~QUERER DECIR~

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¿Un sueño?

Tal vez sea un sueño todo esto.

Pero la cruda idea de despertar y encontrarme con la amarga realidad me hace suspirar.

Quiero seguir aquí.

Soñando.

~Tatiana~
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¿Que mejor medicina para aliviar una resaca?

Seguir tomando.

O eso piensa perla.

El sol cálido da contra mi piel visiblemente bronceada mientras la rubia frente a mí sigue tomando como si muriera de sed.

Mis pies se mueven lentamente sobre el agua de la piscina, la cual luce con residuos y juguetes los cuales debo limpiar.

Todo luce desordenado, tal vez la fiesta si se salió un poco de control.

—Definitivamente, volveré al hospital— dice Perla desde el otro lado de la piscina mirándome atenta.

—Ya deja esa botella tía, debemos limpiar el lugar— digo sintiendo mi estómago algo pesado y el nudo de mi garganta por el alcohol.

Ella se levanta mientras se tambalea y da algunos pasos intentando alcanzar una pelota, el sonido de su cuerpo cayendo a la piscina me hace reír mientras sostengo mi estómago.

—Pero que está pasando... ¡Perla!— Celia entra al patio trasero luciendo su pijama morada mientras camina hasta Perla quien flota sobre el agua.

—Me quiero quedar aquí, el agua se siente muy bien—Yo aún me río y ella salpica algo de agua.

—Recoge el desastre que os dejo tus amigos, no quiero nada de esto en mi patio. Prometiste nada de desorden.

Yo me levanto recogiendo algunas latas de bebidas y basura sobre el césped, Perla aún sigue flotando, así que lanzo un flotador en forma de unicornio sobre ella quien chilla.

—Vamos tía, son las dos de la tarde, nos quemaremos el puto culo por el sol— ella nada cómo puede hasta la orilla y sale escurriendo agua de su bata de dormir.

—Recuérdame no volver hacer fiestas en casa por favor— yo hago un asentimiento de marinero y ella me mira mal empezando a barrer luciendo totalmente mojada.

La puerta principal suena y Celia desaparece dentro, yo sigo limpiando un poco hasta que Celia aparece de nuevo con Oriol quien luce sonriente.

El moreno lleva dos cajas de pizza y una gran sonrisa.

—Supuse que tendrían hambre después de la fiesta — comenta y deja las cajas mientras Celia sonríe grande.

Y posibles ideas cruzan mi cabeza...

¿Celia engaña a Liam con Oriol?

O simplemente son ideas absurdas de mi cabeza.

—¿Khate puedes ayudarme con las bebidas?— escucho a Celia y la sigo hasta la cocina donde prepara algunos platos.

Mi vista sigue perdida en esos pensamientos y mi teléfono vibra en el bolsillo trasero de mis pantalones de pijama.

Cuando veo de quién se trata la emoción de mi cuerpo se hace presente.

Liam
Buenos días muñeca, ¿estás en tu casa?— ojeo un poco a Celia quien sigue en la barra.

—Estoy en casa de Perla ,comeremos algo.

Terrible tentación Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon