CAPÍTULO 19. ENTREGA.

245 40 5
                                    

Es tan alto y guapo como el infierno.
Es tan malo, pero lo hace tan bien.

Wildest Dreams.
Taylor Swift.

Un camino peligroso y tan esperado por ser recorrido era el inicio perfecto de una nueva etapa, no importaba si las cosas no estaban bien por el momento, los sentidos se concentraban en el ahora, un acto que podía parecer pecaminoso se transformaba en algo puro, algo que va más allá de un acto placentero, porque habían sentimientos involucrados y eso hacía que el acto tan conocido por ambos se sintiera diferente, uno de ellos tan lascivo a las caricias que le proporcionaba el otro, con la cara sonrojada y los labios en un punto rojo por los besos y mordidas, no era víctima de movimientos bruscos que pudieran lastimarlo, pero si era preso del deseo y necesidad que sentía al ansiar su toque. Por otro lado, el mayor se hallaba en una especie de burbuja, tenía la imagen más hermosa debajo de él, al igual que su compañero tenía el pelo revuelto y los músculos tensos, reprimiendo las ganas de arremeter contra su amante con todas sus fuerzas, y aunque esperaba que dicho acto tan necesario surgiera de otra forma, no quería parar en ese momento, ya no había dudas ni miedos, quería ser ese hombre que Win deseara siempre, solo a él, solo con él.

Win miraba a Brigth de forma suplicante, su esposo se veía tan imponente, sobre él con esa expresión sería que le daba a entender que se concentraría sólo en su disfrute no solo con sus caricias, también con sus expresiones, su pecho tan varonil y marcado que dejaba a Win la sensación de miles de pequeñas estelas de fuego en su vientre, lo veía desde abajo haciéndolo sentir pequeño, alguna vez Win soñó con casarse con un príncipe de cuentos, ese que te baja las estrellas y la luna, pero en su lugar había elegido al villano, el que lo llevaba a las estrellas con solo decir su nombre, su esposo que con una sola caricia en su muslo interior lo hacía sentir tantas cosas que agitaba su respiración, y sentir el recorrer de su cuerpo con sus manos lo acercaba a tocar el cielo, soltando sonidos que descubrió por primera vez hace tiempo, pero que no sabía que podían salir tan fácil de sus labios.

La fina línea de encaje en la ropa interior de Win y las fronteras del placer fueron abandonadas fácilmente para su verdugo, que sin tener mucha prisa dejó que dicha prenda se desprendiera del lugar que protegía de la vista de los lujuriosos todo aquello que nadie debía ver, pero que un villano fácilmente podría robar, porque en la vida, a veces es el villano quien consigue su victoria más placenteramente que él héroe, y si las sensaciones eran pasajeras, el sabor de sus labios y su piel se quedarían en su memoria, en sus sueños más salvajes donde cada noche arrebata ese privilegio de las manos de los justos, como un ladrón a medianoche, fugitivo, que nunca rinde cuentas a nadie.

El sonido de un jadeo por el frío a causa de la desnudez causó que su acompañante se encargará de compensar la incomodidad con tiernos y apasionados besos, nadie podría pensar que el terrible conde de Argleton era tan amoroso con su pareja a la hora de la intimidad, y definitivamente Win se lo quedaría para él solo.

– Te siento tan cerca y aun así quiero más ... – susurro sobre sus labios recorriendo con sus manos cada curva a su alcance – Quiero poder fundirme contigo... no se como explicarlo, pero te necesito más que al aire que respiro... –

– Me pasa exactamente lo mismo – dijo recorriendo su pecho con sus manos recibiendo cada caricia, soltando respiraciones agitadas – Quiero que te quedes en lo más profundo de mi piel, de mi alma, y que yo sea el único dueño de tu corazón –

– Ya lo eres, eres dueño de todo mi ser –

En completa desnudez se acariciaron y amaron en su totalidad, explotaron su cuerpo con besos y recorrieron con sus labios rincones que nunca jamás habían logrado tocar con anterioridad, Brigth explotaba aquellos lugares erógenos de Win y se satisfacía con sus gemidos y jadeos, la sensibilidad en cada cosa que tocaba hacía que Win se arqueara rogando por más, dejó que su espalda recibiera tantos rasguños como fuera posible, orgulloso de lograr el placer de su esposo, llenó sus piernas de marcas y se adentra en el interior de sus muslos con una sonrisa traviesa antes de que Win observar a su esposo desaparecer entre ellos para luego sentir un intruso en su entrada, húmedo y pequeño, Win trataba de respirar y evitaba encontrarse con los ojos de Brihth, porque sabía que la verguenza de verlo hacer lo que hacía sería demasiado para él y su corazón, se tomó el cabello en sus manos desordenandolo aún más, cuando Brigth salió de ese espacio, miro el desastrte que era Win, con las mejillas rojas y la respiración agitada, su cabello esparcido en la almohada y sus labios rojos inyectados en sangre por sus besos, era simplemente magnifico, y era solo suyo,luego de su visión tan hermosa se volvió a concentrar en el nuevo lugar que iba a poseer con mucho gusto, se encargó de preparar su entrada con paciencia, Win suspiraba y buscaba los besos de su esposo, las sábanas desordenadas eran la prueba más significativa de el acto de entrega tan hermoso entre los dos.

CADA MEDIA NOCHE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora