Capítulo 12

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—Hola, Derek, ¿cierto? —Lo saludó Sara al percatarse de su presencia, cortés.


—Hola —regresó el saludo y aprovechando la ocasión, alargó la plática—. Qué sorpresa verte por aquí. No me parece un lugar que tiendas frecuentar.


—Es verdad. Yo no, pero Víctor sí.


"Víctor"; un nombre que no quería escuchar en ese momento. Además, la actitud de Sara lo confundía. Víctor había sido realmente grosero con ella la noche anterior y sin embargo, parecía no afectarle en lo más mínimo; hablando de él sin problemas. Como si leyera su mente, Sara continuó hablando, otorgándole respuestas.


—Víctor no es malo. De alguna manera lo entiendo. La noticia del compromiso lo afectó. Antes de eso, lo poco que lo traté, se comportaba muy bien conmigo. Fue a partir de la noticia que se hizo frío, pero sé que realmente no es así.


Derek no dijo nada, no estando seguro de comprender. ¿Por qué le contaba todo eso? Era un asunto bastante personal y ella no lo conocía bien; tan sólo sabía su nombre y éste siempre acompañado de una interrogante.


—No creo que Víctor vaya a aparecerse por aquí hoy —dijo él para romper el silencio que se formó—. Para que no te dieras la vuelta por nada, ¿qué tal si comemos un helado o algo? Yo invito.


Sara asintió sonriente, estando de acuerdo. Los dos se sentaron en una mesa que se desocupó una vez hicieron sus pedidos e iniciaron una pequeña conversación, la que tuvo lugar, nuevamente, gracias a la curiosidad de Derek.


—Por cierto, ¿vas a la escuela? ¿Estudias algo en particular? ¿Tomas clases privadas? ¿Te gustaría aprender algo en específico?


—Sí, voy al instituto, uno privado. Me gustaría ser veterinaria; me gustan los animales.


—¡Oh sí! ¿Cuál es tu favorito?


—Los felinos en general.


—Entonces tienes mascotas, ¿un gato, quizás?


—No, no. Mi padre es alérgico a ellos. ¿Tú tienes mascota?


—No, nunca he tenido ninguna clase de animal en casa.


—¿Y no te gustaría tratar con alguno después? ¿Tal vez cuando tengas tu propia casa?


—Quizás. Si lo tuviera, me gustaría tener algo que no requiera tanto cuidado, como peces o tortugas o aves.


—Ya veo. ¿Y has pensado que estudiar?


—Quiero graduarme de técnico en computación.


Y de aquella manera, continuaron con la conversación que los llevaría a conocerse un poco más.

Compañía Anhelada |PAUSADA|Where stories live. Discover now