Mis pies se mueven por la cera mientras mamá sostiene sutilmente mi mano.
Su bonito vestido se eleva por el viento y sus ojos azules me miran de vez en cuando.
-¡Adios Liam! ¡Nos vemos mañana!- giro mi rostro y asiento mirando al niño que sostiene el balón mientras me mira desde la otra cera.
Mamá sonríe y se despide de él.
Mi mano aún sostiene el pequeño vaso de helado, el cual sigue sosteniendo una pequeña cereza.
-¿Por qué no te has comido tu helado hijo?- escucho a mamá cuando cruzamos la cera.
-Quiero dárselo a papá- digo mirando sus ojos azules brillar mientras sigo sosteniendo el helado de fresa.
Después de un rato estamos frente a la gran casa donde corro a la fachada y abro la gran puerta, Nancy una de las empleadas me recibe y me mira divertida.
-Cuidado niño Liam, el suelo está mojado- sus mejillas rosadas se hacen más grandes, antes de acariciar mi cabello yo asiento y subo escaleras arriba haciendo sonar mis zapatos fuertes.
Cuando llegó a la habitación de papá lo veo sobre su cama sosteniendo un libro, sus ojos se alzan a través de los lentes y sus labios embozan una gran sonrisa.
-Papi, mira lo que traje para tí- digo corriendo a su cama y encarando a papá con un helado el cual está derretido un poco.
-El de fresa... es mi favorito hijo- él sostiene el helado y con su otra mano jala un poco mi cuerpo estampando este contra el, yo sonrió y acaricio su cabello.
-¿Ya estás mejor papi? Cuando podemos jugar de nuevo juntos- una de sus manos acaricia mi mejilla.
-Por ahora no hijo, el médico recetó mucho reposo- dice y yo sonrió triste mientras miro las sábanas -Pero el estar enfermo, no impide que podamos divertirnos- dice y palmea el lado de su cama, yo me deshago de mis zapatos y subo a esta cubriendo mis pies y abrazando a papá.
-¿Podemos terminar de ver la saga de los superhéroes? ¿O prefieres algo de tiburones?
-Nada que asuste a Liam- mamá entra al cuarto mientras acomoda su cabello y se acerca a la cama- ya sabes que la última vez tuvo pesadillas por eso- papá sonríe y se deshace de sus lentes.
-Liam quiso ver esa película de zombies... Nada de terror Margaret- mamá sonríe y se deshace de sus tacones antes de entrar a la cama y posicionarse junto a mí, su olor a lavanda me llena y abraza mi cuerpo al igual que papá.
-Liam tiene algo que contarte ¿verdad hijo?- dice mamá acariciando mi cabello, yo niego mientras mis mejillas se ponen rojas.
-Anda hijo, ¿que pasa?- yo cubro mi rostro con la sabana y muevo mis pies sintiendo vergüenza.
-Nathy me dio un beso...- murmuró y escucho la risa de papá junto a mí y su mano deshaciéndose de la sábana que cubre mi rostro.
-¿Dónde te beso esa niña?- yo señalo mi mejilla y el sonríe antes de abrazarme.
-Eres un conquistador, de grande enamorarás a muchas chicas...
-No las harás sufrir... Y encontrarás la chica ideal para ti- mamá aclara y mira a papá mientras besa mi cabello.
-Tu mamá tiene razón, encontrarás la chica ideal, la cual te amara y querrás tener junto a ti todos los días- dice papá con una gran sonrisa.
