos y cuando veo de quién se trata mi garganta se aprieta.

-Parece que tampoco puedes dormir- lo escucho a mis espaldas y sé que habla bajo por no despertar a los demás.

-Iré a la cama en un rato- digo aún mirando por la ventana viendo como su cuerpo cae en el sofá mirándome fijamente.

Lleva sus pantalones de pijama y una camisa blanca que se pega a su cuerpo. Unos cuantos tatuajes recorren sus brazos y su cabello desordenado le da un aspecto sexy.

Mierda.

-¿Por qué actúas tan extraño?- dice y yo finjo no escucharlo.

Unos pasos llegan a mí y su cuerpo está pegado al mío mirando a la misma dirección, su respiración cae en mi cuello y su olor me llena.

-¿Actuar extraño?- pregunto y él asienta.

-Evitas mis miradas, eres muy cortante desde que tu padre propuso hacer este viaje a la casa de campo solo para relajarnos.

-Solamente estás viendo cosas donde no son- digo y su mano cae en mi cintura haciendo pequeñas caricias sobre mi pijama.

-¿Por qué me da la sensación de que mi presencia te pone nerviosa?- puedo sentir el ego en cada palabra así que me giro encarando al pelinegro quien sonríe levemente.

¿Por qué los años le sentaron tan bien?

Por la luz de la noche sus ojos lucen más oscuros que antes.

Sus facciones ligeramente marcadas.

Yo sostengo su gris mirada mientras él aún sostiene mi cintura y antes de cualquier cosa acabo el espacio entre nosotros iniciando un beso.

Un beso desesperado.

Dónde le dejo saber lo mucho que lo deseo.

Sus manos atrapan mi cuerpo y me pega a él, yo jalo un poco su cabello y este gruñe en mis labios.

Deseo más que esto.

Deseo a Liam.

Arrastro a Liam conmigo hasta el sillón, donde él cae y yo subo sobre su cuerpo atrapando su boca de nuevo, sus labios son ágiles y placenteros.

Sus manos recorren cada parte de mi cuerpo arrastrando el deseo en estas.

Sus manos caen en las tiras de mi blusa y yo me aparto mirando sus ojos los cuales lucen dilatados.

-¿Puedo?- pregunta con su voz profunda y ante esta cedo y asiento. Él baja cada extremo de mi blusa dejando mis tetas al aire las cuales no tarda nada en atrapar acariciándolas.

Yo cubro mi boca cuando su boca atrapa uno de mis pezones y su mano se encarga del otro.

¿De verdad soy tan sensible?

Su lengua se mueve rápido y yo dejo reprimir mis gemidos para que nadie pueda escucharnos.

-Por favor...- logro decir casi gimiendo.

-¿Por favor que? ¿Qué quieres linda?- su boca besa mi cuello y es allí donde deseo más que nunca su tacto.

-Tócame por favor- digo y puedo sentir su sonrisa.

Él me levanta y ahora soy yo la que queda tumbada en el sofá totalmente excitada. Liam se arrodilla ante mí y sus ojos navegan mi cuerpo antes de bajar mis pantalones de pijama hasta mis rodillas admirando mis bragas.

Uno de sus dedos viaja a mi boca y lo chupo mirando al pelinegro quien no aparta sus ojos de este.

-Separa las piernas- dice y es como si mi cuerpo hiciera caso a sus palabras, ya que mis piernas son separadas por el deseo de ser tocada.

Su mano baja lentamente por mis pechos y abdomen, llegando hasta mi coño el cual hace a un lado mis bragas sin dejar de mirarme, empezando a tocar ese punto que ardía por ser tocado.

Su dedo recorre cada pliegue y mi húmeda lo ayuda.

-¿Por qué estás tan mojada? ¿Fue mientras hablábamos?- yo niego sin dejar de mirar su dedo el cual se hunde en mí haciendo que un grito quedé ahogado por mi mano.

Su dedo es rápido y caliente, su mirada no abandona la mía mientras su dedo me hace gemir.

Él se acerca más a mí y un segundo dedo entra en mí y mi mano es reemplazada por la suya antes de empezar a embestir mi vagina haciéndome gritar en su mano.

Un tercer dedo entra en mí y sin duda alguna me correré muy pronto. La sala se llena de su respiración y mis gemidos silenciosos al igual que del sonido de sus dedos embistiendo cada vez más fuerte mi coño, el cual palpita.

Lo hace fuerte y rudo, sus dedos me hacen ver el cielo.

Sus movimientos bruscos y fuertes siguen tocando hasta lo más profundo en mí.

Cuando me corro en estos gimo tan fuerte que mi garganta quema, su camisa queda manchada por mis líquidos y el sonríe victorioso antes de llevar sus dedos y chuparlos frente a mí.

-Desde ahora, eres mi sabor favorito Kate- sus palabras me prenden más, pero rápidamente reaccionó apartando su cuerpo del mío calmando mi respiración.

Yo acomodo mi ropa y él me mira confuso aún arrodillado.

-Lo siento li-liam... Esto está mal... yo no.... lo siento- me levanto como puedo y lo dejo allí, mientras corro escaleras arriba.

Entro a mi cuarto y me escondo bajo mis sábanas con mi respiración a mil, aún sintiendo mi coño palpitar como si pudiera aún sentir los dedos de Liam en mí.

Me cubro avergonzada.

¿Qué mierdas hice?

Porque justamente el socio de mi padre.

Puta mierda.

Terrible tentación Where stories live. Discover now